La liquidación de la Caixa B

El cuadro de Caixa Catalunya no ha sido una excepción en el panorama financiero español de los últimos años, aunque en términos proporcionales sea uno de los más graves de nuestra historia financiera reciente, mucho más grave que Bankia y hasta ahora no se le dado publicidad, quizá porque la entidad estaba prácticamente colonizada por nacionalistas y por una izquierda que con el tema Bankia estuvo dando una batalla demagógica contra el PP a pesar que al lado de Miguel Blesa y Rodrigo Rato se sentaban decenas de sindicalistas y socialistas.

Ahora el Juzgado de Instrucción número 30 de Barcelona ha imputado finalmente al expresidente de Caixa Catalunya, Narcís Serra destacado socialista y exvicepresidente del gobierno, y a los 52 miembros de la cúpula de la entidad perteneciente a casi todo el espectro político catalán  PSC, ERC, IU, CIU, PP, UGT, CCOO, excepto Ciudadanos, por un presunto delito de administración desleal por el cobro de salarios e indemnizaciones  en  su procesamiento por enriquecimiento ilícito a costa de la entidad que presidió Narcís Serra y cedida posteriormente a Adolf Tudó hasta conseguir arruinarla entre todos ellos,
hecho que ha pasado prácticamente desapercibida. 

En una situación económica crítica, a principios de 2008 Serra acordó la contratación de Todó como director general y de Jaume Massana como directo general adjunto, cuyos sueldos no dejaron de subir durante los años 2009, 2010 y 2011.

Todó cobró en estos años 4,07 millones de euros y Massana 2,89 millones, en ambos casos sumando retribución fija y variable, a lo hay que añadir dietas por ir a las reuniones del consejo de administración.

Mientras tanto, dada la situación económica de la entidad, el FROB inyectó 1.250 millones de euros en 2010; 1.718 más en 2011, y nuevamente 9.084 millones en 2012, con lo que constituía el 100% del capital.

Caixa Cataluña ha sido durante años un juguete en manos de la Generalitat y la Diputaciones catalanas. Desde han financiado todos los delirios y caprichos de los dirigentes, sin ningún criterio bancario y desde allí se han tapado todos los agujeros que se iban produciendo por la mala gestión y la codicia de sus gobernantes.

Todos estos partidos políticos que además de beneficiarse han estado haciendo demagogia mientras determinados y no pocos privilegiados de los partidos merecerían una fuerte imputación, apoyándose en la responsabilidad civil de los partidos y sindicatos que los nombraron y deberían responder con sus bienes con ya que gracias a su codicia han llevado a la práctica desaparición del sistema de las cajas de ahorro español después de más de cien años de existencia.

Como es público y notorio, otras muchas entidades han tenido que ser intervenidas por el gobierno para salvarlas de la ruina a la que las había abocado una gestión que, en la mayoría de los casos, ha sido más orientada por criterios políticos que profesionales.

El caso  Caixa Cataluña por su ha sido el más grave cualitativamente de todos los ocurridos en todo este país. Ellos se han pulido prácticamente todos sus activos y es una parte muy importante que nos ha obligado a pedir un rescate a Europa por mas 50.000 millones de euros prácticamente imporsibles de devolver por parte de la instituciones ahora nacionalizadas, por lo que finalmente lo pagaremos todos y cada uno de los españoles a través de impuestos al Estado.