Empresas Públicas,- Un agujero insoportable
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría,
ha anunciado este martes que el número de empresas públicas autonómicas que se
extinguirán pasará de las 515 —que estaban previstas— a 708, lo que supondrá un
ahorro de 1.500 millones de euros. Este es enesimo anuncio de la vicepresidenta
para la eliminación de entes inútiles desde que el PP entró a gobernar para
eliminar un coste que no podemos soportar, Veremos la fuerza del ejecutivo para
imponer esta medida a las respectivas comunidades autónomas
Pero las cosas en el Palacio de la Moncloa van despacio.
Corría el mes de marzo y el Gobierno presentaba un ambicioso plan para
racionalizar el sector público empresarial. ¿Objetivo? “La supresión,
desinversión o agilización de la liquidación en 80 sociedades”. Nueve meses
después y con el ejercicio vencido, el proceso no termina de arrancar. Y es que
según el avance de 2012 facilitado por el Ministerio de Hacienda en su
Inventario de Entes (Invespe), durante el año apenas se habrían dado de baja
nueve sociedades, al tiempo que se crearon otras cinco. En total, el
Estado mantiene 448 empresas en operación, sólo cuatro menos que a 31 de
diciembre de 2011.
El problema de las empresas dependientes del Estado va más
allá de su volumen. Y es que su deuda no da tregua. Según los últimos datos
facilitados por el Banco de España, las sociedades públicas que operan bajo el
paraguas de la Administración Central acumulaban hasta septiembre obligaciones
por valor de 34.749 millones de euros, lo que suponía 2163 millones mas
respecto al cierre del primer trimestre. Se trata de la cifra global más alta
desde el año 2000, último ejercicio para el que el servicio de estudios del
supervisor proporciona datos. A modo de comparación, basta recordar que la
cuantía que Bruselas acaba de inyectar en la economía española para sanear la
banca nacionalizada asciende a 40.000 millones.
Los guarismos se disparan todavía más si a la deuda de las empresas públicas del Estado se suma la que aglutinan las sociedades que mantienen comunidades y ayuntamientos. En total, el agujero roza ya los 56.000 millones -en concreto, 55.973-, otro máximo histórico. De hecho, las compañías dependientes de las autonomías deben en su conjunto 12.182 millones de euros y las que controlan los municipios ascienden hasta los 9.042 millones, pese a que en lo que va de ejercicio ambas han logrado contener los datos. El secretario de Estado de Admnistraciones Públicas, Antonio Beteta, aseguraba en julio que las autonomías solo habían suprimido dos sociedades de las 600 empresas públicas que deberían haber liquidado. Y hablaba sin ambages de fracaso y de que el Gobierno tomaría medidas si no había avance.
Los guarismos se disparan todavía más si a la deuda de las empresas públicas del Estado se suma la que aglutinan las sociedades que mantienen comunidades y ayuntamientos. En total, el agujero roza ya los 56.000 millones -en concreto, 55.973-, otro máximo histórico. De hecho, las compañías dependientes de las autonomías deben en su conjunto 12.182 millones de euros y las que controlan los municipios ascienden hasta los 9.042 millones, pese a que en lo que va de ejercicio ambas han logrado contener los datos. El secretario de Estado de Admnistraciones Públicas, Antonio Beteta, aseguraba en julio que las autonomías solo habían suprimido dos sociedades de las 600 empresas públicas que deberían haber liquidado. Y hablaba sin ambages de fracaso y de que el Gobierno tomaría medidas si no había avance.
De los 2113 entes públicos que aún poseen las comunidades
autónomas (CCAA), existe un amplio elenco de ejemplos que llaman la atención en
cuanto al uso de dinero público. Más allá de las polémicas duplicidades
administrativas, por las que las autonomías replican ciertas funciones que ya
desempeña el Estado a nivel nacional (defensores del Pueblo, institutos
estadísticos y cartográficos, agencias meteorológicas, organismos reguladores o
radiotelevisiones públicas, entre otras), las regiones siguen manteniendo
empresas y organismos públicos cuyo objeto social poco o nada tiene que ver con
el desarrollo de servicios básicos.
Así, entre otros muchas entidades, los gobiernos regionales
cuentan a día de hoy con empresas dedicadas a la fabricación de tapones,
cuchillos y navajas, el reciclaje y tratamiento de residuos cárnicos,
casinos, circuitos de carreras, papeleras,
jardinería, productoras, academias de idiomas, escuelas de tauromaquia,
inmobiliarias, gasolineras, marketing, sostenibilidad y eficiencia energética,
producción y comercialización de patatas, carrocería de autocares y
trenes, festivales de música, estaciones de esquí, centros dehidromasaje e
incluso estudios de cine y embriones de agencias espaciales.
Aún existen empresas tan estrambóticas como estas: Barcelona
Holding Olímpico para las Olimpiadas de 1992 o seguía en liquidación la
sociedad V Centenario del mismo año, Fundación Andaluza
del Alcornoque y el Corcho, o la fracasada Sociedad Pública de
Alquiler (SPA), Viajes Aragón Esquí, S.L.U, Fundación
Juegos Mundiales Universitarios Universiada-Palma de Mallorca 1999, Gran Casino
del Sardinero, Observatorio del Paisaje….etc. etc
Y ello, sin contar fundaciones de más que dudosa utilidad,
así como la pervivencia de ciertos entes que, pese a ser creados
específicamente para promover un acto o acontecimiento deportivo y cultural que
se celebró años atrás, todavía no han sido liquidados y, por tanto, siguen
formando parte del sector público regional.
Es la manera de hacer funcionarios a dedo y con sueldos no regulados.
ResponderEliminarAsí de fácil, el epítome de la corrupción
Jose Villar Campuzano
ResponderEliminarPara despedir a los metidos a dedo se ve que no hay prisa, y mientras el barco España hundiendose mas y mas. inutiles sinverguenzas.
Bobato
ResponderEliminarPero ¿cuantos de esos chiringuitos para trincar y enchufar lameculos del partido hay en España? que todavía, tras 6 años hundidos en la mierda, haya uno solo abierta es de traca.
Pheyi,
ResponderEliminarYo trabajaba para una de esas empresas publicas que se han cerrado. Realmente no se cerró sino que se fusiono con otra empresa publica más o menos afín. Mi ex-empresa generaba unos beneficios netos de entre 7 y 10 millones de euros, por lo que no tenía sentido cerrarla o fusionarla con nadie. Después de la fusión, mi nueva empresa ha realizado un ERE acogiéndose al mínimo que estipula la ley (20 días por año, máximo 12 meses) para despedir a mas de 60 personas. Y cual es mi sorpresa! ni un solo alto cargo estaba incluido en ese ERE. Sobran 60 personas y no sobra ningún jefe?????. Asco de gobierno, que encima de jodernos piensan que somos tontos.....
palentino
ResponderEliminarYo sigo pensando, y es triste pensar asi, que esto solo se arregla largando a toda esta panda de politicuchos con alguien con dos C..., que diga basta ¡hasta aqui hemos llegado!. Tome el poder y a gobernar:
Sin empresas públicas colocadoras de amigos
Sin subvenciones a partidos politicos, sindicatos, asociaciones de empresarios, etc.
Sin Gobiernos autonómicos[que son el cáncer de España].
Parando todo el gasto publico, que no sea gastos corriente.
gebroaldalcestolli
ResponderEliminarHa liquidado 40 y quedan mas de 2000. Me reafirmo en la opinión de que rajoy no gobierna y está desperdiciando in mayoría absoluta que se le otorgó `para hacer lo que es necesario hacer. Para empezar meter mano ala constutución y modificar la ley electoral, despues rcortar las CCAA, potenciar las diputaciones y centralizar la Justucia , la educación y todas las infraestructuras estratégicas...y mucho más....
avielano montoya
ResponderEliminaryo....como funcionario de la Admón General del Estado, a la que accedí por oposición y sin ayuda de nadie, celebro que cierren estos chiringuitos. Aquí trabajan empleados públicos y no funcionarios que han aprobado por oposición. Por mí, no tendría que haber ni una empresa pública, así de clarito.
isidoro,
ResponderEliminarUna preguntita: ¿Serán despedidos los chupóteros políticos que viven de la teta de esas empresas, o simplemente serán recolocados en otras cuya actividad sea nula? Eso del ahorro ya no se lo cree ni una madre
Alberto Olivera Muxí
ResponderEliminarPues n veais las empresas publicas de cataluña todas del mismo panal
Conchita Monsó
ResponderEliminarQue comience el cierre