Caña al PP

El PSOE ha elegido el camino  por "la oposición indiscriminada" No es mas que disparar al del PP que se esté moviendo o haciendo algo. Desde antes del verano han puesto toda la artillería presta a disparar contra al Gobierno. A la fiesta se suman la caterva de partidos nacionalistas y extraparlamentarios repitiendo como papagayos el argumentario socialista.

Pero los mensajes negativos, si no se escogen adecuadamente, pueden volverse en contra como un bumerán. Ahora el ariete del PSOE es el "caso Bárcenas". Caña al PP en alianza con algunas televisiones y periódicos. La Sexta ha llegado a presentar como exclusiva, la aburrida vida carcelaria de Bárcenas después de pasarse este año dedicándole mas el 50% de su programación.  Ya la llaman “TELEBARCENAS”
 

En Ferraz, apuntan algunas fuentes socialistas, falta sosiego, planificación y reflexión en su oposición. Disparan indiscriminadamente a todo el que se mueve, si es del PP. Por eso, sólo la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez en un ataque de sobreactuación, creyendo cumplir al pie de la letra con su tarea, es capaz de mezclar sin más el ataque de un grupo de ultraderecha contra la librería Blanquerna durante la celebración de la Diada con un supuesto compadreo con el franquismo de dirigentes populares y, de ahí, desempolvar las fosas comunes de la Guerra Civil. ¡Y todavía falta media legislatura!. No tienen nada más que ofrecer.

La sesión de control al gobierno viendo a la Soraya sociata gesticulando y gritando, el Tardá asustado y asustando a los de la derecha de Madrid y animando al mismo tiempo a los que queman banderas embozados en las capuchas en Barcelona. Y  entonces va “Bildu- ETA pidiendo la ilegalización de la extrema derecha aplaudiendo con las orejas como si no tuvieran un armario lleno de cadáveres sin juzgar y con ellos no va la fiesta.

Ver la izquierda plural, singular o mediopensionista protestando por el empujón de la bestia a los nacionalistas que fueron tan imprudentes que ni siquiera habían previsto que esto pudiera suceder en Madrid optaron por no avisar a la Delegación del Gobierno para que les pusieran guardias a la puerta, o no gastarse la pela con un par de guardias jurados, no sea que alguien se enterara de lo que allí se estaba maquinando, cuando ellos están hartos de ver quemar sedes y banderas de sus adversarios en Barcelona.

Alfredo Pérez Rubalcaba el secretario general socialista se mueve desde la necesidad, también acelerado por sus propias huestes. Para saber lo que de verdad piensan sus compañeros de este tipo de oposición "indiscriminada" bastaría con haber asistido a la discreta cena que José Bono, Emiliano García-Page mantuvieron hace algunas semanas en un restaurante toledano con José Luis Rodríguez Zapatero.

Más fácil aún. Sobra con prestar atención a los movimientos de Patxi López, deseoso de pelear por la Secretaría General del PSOE, previo pacto con Eduardo Madina, que en los últimos meses ha viajado sin hacer demasiado ruido por España para dar conferencias en agrupaciones. Y qué decir de la sonora salida a escena pública del ex ministro José Luis Corcuera estos días con su “inocente” pregunta sobre estado federal y el derecho a decidir.

La otra Soraya, la listorra del PP, no hacía más que poner caras de extrañeza al contemplar en un momento que nadie tuviera nada más que preguntar que sobre Bárcenas o pidiendo la la ilegalización de la extrema derecha, todo basado en el argumentario de Ferraz. Como si no hubiera existido nunca la extrema izquierda con sus misterios sin resolver y los cadáveres correspondientes”

Con España centrada en la salida de la crisis económica, aparentemente cercana, y abierto en canal el debate territorial, el PSOE de Rubalcaba demasiadas veces da la impresión de que pesa más el ansia de desalojar como sea a Rajoy de La Moncloa que construir una alternativa coherente y estable, preocupada por los verdaderos problemas de los españoles. Y así le va.