Carta abierta a García Margallo
Sr. Ministro
Mañana tiene usted citado al embajador de Lituania para expresarle su malestar por el hecho que su primer ministro contempló reconocer una posible independencia de Catalunya. Resulta que Algirdas Butkevicius asegura que "creo que cada país tiene que encontrar su propio camino y tiene su derecho a la autodeterminación". Y destaca también que "el camino hacia la independencia de cada país debe hacerse de acuerdo con bases legales", citando la importancia de utilizar "la ley internacional" y las "provisiones de la constitución".
El primer ministro lituano afirma estar muy contento por el hecho de que la Vía Báltica que Estonia, Letonia y Lituania hicieron en el 89 haya inspirado a la Vía Catalana de la pasada Diada. "Estoy muy contento de que el ejemplo lituano inspire gente a otros lugares", defiende, añadiendo que su cadena humana "ahora pertenece a toda la humanidad" porque recibió el reconocimiento de la UNESCO.
¿Y que piensa reprobarle…? Si resulta que Vd felicitó recién terminada a los organizadores de la Via Catalana por el éxito de participación obtenido el pasado miércoles. Cierto dijo también que la celebración de la cadena humana es una demostración "clara" de que en el Estado hay libertad de expresión y que, por lo tanto, no se cumple ninguno de los tres requisitos que marca el derecho internacional para el derecho de autodeterminación: pueblos coloniales, ocupación militar o negación de los derechos fundamentales… Algo parecido a lo que dijo Vd. entonces. Que desilusión, días después de su política de firmeza frente al Reino Unido por lo de Gibraltar.
Pero los borricos con orejeras del independentismo catalán que son sordos y ciegos para aquello que no quieren ver ni oír, magnificaron la primera frase y inventaron toda clase de conjeturas al socaire de que Vd. apoyaba la independencia. Lo cierto es que la palabras del lituano no se diferencian de las suyas, pero mas cierto aún es que muchos entendimos nada y ahora les tocará medir sus respectivas palabras. Les sugiero que se encierren en algún lugar sin acceso al bar ni la cocina hasta que no lleguen a una conclusión. Y lo mas cierto aún es que Lituania no es Cataluña, ni España la Unión Soviética y además la comunidad europea lo va a permitir.
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ResponderEliminarHISPANICUS IBERUS,
ResponderEliminarDespués de MÁS de 30 años, adoctrinando en la enseñanza,con una historia manipulada y falsificada y, como consecuencia, el odio a España, con la complicidad de acción u omisión de PSOE y PP ¿Que espera que ocurra el Gobierno? ¿En qué país normal se legalizan partidos que van contra el sistema? Es como si permite que la zorra conviva con las gallinas. El estado de DERECHO se convierte en estado de DESHECHO. Y, luego, vienen las consecuencias.
pasabaxaky
ResponderEliminarYo creo que este hombre habla de mas, por mucha financiación que el estado de a Catalunya siempre estaremos con el mismo cuento, lo que hace falta es firmeza ya y llegado el punto si se tiene que suspender la autonomía, hacerlo sin que tiemble el pulso que para eso están ustedes en el gobierno,somos muchos los catalanes que estamos en tierra de nadie por la discriminación a que se nos somete y por otra por que nadie proteje nuestros derechos.
teman
ResponderEliminar¿Largarse a dónde? La gente quiere independizarse de la crisis, la corrupción... pero el nacionalismo no conduce a nada más que a una vía muerta. Tendrán los mismos problemas si no peores...
Manuel Wallace Moreno
ResponderEliminarVamos a ver: aún a riesgo de equivocarme ( y no lo creo) creo que García-Margallo es una persona inteligente y que no lo está haciendo mal como ministro de Asuntos Exteriores; esto dicho de una manera general. Desde luego, la comparación con sus antecesores en el cargo, Moratinos y Trinidad Jiménez, resultaría imposible. En estos momentos hay que actuar con calma, con prudencia, y sobre todo con "inteligencia política". No se nos debe calentar la cabeza, el desafío es muy fuerte, lo sé. Pero que no confunda nadie esa calma, esa inteligencia, esa prudencia, con usar la energía en la aplicación de la LEY (con mayúsculas) cuando haga falta. Y otra cosa sería modificar esa Ley (La Constitución) si llegado el momento lo quiere una mayoría de TODOS LOS ESPAÑOLES.
Eusebio Velez Pernia
ResponderEliminarUn burro es mas inteligente que este Señor...como puede ser Ministro...así nos va.
Modesto Duran Lopez
ResponderEliminarPescado, que eres un pescado!
María R. Andrade
ResponderEliminarMuy lúcido y esclarecedor su artículo.
Manuel García Serrano
ResponderEliminar¡Vaya tío mierda!, dimite cabrón, estás traicionando a España y a los españoles con nuestro dinero, te pagamos el sueldo para que hagas cumplir la ley en Cataluña, y lo que haces es humillar a los españoles, y te ríes de España. ¡ERES UNA MIERDA!
Fran Salas
ResponderEliminarMI CONFIANZA EN ESTE GOBIERNO ES UN NÚMERO COMPUESTO DE MUCHOS CEROS
Manuel Wallace Moreno
ResponderEliminarVamos a ver: aún a riesgo de equivocarme ( y no lo creo) creo que García-Margallo es una persona inteligente y que no lo está haciendo mal como ministro de Asuntos Exteriores; esto dicho de una manera general. Desde luego, la comparación con sus antecesores en el cargo, Moratinos y Trinidad Jiménez, resultaría imposible. En estos momentos hay que actuar con calma, con prudencia, y sobre todo con "inteligencia política". No se nos debe calentar la cabeza, el desafío es muy fuerte, lo sé. Pero que no confunda nadie esa calma, esa inteligencia, esa prudencia, con usar la energía en la aplicación de la LEY (con mayúsculas) cuando haga falta. Y otra cosa sería modificar esa Ley (La Constitución) si llegado el momento lo quiere una mayoría de TODOS LOS ESPAÑOLES.
Por una España mejor siempre
ResponderEliminarEl problema de tener a un bocazas como ministro,ademas de un inepto