Se cumple lo previsto en la investidura de Rajoy


Ayer se cumplió otro acto de la ceremonia de investidura de Rajoy no por previsto fue menos interesante. En el se pudo visualizar en la intervención de Antonio Hernando el giro de 180 grados realizado por el PSOE. Tal como estaba previsto, Rajoy perdió ayer la votación pero ganó en todos los debates en el cara cara para finalmente salir investido presidente el próximo sábado.

Erradicada la única posibilidad que se había abierto en España de desatascar de verdad la situación de interinidad que formalmente arrastra desde hace casi un año –la convocatoria de unas terceras elecciones en las que todos los sondeos ya auguraban una mayoría absoluta al PP y a Ciudadanos–, asistiremos este domingo a la investidura del esperpento. No otro calificativo merece un Gobierno que no va a estar en manos de quien lo preside sino en manos del principal partido de la oposición, que, para colmo, actualmente está descabezado y bajo la dirección de una gestora.

Asistimos a la investidura de un presidente al que sólo apoya una minoría del Legislativo gracias a la abstención de un partido que no quiere llegar a ninguna clase de acuerdo con el Gobierno y que tan sólo ha evitado que exista en España un Gobierno que pueda verdaderamente gobernar.Con la abstención del PSOE a las iniciativas del Gobierno, Rajoy puede gobernar los cuatro años de legislatura aun teniendo en contra al resto de la oposición, incluido Ciudadanos.

Solo varios destellos animaron esta larguísima ceremonia, aparte de los lloriqueos cada vez mas enternecedores de Francesc Homs y los independentistas catalanes acosados por la justicia y los filo etarras que no saben si seguir atizado a guadias civiles o empezar a pedir clemencia, destacó el teatro montado por Pablo Iglesias y los antisistemas de Podemos. Mientras negaba vehementemente estar detrás de las manifestaciones convocadas a las puertas de la Cámara Baja para intimidar a los diputados y los votantes, Podemos desarrollaba su propio Rodea el Congreso desde dentro del mismo Hemiciclo, lo nunca visto desde aquel otro Pablo Iglesias que prometía seguir la legalidad cuando le conviniese y superarla si lo estimaba oportuno.

Abandonaron la cámara simulando indignación por un comentario de Rafael Hernando, después de haber acusado a todos los políticos asistentes de delincuentes, para volver a los cinco minutos para votar ya que en caso contrario, hubiéramos tenido investido a Rajoy de manera imprevista en el primer envite. Iglesias y Podemos no han ido la Parlamento para parlamentar, y no hablemos ya de llevar a cabo una labor legislativa: está claro que su intención es organizar todos los numeritos posibles para que se reflejen en las televisiones y fingir que son la oposición, cuando en realidad son la parte grotesca de un juego político del que se van a situar voluntariamente al margen.


Rajoy se ha enfrentado a las barbaridades del podemita y, como ya hiciera en la sesión de finales de agosto, se ha limitado a tratar de desbaratar los mensajes de Iglesias con la ironía y la retranca. Es justo reconocer a Rajoy que en ese terreno del sarcasmo se mueve con mucha habilidad y, probablemente, con mucha efectividad desde el punto de vista partidista, pero de un presidente en funciones que quiere volver a serlo durante cuatro años más tiene una responsabilidad institucional que no se puede rehuir y, en lugar de pensar en el resultado del debate como si se tratase de un partido de fútbol, debe plantar cara a aquellos que cargan contra la democracia y no dejar que esa defensa en las manos de un parlamentario de tan bajo nivel como Rafael Hernando que tuvo en este momento la oportunidad de aniquilar parlamentariamente a Iglesias

Comentarios

  1. Alberto Lopez Gutierrez

    Es que a Rajoy le cae simpático Pablito, no le pone en su sitio porque Pablito es su perro "doberman", a quien echar mano cuando las cosas se ponen feas y quiere ganar votos de los "mononeuronal" o los del "si wana".

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  2. Jose Luis Sanchez

    pues a mi la replica a iglesias me ha parecido esplendida, le ha vacilado y le ha dejado por tonto, ademas de darle un clase basica de democracia.
    cierto que hubiera podido ser mas contundente, pero no es su estilo, ademas tampoco lo ha sido rivera y le ha dejado por ignorante, complice, populista de derechas... tenia incluso mas motivos que rajoy para contestarlo y solo le ha dicho que de menos voces y haga mas cosas

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  3. Salvador ElPepe

    La actitud de Mariano con Pablo Coletas ha sido de auténtica vergüenza ajena. No quiero un presidente de Gobierno que se deje avasallar por un individuo semianalfabeto y faltón. Rivera ha defendido mucho más al PP y al Gobierno que el propio Rajoy. Vergüenza sobre vergünza. Auténtico bochorno.

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  4. Antonio Alvarez González

    Estos podemitas son más simples que el mecanismo de un chupete. Que previsibles son ja ja.

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