"No pasarán"

A Artur Mas está de los nervios y se le ha ido definitivamente la olla. La sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña para que equipare el castellano con el catalán dentro  del sistema educativo de Catalunya, lo ha puesto en pie de guerra y ha declarado enfáticamente que “por muchos ataques que se realicen contra la lengua catalana, que perduran desde hace siglos, estos están destinados a fracasar” asegurando que no va cumplir las sentencias del Tribunal Supremo que ya suman unas cuantas en este sentido.

El Tribunal aclara posteriormente que esta sentencia no pretende cambiar el modelo lingüístico y así tener que cambiar a los profesores que hablan sin dificultad los dos idiomas, sino que de lo que se trata es de darle una solución a la difícil situación aquellas familias que por razones de trabajo o profesionales se ha trasladado a Catalunya y facilitarles una línea de enseñanza en castellano a aquellos niños que han tenido que interrumpir sus estudios que recibían desde otras regiones de España por traslado profesional u otras causas y plantar su domicilio en una Catalunya cada vez más atacada de los nervios por la crisis y encerrada en sí misma.

Ellos en su desconocimiento de la “realidad” catalana, no pueden entender que en una tierra donde todos los tenderos, taxistas o peluqueras te contestan catalán o castellano de manera indistinta según como te dirijas a ellos y no hay ningún problema, les sea imposible escolarizar a sus hijos en el idioma cooficial de la autonomía que además del catalán, es el castellano. Una sociedad bilingüe no tiene mas remedio que tener la escuela bilingüe. 

 ¿Acaso el señor Mas tiene miedo de que se le desmonte el chiringuito en cuanto haya escuelas en castellano se formen colas interminables para matricular a sus retoños, por aquello de las salidas laborales fuera de Catalunya y que se desmonten las mentiras históricas y geográficas que desde hace años van suministrando dosificadas a los escolares catalanes?

Mas, en su paranoia, creo que se ha creído de verdad que está en guerra contra España y que las tropas castellanas ya están acampadas en la otra orilla del Ebro preparadas para invadir Cataluya, dentro de su particular guerra de la señorita Pepis. Para ello ya tiene a su lado al Bubu Pujol y a su hijo Pujolet, repitiéndole constantemente lo del “no acataremos”

Mal que le pese, debe de recordar el Sr. Mas, que en el momento que obtuvo el poder juró una Constitución que le obligaba a cumplir y hacer cumplir las leyes del Estado Español, también le obliga a acatar las sentencias judiciales, aunque no le gusten. Si no ya sabe... espardenyes, trabuco y dirección al monte.