RTVE ... manipulación, censura y cierre

Los miembros del Consejo de Administración de RTVE decidieron acceder al sistema informático de edición de los telediarios (iNews) para controlar los contenidos: titulares, entradillas, vídeos, entrevistas o conexiones en directo. Estamos hablando del establecimiento de una "censura previa". Como en los tiempos de la dictadura. Estos amantes de la “libertad de información” que decidieron tal cosa no son más que los “comisarios políticos” unos ciudadanos que no tienen nada de particular salvo los 120.000 euros de sueldo al año, coche oficial y toda clase de prebendas, que son puestos a dedo por los partidos políticos al frente de la información pública como está ocurriendo con la justicia, la energía, y tantos organismos públicos estratégicos de este país. La televisión pública mal que pese a algunos ha dejado de ser un servicio público fundamental al existir un amplio abanico en la iniciativa privada que supera con mucho los resultados actuales de la televisión pública y además genera beneficios.  

La promotora de este engendro ha sido la representante del PP, Rosario López Miralles, vinculada a la televisión pública antes de asumir el cargo. La iniciativa obtuvo cinco votos a favor (PP y CiU), dos en contra (IU y UGT) y cuatro abstenciones (PSOE, ERC y CC OO) después de un intenso y controvertido debate. Menos mal que los profesionales que trabajan en RTVE más la mayoría de periodistas de otros medios han salido en tromba en contra de este nuevo intento de los políticos para coartar la libertad de información de los ciudadanos.

En vista de la reacción producida los partidos políticos que pretendían implantar esta censura previa, PP o CIU se han echado atrás y ahora dicen que no apoyan dicha decisión en vista de la rápida y contundente reacción de los profesionales de los medios y de la opinión pública el Consejo que probablemente no llevará a cabo tal medida. Pero habrá que tomar nota sobre la actitud inicial sobre este asunto de Partido Popular ante el probable cambio en el gobierno, que en vez de una regeneración prometida no variaría para nada la actual politización y afán de control de los partidos sobre los medios de comunicación.

Lo que deberíamos preguntarnos los ciudadanos es esta televisión es necesaria y cuál es el papel actual de la televisión pública y su necesidad en estos tiempos ya que es perfectamente asumible por la amplia y diversa oferta privada que apenas aporta algo distinto y solo compitiendo en el mercado con las demás en ventaja a base de los impuestos y que con una plantilla desbordada no llega ni a producir aquello que emite, ya que sirve para colocar a los afines al partido y es utilizada como plataforma de propaganda del partido en el poder lo que nos genera a los contribuyentes más de 800 millones de euros de déficit al año en unos tiempos donde se habla del recorte de gastos innecesarios.

En este contexto se encuentran los centenares de televisiones autonómicas y las municipales que funcionan en todo el país por el sistema de cuotas políticas que no hacen más que aumentar el casi siempre exagerado déficit público a mayor gloria de los caciques de la zona y siempre a cargo de los contribuyentes.