La mala educación

Bajo el lema cierto de 'La Educación no es gasto. Es inversión. No a los recortes', la manifestación se ha desarrollado por los cauces habituales que nos tienen acostumbrados. Unos centenares de profesores, padres y sobre todo alumnos de Secundaria han portado pancartas y han pedido la dimisión de la presidenta regional, Esperanza Aguirre que según ellos es la culpable de todas sus desdichas.

Estuve viendo las imágenes por televisión y las entrevistas a los líderes de la manifestación haciendo las declaraciones correspondientes a este camelo organizado por los sindicatos habituales me llevé la sorpresa de que reconocer a varios de los asistentes que los había visto en otra ocasión y caí en la cuenta de muchos de ellos los había visto acampados este verano en la Puerta del Sol o sacudiendo a los pelegrinos en la visita del Papa

Puedo asegurar que allí aparte de los varios interinos que pueden quienes pueden verse perjudicados por la medida de Aguirre aún sin saber en qué medida, algún profesor nostálgico de los años 30 con sus alumnos más avanzados para que sean futura carne de cañón de una izquierda desnortada a los que pretendía darles una clase sobre derechos sin deberes  y una gran cantidad de liberados sindicales de otros gremios para llamados para hacer ruido a los que se añadieron un gran número de perroflautas de Sol.

Con cinco millones de españoles en el paro, con recortes sociales (parafraseando a los sindicatos), metiendo la mano en las pensiones, negando a cinco millones de parados su derecho a trabajar, con una deuda pública que nos tiene ahorcados, con terribles escándalos como son los EREs, etc, etc, etc, resulta que los sindicatos de clases salen a la calle para denunciar a Esperanza Aguirre, simple y llanamente porque exige una mayor calidad en la enseñanza y una administración más austera.

A estos manifestantes les importa un pimiento la educación de nuestros hijos, su futuro les importa un carajo, a esta gente lo único que les interesa es mantener las subvenciones, los liberados sindicales, que no hay ley ni orden para seguir como hasta ahora, campando a sus anchas en contra de los verdaderos profesores.

Se ha partido de una base tan nimia como es una ampliación de dos horas de horario de las clases sin alterar el horario laboral, ni sus sueldos a lo que posteriormente han ido añadiendo otras reivindicaciones pera nadie se ha pedido el reforzamiento de la autoridad del profesor o la excelencia de los alumnos, tan poca cosa  y tan inoportunamente cuando se les ha preguntado a los dirigentes sindicales de la huelga se han visto obligados a añadir que Esperanza Aguirre los ha ninguneado y ha tomado esta decisión sin consultarles.

Hay que hacer notar en esta comedia, la cínica actitud del ministro de Justicia, Ángel Gabilondo (El rector del botellón en la universidad) que con sus comentarios ha alentado esta huelga cuando el problema ha sido generado desde el propio ministerio que ha recortado este año un 7,5% el presupuesto de las Comunidades Autónomas para Educación.

Tenemos un índice de abandono escolar de más de un 40% en la ESO con los profesores de los mejor remunerados de la OCDE, que trabajan bastantes menos horas que los de la enseñanza concertada y con disfrutan de cerca de tres meses de vacaciones, algo inalcanzable para cualquier trabajador, en unos momentos en que la pregunta es si la administración pública dispondrá de medios para hacer frente al pago de los salarios de sus funcionarios para los próximos meses.  

Yo, si tuviera hijos en edad escolar, me buscaría la vida y no permitiría de ninguna manera que mis hijos fueran enseñados y malformados por estos “profesores” que están dando este mal ejemplo a sus alumnos.