Liberados de quita y pon

Si hay en la administración pública una especie desconocida y discutida es la de los liberados sindicales cuyo número es el secreto más celosamente guardado por los sindicatos que en ningún momento dice cuántos tiene ni quienes realmente son gracias a una legislación que brinda a esta figura un anonimato rayano en la delincuencia.

Hay liberados sindicales que no han pisado su puesto de trabajo donde cobran su nómina en los últimos 20 años y sus jefes ni siquiera los conocen, ya que ellos, cuando llega el momento de las elecciones se las apañan en el caso de no ser elegidos de comprar a sus compañeros lo que se les da a llamar “las horas sindicales” a cambio a veces de un desayuno.

Cuando la lupa se pone en los detalles personales empiezan a salir los problemas. Ahora con la reducción de gastos de todas las administraciones empiezan a aflorar casos sangrantes de picaresca. La decisión de la Generalitat Valenciana como tantos y tantos organismos públicos que va a suprimir a 197 liberados sindicales que accedieron al status por pacto político y que estos tengan de regresar a su puesto de trabajo. Estos son los que adquirieron la condición de liberados como concesión del dirigente de turno para congraciarse como compensación con las negociaciones con los sindicatos de tal manera que muchos de los organismos dispone en su plantilla el doble o más de delegados que le puedan corresponder por ley.

Algunos como F.T., liberado desde 1995 con el argumento de que ya no servía para enfermero. Ahora a este liberado le va a tocar reintegrarse a su antiguo empleo con la consiguiente indignación del  interino que ocupaba su puesto y ahora no va a ser necesario ya que ahora se ve desalojado por la vuelta del hijo pródigo.   

Cuando ayer CC OO, FETE-UGT, ANPE, CSIT y STEM se manifestaron para convocar una huelga general en la enseñanza pública no universitaria contra Esperanza Aguirre, habrá que preguntarse cuantos de los 3000 más o menos presentes en la manifestación en Madrid eran interinos que no llegaban a cubrir el total de los dicen que iban a "despedir" o muchos de ellos eran liberados agobiados por la amenaza de su vuelta al trabajo despues de años de vino y rosas. Ellos confiaban en que todos los niveles les respaldarían e incluso que el seguimiento se elevaría a todo el ámbito estatal. Seis días después, sus expectativas se han desinflado. «Anunciamos la convocatoria para todos los niveles porque la Ley establece que ha de hacerse con diez días de antelación, pero a día hoy todo apunta a que se llamará a la huelga sólo a los profesores de Secundaria», aseguraron tanto CC OO como FETE- UGT.

Hoy está prevista una asamblea sindical en la que se cerrará este punto, pero lo cierto es que desde hace días se baraja la posibilidad de excluir a los maestros de Primaria de la convocatoria, ya que al no afectarles el aumento horario su seguimiento no está garantizado. «Si la huelga de Secundaria tiene éxito, los docentes de Primaria podrían unirse más adelante», explicaron desde las centrales.  Son conscientes de que una cifra de seguimiento baja en Primaria e Infantil empañaría el porcentaje de apoyos que esperan que haya en Secundaria.

Tampoco tienen asegurado el apoyo a nivel nacional. La reunión que mantuvieron el martes a nivel estatal se cerró sin un acuerdo de seguimiento a la huelga madrileña, convocada para el día 14. Aunque las medidas de aumento del horario lectivo a los docentes es la excusa para dar rienda suelta a aquellos que se han victo despojados de sus privilegios y tienen que volver al trabajo ya no existe unanimidad a la hora de convocar un «parón» nacional y los sindicatos se plantean aprobar hoy únicamente un calendario de movilizaciones, protestas y encierros. De hecho, el sondeo que ha realizado entre los docentes el sindicato ANPE revela que los profesores «no lo apoyarían», ya que «la última experiencia de huelga no fue muy buena.