Los intentos de boicot a la derecha, es una muestra del desconcierto de la izquierda nacionalista

EuropaPress 2065317 El presidente de Ciudadanos Albert Rivera en un mitin de Cs en Rentería San Sebastián

España se juega mucho en las próximas elecciones generales, y no solo a nivel institucional, ya que la economía también jugará un papel determinante a corto y medio plazo. La ausencia de mayorías claras exigirá, sí o sí, la constitución de alianzas políticas, los programas económicos se pueden dividir en dos grandes bloques, uno de izquierda, formado por PSOE y Podemos, y otro de centro-derecha, constituido por PP, Cs y Vox. 

La aparición de Vox ha cambiado el tablero de juego y ha creado un lógico temor en el nacional socialismo separatista que se ha plasmado en actos de violencia para reventar sus actos electorales, perpetrados por los arietes del nacionalismo, en Rentería, Barcelona, Segovia, San Sebastián o Bilbao contra quienes desde la derecha se han convertido en un peligro para los propósitos de la alianza de la izquierda que se ha puesto a la defensiva y pretende solventar a base de insultos y pedradas sus propias contradicciones. 

Lo que estamos viendo en Cataluña que se reproduce de nuevo en el País Vasco, donde el nacionalismo usó métodos aún peores, como los utilizados por la organización terrorista ETA, para silenciar o expulsar a quienes no compartían su ideario liberticida y criminógeno. En efecto, en Cataluña los separatistas quieren intimidar, silenciar y en último término expulsar a los disidentes, que de hecho son la mayoría de la población.

Estas bandas de indeseables rebeldes sin causa que practican el fascismo que dicen estar combatiéndolo serían un problema menor, prácticamente anecdótico, de no ser por la comprensión, la cobertura e incluso el apoyo que reciben de la Generalitat o conivencia del PNV y de buena parte de la izquierda, así como de los medios progresistas, y por la ominosa dejación de funciones de los Gobiernos pretendidamente constitucionalistas. 

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El bloque del centro-derecha ofrece, en mayor o menor medida, más libertad económica, una menor presión fiscal y unos servicios públicos más eficientes. La propuesta estrella del PP consiste en una sustancial rebaja de impuestos, de hasta 16.000 millones de euros, y un revolucionario modelo de blindaje fiscal sobre el ahorro para complementar las pensiones del futuro, así como una economía mucho más dinámica y atractiva para la creación de riqueza y empleo. Cs, por su parte, también apuesta por selectivas reducciones fiscales y por mejorar el marco institucional, clave para el buen desempeño económico. 

Mientras, Vox ha presentado un detallado y ambicioso plan económico, lleno de novedades y buenas ideas, cuya implementación se traduciría, sin duda, en un enorme espaldarazo al crecimiento del PIB, las rentas de las familias y la reducción del paro. La combinación de fuertes rebajas de impuestos y profundas reformas estructurales que plantea Vox, tanto a nivel económico como estatal, demuestra, por un lado, la ausencia del populismo que tanto se le achaca por parte de la izquierda política y mediática, y, por otro, su consolidación como un partido serio y responsable para ejercer el poder.

Actualmente la izquierda española ofrece el peor rostro del socialismo, una mezcla de clientelismo político, expolio fiscal y bolivarianismo económico. Pedro Sánchez ha asumido buena parte de los postulados de la extrema izquierda y eso se nota, y mucho, en el diseño de su programa electoral, especialmente en materia económica y fiscal, donde los socialistas apuestan por un intenso intervencionismo estatal, una fuerte subida de impuestos y un crecimiento desmesurado e irresponsable del gasto público, con la única finalidad de comprar votos, a imagen y semejanza del ruinoso modelo que desarrolló el PSOE en Andalucía a lo largo de los últimos 40 años. 

Los decretazos que aprueba el Gobierno en cada Consejo de Ministros, además de suponer un insulto a la democracia y el Estado de Derecho, se traducirán en más déficit y deuda pública, justo en un momento en el que la desaceleración de la economía y el convulso contexto internacional amenazan con truncar la recuperación. 

Si a ello su suma la obsesión de Sánchez por derogar las escasas reformas aprobadas por Rajoy y por repetir buena parte de los errores que cometió Zapatero, España tiene todas las papeletas para recaer de nuevo en la crisis.




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Comentarios

  1. Miguel Ángel Alfaro López

    Toda esa violencia la hemos consentido nosotros, porque ahí podría estar el Ejército español perfectamente controlando a la gente. Todos los partidos nacionalistas incluido el PNV prohibidos, y prohibido el trapo que ondea en Ajuria Enea, porque el diseño es el de un zumbado que además la copió del Reino Unido. Hemos dejado que maten a más de mil personas, que tengan que salir de las Provincias Vascongadas doscientas mil personas a uña de caballo, y ahora dejamos que celebren las salidas de las cárceles de los "gudaris". ¿Qué cogno queremos pues? ¿De qué nos extrañamos? Bien, pues toda esa basura es la que tiene que limpiar un partido que entre en el poder y realmente quiera regenerar España. ¡¡¡Nada más y nada menos!!!
    La situación en las Vascongadas, es una suma de traición y cobardía. Y el precio que tenemos que pagar es la violencia que sufrimos, y la que nos queda por sufrir, porque esto no se acaba nunca hasta que no acabas tú con ello. La Alemania nazi hubo que derrotarla totalmente o todavía estaríamos dandole vueltas al tema...

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  2. Joaquin Vazquez Fernandez

    A ver si Riveleta y los suyos se enteran que estos son sus enemigos y los enemigos de España y no VOX.

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  3. Jose Ortega

    Esto ocurre porque está gente vive demasiado bien del dinero que nos quitan para dárselos a estos para que mantengan la bocaza cerrada, pero cada vez van a peor. Darles la independencia, pero con frontera

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  4. Juan Sagarra

    Fascismo aldeano. Folclórico. E igual de peligroso.....

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  5. Nacho Rodriguez

    A ver si se entera Ciudadanos, que Liberrtad de expresion y manifestacion en PV es lo que diga Bildu o el PNV(quien recoge las nueces, no lo olvidemos)
    Total, los Pagaza, los Ordoñez, los de la Calle y tantisimos otros, ya pusieron las nucas, que no quieran ahora ser cosiderados
    Que asco, que rencor, que odio, pero sobre todo que cobardia al diferente que tiene el nacionalismo vasco

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  6. Dolores Agenjo Recuero

    El acoso violento a los partidos constitucionalistas es continuo. Antes eran ataques a las sedes, luego agresiones a las personas, últimamente contramanifestaciones violentas para impedir el derecho a la libertad de expresión y manifestación de los constitucionalistas.
    La extrema izquierda antiespañola, el nacional separatismo, las ultrafeministas...todo el mundo puede manifestarse libremente en este país sin que nadie se lo impida, excepto los que enarbolan banderas españolas.
    Queda muy claro quiénes son los tolerantes y quiénes son los totalitarios, quiénes son los pacíficos y quiénes los violentos; quienes son los demócratas y quiénes los dictatoriales.
    Quieren libertad de expresión solo para ellos, derechos solo para ellos, respeto solo para ellos. Condenan la violencia solo si va contra ellos. Llaman gente de paz a los terroristas y terroristas a sus víctimas; llaman fascistas a los agredidos y antifascistas a los que los agreden.
    Y hay una parte de la sociedad española muy enferma que comparte estos valores, esta visión de la realidad totalmente dislocada.
    Con honrosas y casi siempre ignoradas excepciones, nuestra patológica izquierda tiene como principal motor de actuación el odio a España y cualquiera que vaya contra España se convierte en su aliado. Al nacionalismo periférico le perdonan la ideología derechista, la xenofobia, la explotación de la clase obrera...nada tiene importancia, todo es marginal, al lado del gran objetivo que comparten: la destrucción de España.
    Así, en Cataluña esa izquierda extraviada se une con la casta nacionalista, con la clase dominante de los burgueses nacionalistas, hispanófobos, con los patronos explotadores, en contra de los derechos sociales, económicos y lingüísticos de su base electoral. Esa izquierda que se pone al servicio de los ricos para destruir España permite que esa casta reaccionaria y xenófoba le robe a la clase obrera no solo el producto de su trabajo, sino su propia identidad: la lengua.
    No hay nada más reaccionario que la izquierda española.

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  7. Julio Perez Garcia

    Con esos lazos amarillos, os colgaría, así no se los llevaría el viento..... SO CERDOS.

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