Los perroflautas

"Todos conocemos a los Perroflauta. De hecho han existido prácticamente desde siempre, pero yo no los conocía con ese nombre, hasta que lo oí en boca de mi amigo Deivid. Yo los conocía con el nombre de hippies, o, como les llama mi amigo el Hobbit, “Jositos“.
Pues bien, estos curiosos personajes se caracterizan por un montón de constantes que los hacen únicos; por ejemplo, deben su nombre a que suelen ir acompañados de un can que suele estar en un estado lamentable, un auténtico foco de infecciones andante, con las costillas en 3D saliendo del lomo y con más hambre que un perro, valga la redundancia.
La otra parte de la etimología del nombre de los Perroflauta es, precisamente, la flauta, instrumento musical imprescindible de estos personajes, cuya interpretación, nefasta en la mayoría de las ocasiones, les sirve para ganarse el sustento, esto es, para ir pidiendo a los viandantes mientras les ponen la cabeza modorra con sus bucólicas interpretaciones flautiles.
También se les podrá reconocer fácilmente por sus peinados. Los Perroflauta suelen llevar unas bonitas e higiénicas rastas, de longitud, grosor, color y estado de putrefacción variables. Además, gracias a estos peinados, los Perroflauta ahorran una barbaridad en peines, champú y desodorantes, que no está la cosa para ir derrochando en futesas como la higiene. El efecto colateral a esto es que van dejando un olor a cuco que no veas tú.
Y la vestimenta, otro clásico perroflautil; ahí los ves, con sus camisetas con más agujeros que un queso de grullere y de cuando Franco tenía pelo, generalmente mostrando motivos republicanos, anarcas, o de grupos o iconos musicales perroflautiles, como pueden ser Melendi, Cañaman, Manu Chao, Amparanoia, y demás esperpentos humanos. También suelen usar pantalones de esos de múltiples colores y totalmente tiesos de la cantidad de miasmas que llevan adheridos y que se ciñen cual guantes a sus escuálidas piernas. Y cuando hace fresquete, se suelen colocar una de esas chaquetas de algodoncillo con una capucha y dos hilos colgando para ajustársela. Siguiendo con su política de ahorro para paliar la crisis económica, los Perroflauta se ahorran una barbaridad en detergente y prendas de vestir. Como queda demostrado, los Perroflauta administran y ahorran su dinero de puta madre.
En cuanto a sus aficiones, no hay Perroflauta que no sea un virtuoso de la ídem, como antes hemos apuntado, y también son muy aficionados a tocar los timbales y bongos en plazas públicas y parques, poniendo la cabeza como un avión a quien pase por allí, y a hacer malabarismos con antorchas, con diávolos, mazas, pelotas y con todo lo que pillen.
También son muy gregarios, raramente ves a un Perroflauta solo, normalmente tienes ahí a más de dos, pero jamás los verás haciendo algo útil. Normalmente, los Perroflauta son bastante flojos y la palabra “trabajar” les suele producir sarpullidos en las gónadas. Aunque los Perroflauta menos flojos y más creativos, que son los menos, hacen manualidades y pequeñas esculturas artesanas con lo primero que se encuentren en el vertedero más cercano. De hecho, he visto a algún Perroflauta emprendedor montar algún puesto callejero con sus obras e, incluso, montar algún negocio perroflautil. Además, el buen Perroflauta estará muy comprometido con las causas sociales, ecológicas o antiglobalización y no faltarán a ninguna manifestación que sobre esos temas se convoque, sobre todo si hay birra gratis. Eso sí, son pacíficos y nada violentos; el único riesgo que tienes, si te encuentras a alguno, es que te salte alguna pulga, garrapata, o similar que anide en su melondrón.En cuanto a sus hábitos alimenticios, suelen sobrevivir a base de porros y litronas. Rara vez se ve a un Perroflauta ingerir algún alimento sólido, de ahí la figura escuálida que lucen (yo no he visto jamás a ningún Perroflauta gordinflas). Además, el buen Perroflauta no suele ser demasiado viejuno, por lo que los Perroflauta se suelen jubilar, como muchísimo, a los 40 años, pasando ya a ser otro especímen antropomórfico.
Tampoco tienen problemas los Perroflauta en cuanto a la vivienda, a hipotecas, euribor, alquileres, y pollas en ollas, ya que no son delicados en absoluto en lo que a la morada se refiere; tan pronto se meten en una casa medio derruida, como que duermen en un parque, en la playa, en el cementerio, en el vertedero, o donde buenamente les quepa el culo.
   Pues viendo cómo capean los principales problemas que nos atañen en la actualidad, como la crisis económica, el dispendio presupuestario y la vivienda, necesitamos un Perroflauta en el gobierno ya; serían unos regidores y estadistas de puta madre, seguro que mejores de los que tenemos y tendremos".

Comentarios

  1. Lara Pedregal Rodríguez

    Estos perros suelen ser mucho mejor tratados que los que tiene mucha gente con un alto poder adquisitivo y un estatus social holgado.Todo mi apoyo y respeto para ellos.

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    1. claro Lara..cualquiera sabe que esta gente mira mucho por sus perros..por eso siempre disponen de agua fresca y ciomida en abundancia..sin olvidar que cada 2 meses los llevan al veterinario..lo que hay que leer por dios..cualquier estupiodez sirve para apoyar a los churretosos estos..que curiosamente los que nunca han trabajado en nada ni contribuyen en nada..son los que defienden a quien?..a los trabajadores por ej.

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