El equipo A

Ya se conocen quienes van a ser los principales compañeros de viaje de Rubalcaba hacia la candidatura al gobierno de España. A partir de ahora van a aparecer a todas horas en las televisiones estatales y autonómicas y serán los encargados de aplicar los términos de la difícil ecuación enunciada por Rubalcaba: continuidad y cambio. Como su jefe, no son más que viejos conocidos cargados de resentimiento y llenos de espolones que ya habían sido desechados por Zapatero. Con este personal los socialistas pretenden ganar las elecciones generales que van a celebrarse más pronto que tarde.
Ellos serán, como coordinadores de la campaña, el programa y la ponencia marco de la conferencia política de septiembre.
La actual secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano, quien ha estado haciendo de Leire desde que ésta fue destinada al destierro sanitario, la Valenciano  va a ser la encargada de impedir la desbandada de barones y concejales defenestrados que se va a producir a partir de ahora con promesas de nuevas recolocaciones.  
El vicepresidente de la Fundación Ideas, Jesús Caldera quien convencido que España podría acoger a diez millones de nuevos trabajadores, nos ha llenado el país de inmigrantes sin papeles que ahora merodean sin trabajo por los arrabales de las grandes ciudades.
Y la actual embajadora de España en la OCDE y anterior Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona quien llenó las costas del país de desaladoras, muchas de ellas sin funcionar, que están llenando de residuos nuestras costas, solo exclusivamente para que las comunidades de Valencia y Murcia que no votaron socialismo, no pudieran acceder al agua que se está tirando al mar desde otros puntos del país. 

Con ellos y utilizando a los del 15 M que ya se ha visto que son una creación suya, como fuerza coactiva con sus sucesivas acciones para intentar amilanar a sus competidores, Rubalcaba pretende afrontar el reto de no perder por mucho la elecciones, porque: ¿Cómo va a diferenciarse de Rodríguez Zapatero (cambio) sin renegar de haber sido su escudero hasta cinco minutos antes (continuidad)? Rubalcaba necesita un proyecto nuevo que ofrezca algo distinto de lo que se despacha. En este sentido son lógicas las dudas de los votantes propios, ahora hundidos en el desaliento, respecto a la credibilidad de quien ha estado y está comprometido hasta las cejas con las políticas que han ahuyentado a una buena parte del electorado socialista.

Esta simple relación es la constatación de que en el PSOE no existen en este momento ni banquillo que sustituya al que ha fracasado, ni se ven nuevas caras que pudieran generar alguna ilusión. Se trata de un equipo que  durante el tiempo que puedan resisistir, va a dedicarse en cuerpo y alma a evitar que el daño sea mayor y recolocar en puestos bien guarecidos con buenos sueldos y jubilaciones dentro del aparato del estado a todos aquellos que han quedado descolgados.
Estar por encima de Zapatero y Rajoy en las escalas de valoración de líderes nacionales puede ser un buen comienzo en la incierta aventura electoral que le espera pero no es suficiente. Para ganar, Rubalcaba necesitaria un proyecto nuevo que ofrezca algo distinto de lo que se despacha y esto no se ve por ninguna parte. La candidatura de Rubalcaba sólo puede tener recorrido si se asienta sobre un proyecto de recuperación de la izquierda, que pasa por redefinirla. O sea, por volver a darle un sentido. Uno de sus referentes aquí y ahora tendría que ser necesariamente la conexión con el espíritu del mentado movimiento urbano que denuncia la corrupción política, pide una democracia más participativa, exige que se aplique el principio de división de poderes y detesta el injusto reparto de los efectos de la crisis. O sea contra todo lo contrario de lo que ha estado haciendo hasta ahora.
Si los partidos de izquierda solo se justifican cuando la confrontación entre capital y trabajo, no tiene ningún sentido hacer políticas de derechas en nombre de la izquierda, que es lo que ha causado la bancarrota electoral del PSOE en las recientes elecciones territoriales del 22 de mayo.

Comentarios

  1. José Antonio Martínez-Abarca

    De entre los países serios, no hay ni uno donde la izquierda con vocación de poder diga que lo que necesita es otro giro a la izquierda. Entre los países homologados y más o menos desarrollados, la izquierda con vocación de poder lo que emprende siempre, y de manera acostumbradamente insuficiente (por eso pierde en los últimos años tantas elecciones), es un giro a la derecha. Siempre hay un buen giro a la derecha para la izquierda. Excepto en esa anomalía llamada España. España es el único país del primer mundo en resuelta deriva hacia el segundo y con franca vocación de tercero donde la izquierda aún amenaza con izquierdizarse, como si no estuviese sometida a la influencia del resto del planeta (el viejo aislacionismo orientalizante), o incluso nuestra propia experiencia española. Ya sabemos dónde han terminado en España todos los giros a la izquierda. En rectificar mal, tarde y nunca para girar a la derecha cuando ya no hay remedio para lo anterior y entonces anunciar que lo que hace falta es un giro todavía mucho mayor a la izquierda. La resaca, ya se sabe, se soluciona bebiendo otra vez, hasta el coma.

    La tenida por socialdemocracia española, que ha venido acusando a la derecha de no parecerse a la europea cuando la que no se parece es esa supuesta socialdemocracia (un socialdemócrata español sería aproximadamente, salvo por su querencia por hacerse rico, un eurocomunista en Inglaterra, por ejemplo), echa la culpa de su desastre a haber tenido que adoptar políticas de derechas... para tratar de arreglar, mal, sus previas políticas de izquierdas. Han puesto a los viejos compañeros Caldera y Narbona a redactar el programa electoral del PSOE para las generales, lo cual, salvo que los aten de pies y manos, indica otro giro a la izquierda del PSOE cuando el Universo Mundo gira entero a la derecha, incluidos los compañeros de la Internacional Socialista, la mayoría de los cuales aquí serian tenidos por peligrosos revisionistas. Dos calamidades, Caldera y Narbona, que vuelven piafantes a la escena de su crimen. Caldera aún nos cuesta mucho dinero público con aquella política del "papeles para todos", que ha derivado en empleo para casi nadie y merodeo para demasiados. De Narbona, simplemente, el país no se ha recuperado de su recuerdo. España empezó a ser un paraje mucho peor, más egoísta, más exasperado, más cerril y más anacrónico (con la coartada de las "nuevas sensibilidades") desde que Narbona entró al Ministerio de Medio Ambiente. Y, como responsable de organizar la próxima campaña socialista, Elena Valenciano, precipitado de todas las tragedias intelectuales del mundo contemporáneo. Como se lee en su blog, infinitamente más irrespirable que el célebre de la compañera López i Chamosa. Qué tres patas para un banco.

    Mientras el planeta examina las insuficiencias estructurales de la socialdemocracia para dar respuesta a la realidad, nuestro socialismo autóctono habla de que es hora de avanzar con paso firme hacia una izquierda que no gobernaría ya en ningún sitio. Pero es verdad que en la Internacional Socialista cabe cualquier cosa: estaba Hosni Mubarak.

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  2. clarisa

    El partido del gobierno pierde O y no tiene banquillo solo palmeros.Lo han destrozado--El mistro de los papeles para todos es su pobre esperanza con su Fundacion ideas.Cuales? ya no les quedan!

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  3. SINCERIDAD

    ¿Qué se estará cociendo en el PSOE para que aparten a José Blanco? Las cosas deben ir incluso peor de lo que parece.

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  4. Norte Oeste

    Nombrar a Elena Valenciano como jefa de campaña lectoral, éso quiere decir que en el subconsciente de Pérez Rubalcaba está asentada la siguiente idea: "Perdidos ya estamos... nombraré a esta tía, escaso cerebro y mucha lengua, de triple filo, y a ver qué pasa...". ¿Y Caldera...? ¿Otra vez Caldera...? ¡Y más Rubalcaba...? Deben ver las cosas muy negras, ¡negras!, en el PSOE...

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  5. fredy ¡qué mal te veo, Clodoveo!

    Valenciano no necesita buldog,¡ es ella! ¿Y Caldera? ¿El tío del tipex y los papeles, los de para todos y los de salamanca, ésos por los que había que pasar por encima de su cadáver? Rubalcaba no sólo es que haya perdido el norte y el sur, es que se le ha ido totalmente la olla

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