El saqueo de Andalucia (17) “No había vuelta atrás”
La declaracion documentada ante la Guardia Civil de María José Rofa, asesora de la Dirección General de Trabajo y Seguridad Social entre julio de 2008 y marzo de 2011 están dando la puntilla a José Antonio Griñán. Maria José Rofa, ha sido asesora de la Dirección General de Trabajo y Seguridad Social entre julio de 2008 y marzo de 2011. Rofa llegó a la Consejería de Empleo a los pocos meses de que Chaves jurara por última vez el cargo como presidente de la Junta y de que cesaran a Francisco Javier Guerrero. Antonio Fernández seguía siendo el consejero de Empleo y Juan Márquez Contreras el nuevo director general de Trabajo. Los dos últimos están imputados.
La asesora describe en la documentación que se encuentra con un caos obsoluto en la gestión de los expedientes. Los nueve años de Guerrero –ahora en prisión preventiva– al frente de Trabajo dejan la herencia de una total ausencia de procedimiento para otorgar las ayudas, partidas comprometidas sin «soporte de convenio entre la Dirección General de Trabajo y la agencia IDEA», un completo desorden en los expedientes, la imposibilidad de verificar la legitimidad de los beneficiarios de pólizas, e incluso el desconocimiento de cuánto debían a las aseguradoras.
Había dos opciones ante esta encrucijada. Una reformulación total para virar hacia la legalidad, lo que hubiera dado lugar a que se hubiera conocido el escándalo o hacer un torniquete administrativo, ordenar en la medida de lo posible los papeles y seguir adelante. Del testimonio y la documentación de esta asesora se desprende que se optó claramente por la segunda vía. La estrategia funcionó hasta que a principio de 2009 estalló el escándalo de las comisiones irregulares en Mercasevilla y, de ese hilván, la aparición de los primeros intrusos en 2011.
Ante este caos, señaló Rofa a la Guardia Civil que «cabía la anulabilidad de todos los actos administrativos e instar la normativa legal que amparara a los beneficiarios que pudiesen legítimamente aspirar a dichas ayudas, pero no se tuvo en cuenta dicha opinión. De hecho, se me dijo que no era posible abordar dicho “escándalo” de descontrol sin saber siquiera el fondo de lo que había por delante y qué es lo que había firmado el saliente director general, Javier Guerrero».
La primera tarea de Rofa fue «localizar documentación para verificar datos», para lo que se ayudó de dos secretarias de Guerrero. Apremiaba disponer de toda la información, porque tenían que remitirle los datos a Hacienda para elaborar los Presupuestos de 2009, que fueron los últimos de los que se encargó Griñán como consejero de Economía y Hacienda.
Se «planteó la reflexión de que así no se podía trabajar». Faltaban «recursos y los expedientes no estaban hechos conforme a «expedientes administrativos». En acuerdo con Juan Márquez Contreras, se nombró a un equipo para normalizar la situación, entre ellos, a un administrativo sobrino del director general. «Se tuvieron varios análisis con la Agencia IDEA y la Consejería de Empleo», «entre los directivos acordaron seguir con el mismo procedimiento –emanado del convenio de 2001 entre Empleo y el IFA sobre el que alertó la Intervención General–, pero montando los expedientes conforme a reglas de administración». «El objetivo era que lo antes posible todo el pasado de Javier Guerrero quedara saldado».
El laxo sistema de custodia de los expedientes cambió tras saltar el «caso Mercasevilla», antes incluso de que estallara definitivamente la trama de los ERE. «Desde el domingo 21 de noviembre de 2011 (puede que se refiera a 2010, el 21 de noviembre de 2011 era lunes) los expedientes han estado bajo el control de la Dirección General –con Daniel Alberto Rivera al frente–, “se vaciaron armarios, se tenían bajo llave con permiso de acceso de la asesora del consejero y de la secretaria». «Desde mi entrevista del jueves 25 de noviembre (de 2010) había un equipo de personas que no conocíamos trabajando con los expedientes en la sala del fondo, con las persianas bajadas, parecían equipo del gabinete del consejero», detalló.
La consigna era salvar a Francisco Javier Guerrero. «La instrucción recibida desde finales del verano de 2008 fue seguir montando los convenios para dar cobertura a los compromisos asumidos por el anterior director general a fin de no perjudicar a los beneficiarios (...) No había vuelta atrás».
bremon
ResponderEliminarSupongamos que Griñan gana las elecciones.
Cuando sea llamado por la Justicia ¿ qué dirán los borregos que le votaron?
¡ Qué gran cultura la de las izquierdas !
kilroyw
ResponderEliminarAqui no estamos hablando de política.
Esto es crónica negra, crimen.
Al parecer hay cientos de millones de euros que están donde no deberían, y si no es magia-potagia, más de uno tendrá que acabar en el "trullo"
Creo que ya hay uno, espero por lo menos otro, y por lógica debería ser alguien "más gordo".
jragc
ResponderEliminarPero a estas alturas de la película, ¿quién duda de que Griñán, Chaves, y todo su gobierno, sabía lo que estaba sucediendo en Andalucía?. El único que no se enteraba era el Fiscal General del PSOE, perdón, del Estado, el SR. Conde Pumpido.
Libertad Digital 20-3-12
ResponderEliminarLa declaración a la Guardia Civil de la exasesora de la Dirección General de Empleo sigue revelando nuevos datos sobre el supuesto intento de ocultar los ERE fraudulentos por parte de la Junta.
De hecho, declaró que el actual consejero de Empleo, Manuel Recio, estuvo en compañía de altos cargos del departamento y de personal externo de la Consejería el fin de semana del 20 y 21 de noviembre de 2010 con la consigna de "reelaborar" expedientes.
Pero además hubo una extraña llamada telefónica. Ese domingo Ramón Díaz, actual parlamentario socialista y exasesor de Guerrero, llamó a esta asesora y le dijo que estaba "en la sede del partido y no solo" y agregó además que "quiénes me creía yo que estaban pendientes de estos temas allí". Fue la última vez que estuvo ahí. El máximo jefe por entonces de Díaz era el exsecretario general del PSOE de Sevilla y exconsejero, José Antonio Viera.
En su relato de los hechos, esta exasesora dice que a las nueve y media de la mañana del sábado comenzaron esta misión en la Consejería. Ese día estuvo toda la cúpula del departamento, incluido el actual director de Trabajo, Daniel Alberto Rivera. El domingo se sumaron el que fuera jefe del gabinete del consejero, Rafael Calvache, su mujer y la ex directora-gerente del SAE, Alejandra Rueda. También llegó el consejero Recio y su actual viceconsejero, Justo Mañas. Cuando ésta saludó a Mañas le dijo el vicenconsejero: "sabíamos que esto iba a pasar".
"Se encerraron en la sala de reunión todos menos nosotras. Seguimos viendo los expedientes. Las voces en la sala de reunión subieron de tono", aseguraba a la Guardia Civil la que fuera asesora de Empleo.
Así, rastrearon documentos, correos electrónicos, los archivos de ordenadores... todo, para encontrar las pólizas de las prejubilaciones; dando parte constantemente al consejero que iba haciendo un informe. La consigna era clara: "reelaborar la lista de expedientes vivos por provincias". Daniel Alberto Rivera pidió a la exasesora que no dejara rastro, solicitándole que dicha lista fuera guardada en el USB y no en un ordenador.
Cuando se fueron, la operación se encaminó a no dejar rastro de su presencia: "se guardaron en los armarios de la sala de reunión, junto con todos los listados preparados, los antiguos y nuevos, se limpiaron todas las mesas, vasos, botellas, papeles", asegura. Igualmente, mandaron que se quitaran "todas las pistas y trazos" del trabajo, e incluso "fregaron hasta las tazas y copas usadas" en el cuarto de baño. Con la basura, se operó del mismo modo: la recogieron y la pusieron en una "papelera grande" colocándola en el lugar donde primero se la llevaba el retén de limpieza. "Era un dejar todo sin rastro", concluye.
Pilar Zamora Ruiz
ResponderEliminarMe voy a ir al final de la historia del saqueo en Andalucía a ver si me entero del desenlace ji ji ji ji
Eloy Sagüillo Rodríguez
ResponderEliminarPues dirá, como Gomer Sinson: "era mi primer día" y se quedará tan agusto, el cabrón.
Conchita Monsó
ResponderEliminarA la cárcel tras un juicio publico con juez no político e imparcial.