Un trío para "regenerar" a España

Mariano Rajoy, Pedro Sánchez y Artur Mas van a tener la oportunidad la semana que viene de demostrar que están por encima de los intereses personales o de partido y afrontar esa Segunda Transición que tanto necesita España, pero me temo que difícilmente vamos a ver algún gesto en esa dirección. Ninguno de los tres tiene verdadera capacidad de sobreponerse a sus circunstancias y, en un golpe de audacia, ir todo lo lejos que la situación actual requeriría, probablemente porque eso supondría abrir las puertas a unos cambios que se les antojan demasiado peligrosos.

Con que los tres llegaran a ponerse de acuerdo en no dificultar a que la justicia mande a los corruptos respectivos a la cárcel, habríamos dado un gran paso. Los tres tienen mas muertos en sus armarios de lo que los ciudadanos están dispuestos a soportar. Gurtel, o Valencia, por el PP, los Pujol, ITV o  el Palau de la Música por CIU y por el PSOE la tela de araña andaluza de las subvenciones, de los cursos de formación o los ERES. Esto sería para empezar.

También podrían ponerse los tres de acuerdo en desmantelar los tinglados que tienen cada uno de sus partidos en las distintas regiones que no sirven para nada, solo dar de comer a inútiles de su partido,  amparar a sus corruptos o cerrar las bocas de algunos disconformes, que los hay. Ahí estaríamos hablando del Senado, Diputaciones, Tribunal de Cuentas, Poder Judicial, Parlamentos Autonómicos, CAC o TV3 por dar unos cuantos ejemplos. 

Al acecho está Podemos con ganas de demostrar que pretende demostrar su solución a la cubana es la única posible. Yo creo que podemos es la solución. pero no me refiero al verbo poder sino al verbo podar a pesar que suena igual.

El lunes Mariano Rajoy se verá con Pedro Sánchez que intentará explicarle, si le ha dado tiempo a estudiarlo, como puede ser lo de su federalismo entre  para resolver el problema catalán en su primera reunión de los líderes de los partidos mas votados. Sánchez va a pedirle a Rajoy una reforma de la Constitución, sí, pero él ya es consciente de los límites de esa reforma y de que no puede ir demasiado lejos porque sin el concurso del PP no es posible hacer nada. Y en ese punto entra en juego un presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, inflexible a la hora de cumplir con la legalidad vigente y reacio a los grandes cambios.

A pesar de que Pedro Sánchez tiene el respaldo de los votos de los militantes en este tiempo, ya le habrá dado tiempo de averiguar hasta qué punto intervienen las distintas fuerzas que fluctúan como un magma que equilibra el partido en sus propias decisiones, y que su margen para hacer y deshacer no es tan amplio como algunos han querido hacer creer. Su partido no puede ser el ejemplo federal que preconiza. Cada territorio campa por su capricho, empezando por Cataluña. Pero tengo curiosidad por conocer de una vez su proyecto federal que no propone la igualdad de los territorios federados.

Artur Mas, que será el segundo en entrevistarse con Rajoy, es probablemente el que, de los tres, se encuentra más atrapado por las circunstancias que él mismo ha creado y de las que ahora quiere salir y tiene difícil escapatoria. Sabe perfectamente que no puede celebrar, de una manera legal, la consulta del 9 de noviembre y sabe, también, que en la oposición a celebrar esa consulta se encuentran al unísono el PP y el PSOE, por lo que difícilmente puede arrancar de ninguno de los dos partidos algún compromiso que le permita salvar la cara sin tener que sacrificarse en el altar de la mayoría absoluta a favor de ERC. 

¿De que van a hablar los tres líderes? Me temo que nos quedaremos como estamos y que lo de Cataluña, una vez superado el trámite de la consulta ilegal, se intente resolver por la vía de mayor financiación.

Pero España necesita un cambio. No porque haya que dar respuesta al envite catalán, sino porque es evidente que el modelo actual no funciona como debería y hace falta introducir importantes modificaciones. Estos cambios no pasan por dar pasos hacia atrás con discursos ya superados como los de Podemos, sino por dar los pasos hacia delante.