Las pocas luces de Mónica Oltra

Imagen de la vicepresidenta valenciana, y consellera de Políticas Inclusivas, Mónica Oltra.

La Justicia condena a su consejería por dar un niño en acogida a un pederasta reincidente

Ella, la vicepresidenta valenciana Mónica Oltra, va de plató en plató dando lecciones y proyectando su imagen nacional, pero los valencianos tienen la cruz de padecerla a diario. Por si no fuera poco que su exmarido, trabajador de su consejería, ha sido condenado por abusar sexualmente de una menor, ahora conocemos otro dato que no viene más que a demostrar la nefasta gestión de Oltra.

La Audiencia de Alicante ha condenado a la Generalitat Valenciana a hacerse cargo de la indemnización de 6.000 euros a un niño de acogida de doce años que sufrió abusos sexuales del padre que lo tenía en acogida. Sergio B. R. un pederasta reincidente, se conformó en el juicio con una pena de cuatro años y medio de prisión y ésta es su segunda condena.

A pesar la confesión del procesado y el acuerdo alcanzado entre fiscal y la defensa, la sala debía dilucidar tras la vista oral si la Generalitat tenía alguna responsabilidad en los hechos y, por lo tanto, debía hacerse cargo de la indemnización a la víctima por el trastorno de estrés postraumático que sufrió el pequeño a raíz de los abusos sexuales. El abogado de la Administración autonómica expresó su oposición a que ésta tuviera responsabilidad y mantuvo que los hechos sólo eran atribuibles al acusado. La sala la ha condenado como responsable civil subsidiaria.

Según la sentencia, existe una «infracción del deber de cuidado reprochable» a la Administración autonómica, ya que «es la responsable directa en la selección de personas y en el control de la actividad que éstas deben desarrollar». Los hechos se remontan a 2016, año en el que la Conselleria de Oltra autorizó al acusado a tener en casa a un menor de doce años en régimen de acogida en su domicilio durante los fines de semana y los periodos vacacionales.

Por tanto, la Audiencia concluye que los hechos se producen en el ejercicio de unas funciones encomendadas al acusado por la entidad pública.

El niño estuvo en el domicilio entre el 10 de febrero y el 29 de julio de 2016. El fallo declara probado que el episodio de abusos sexuales ocurrió una noche en que el menor fue a dormir a la cama del acusado para ver la televisión, momento que éste aprovechó para hacerle tocamientos y frotarse con él.

Después de que el menor le dijera que tenía miedo y de que se pusiera a llorar, el acusado acabó parando. También la sentencia considera acreditado que en otras ocasiones Sergio B. R. puso películas pornográficas al pequeño para que se masturbara, algo que éste no hizo.