Palabra de Rajoy

Mariano Rajoy en su intervención ante el Comité Ejecutivo del PP el pasado 2 de febrero, tras el estallido del caso Bárcenas, Rajoy dijo que en su formación "no se pagan cantidades que no hayan sido registradas en la contabilidad del partido ni que de cualquier otra manera resulten fiscalmente opacas". El 1 de julio de este año Mariano Rajoy juró ante todos los diputados de del Congreso “que nunca el PP se había financiado por medios que no fueran los legales y aprobados por el Tribunal de Cuentas”.

Las pruebas incautadas en los registros practicados por la policía y su coincidencia con las anotaciones del que fuera tesorero del PP llevan al juez a determinar sin el menor género de duda que "se confirman los indicios de la presunta existencia en el PP de una cierta corriente financiera de cobros y pagos continua en el tiempo, al margen de la contabilidad remitida por el partido al Tribunal de Cuentas".

Lo que otorga a este documento judicial una importancia decisiva es que responde a los hallazgos documentales de los registros que la UDEF llevó a cabo en Unifica, la empresa del citado arquitecto, de forma que el PP no puede en esta ocasión argüir la presunta falsedad de "los papeles de Bárcenas", con cuyos apuntes, por cierto, coinciden de manera exacta en importes y fechas todos los "recibís" y facturas sentados en la contabilidad de la empresa contratada por el PP para la reforma de su edificio.

La conclusión que de forma obligada hay que extraer de estos pagos irregulares es que, si el PP saldó con dinero negro los servicios prestados por esta empresa, es porque necesariamente recibía cantidades opacas al fisco de empresas y particulares con las que más tarde hacía frente a sus gastos utilizando ese mismo mecanismo, tal y como Bárcenas ha declarado reiteradamente en sus distintas comparecencias ante la autoridad judicial.

Han pasado solo unos meses de sus palabras se han convertido en su penitencia. El Juez Ruz se ha encargado de desmentirlo a través de un auto donde se acredita la existencia de pagos en dinero negro al arquitecto Gonzalo Urquijo por la reforma de la sede nacional del Partido Popular, cuyo importe supera el millón de euros. Esto nos dice simplemente que o Rajoy no se enteraba en realidad de lo que estaba ocurriendo en el partido del que es su Secretario General o bien que mintió entonces al Juez Ruz y a los españoles. Mª Dolores de Cospedal se ha apresurado hoy a declarar que el pago de esta reforma estaba debidamente constatado en la contabilidad del PP, algo muy fácil de demostrar y que el juez Ruz está en desacuerdo.

Con las pruebas conseguidas por Ruz, fundamento esencial de su auto del pasado viernes, la credibilidad del presidente del Gobierno quedaría desvirtuada por completo, pues no sólo mintió a su partido sino también al Parlamento, que es una de las faltas más graves en que puede incurrir un gobernante democrático.

Así estaba esta semana González Pons diciendo que su partido no es peor que el resto de los partidos, cosa que no es más que una obviedad. Pero a nadie se le escapa que esta semana veremos a toda la oposición con el PSOE y Rubalcaba a la cabeza, echarse al cuello del presidente pidiendo su dimisión, como si en su partido no hubieran ocurrido casos parecidos o incluso mucho más graves y él no hubiera mentido nunca al parlamento. 

Habrá que esperar a que la Justicia dictamine, aunque las evidencias sobre la financiación irregular del Partido Popular se acumulan en las instancias judiciales, lo cierto es que en estos momentos el caso se encuentra en la fase de instrucción, y confiar que el CGPJ, no hurte de nuevo a los ciudadanos su derecho a una sentencia ejemplar que lleve a un cambio real de los métodos utilizados hasta ahora por los partidos políticos.