Diálogos para besugos

Solo a un idiota se le podía ocurrir que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, visitara ayer  el Cuartel de la Guardia Civil de Vic (Barcelona) y se reuniera con los mandos y las víctimas del atentado, justo dos días antes de que uno de sus autores sea liberado junto a otros terroristas, violadores y asesinos. Allí el ministro confirmó la excarcelación del único etarra , Juan José Zubieta, que sigue vivo implicado en el atentado del cuartel de la ciudad barcelonesa el 29 de mayo de 1991, gracias a la sentencia del Tribunal de Estrasburgo anulando la doctrina Parot. 

En su discurso presumió que "se había vencido a la ETA" y la suelta de los criminales podía ser la prueba de ello y añadió que "atentados como el del 29 de mayo de 1991 en Vic no volverán a ocurrir porque hemos vencido a ETA, especialmente con la Guardia Civil en la vanguardia de esta victoria". ¡¡¡Toma ya!!! Es decir, que los presos etarras y sus seguidores son tan tontos que celebran su derrota con cohetes y champán por cada uno que excarcelan.

"Entendemos la profunda alarma social", ha añadido Fernández, que ha reiterado que harán todo lo que sea legal para proteger a los ciudadanos. Si no han sido capaces de defender su postura en contra de la sentencia del tribunal de Estrasburgo, al menos resistirse un poco… ¿cómo podemos los ciudadanos esperar que lo vayan a hacer a partir de ahora?

La guinda a este despropósito la puso el alcalde de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal, que no había sido invitado a este acto, ha aprovechado para emitir un comunicado, en el que asegura que considera de "muy mal gusto" que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, "utilice a las víctimas del terrorismo por interés político". Cuando sucedió el atentado "fue el ayuntamiento y los ciudadanos de Vic los que estuvieron al lado de los afectados", ha asegurado Vila d'Abadal, que ha recordado que el ministerio "aún debe 30 millones de pesetas (180.000 euros) del dinero que el consistorio avanzó para los damnificados".

En el comunicado, el alcalde de Vic afirma que "no se puede hacer política ni quedarse en exclusiva las víctimas del terrorismo" porque "la ciudad de Vic no se lo merece, por la solidaridad que mostró y por todo el apoyo que dio" en su momento. Además, Vila d'Abadal ha lamentado que se hayan perdido las formas de cortesía entre las dos instituciones, ya que el Ministerio del Interior no ha comunicado la visita del ministro a la ciudad, "tal y como es habitual y marca el protocolo cuando un miembro del Gobierno, sea autonómico o estatal, visita un municipio".

Fernández Díaz ha admitido que, en el encuentro de este lunes con las víctimas del atentado del 1991, no ha convocado a las autoridades locales y se ha justificado "en vista de los antecedentes". El ministro ha insinuado que el alcalde de Vic no hubiera asistido al acto, aunque hubiese sido advertido, asegurando que él prefirió anunciar el acto a solo aquellos que "quisieran estar" en él. Fernández Díaz ha cargado contra Vila d'Abadal al decir que "las personas, más allá de las palabras, se definen por sus actos y esto empieza por la primera autoridad de este municipio". Se le ha olvidado recordarle que desde hace tiempo en el balcón del ayuntamiento que representa no está visible la bandera de España ni siquiera ondea la bandera de la región que representa, sino que han una estelada que nadie le ha requerido hasta la fecha que la retirara ya que no es bandera reconocida por la ley.

Lo dicho, todos sabemos lo que ocurrió después del atentado y recordando la manera rastrera que el ayuntamiento de Vic se comportó con las víctimas con este atentado que no ha tenido siquiera un detalle posteriormente con la víctimas que solo tuvo en mente en trasladar el cuartel a las afueras de la ciudad. Todo esto se puede resumir como un auténtico diálogo de besugos.