El enemigo a batir

Ciutadans se ha convertido el maldito de toda la casta política. Sus intervenciones son boicoteadas tanto por CIU y la caterva nacionalista como por el PP en el Parlament de Cataluña. En Madrid que es ninguneado por el Presidente Rajoy a pesar de sus expectativas electorales y la coincidencia en muchos de sus planteamientos electorales.

El partido de Albert Rivera crece en las encuestas como la espuma. Tanto que en Cataluña amenaza con arrebatarle la preferencia del voto no nacionalista al Partido Popular. La valentía de su presidente en sus punzantes intervenciones en el Parlament (siempre en castellano) y en las televisiones y tertulias le han ganado la enemiga de la Generalitat. En todos los frentes.

Las sesiones en el parlamento autonómico de Cataluña son cada día más tensas. No hace ni un mes del abandono en bloque de los diputados de Ciutadans y el PP tras ser tachados de "nazis", "franquistas" y "fascistas" desde los bancos de los diputados de las CUP (las Candidatures d'Unitat Popular") y ayer se volvió a registrar un hecho insólito en dicho hemiciclo. Un dirigente de Convergencia, Victor Terradellas, instalado en la tribuna de prensa, increpó al líder de Ciutadans, Albert Rivera, cuando éste hacia una pregunta de turno al presidente de la Generalidad, Artur Mas.

Según testigos presenciales, empleó, en catalán, expresiones como "ya está bien de mentir", "no tienes vergüenza" o "no hacéis más que insultar al presidente". El diputado Jordi Cañas, también de Ciutadans, se giró para pedir silencio y se encontró con una "peineta" de Terradellas, quien no es diputado autonómico, pero ostenta el cargo "secretario de relaciones internacionales" de la ejecutiva de Convergència.

El diputado Cañas abordó con posterioridad y en los pasillos del parlamento a Terradellas para pedirle explicaciones por su comportamiento y por el gesto del dedo y éste se justificó, según explicó Cañas a Libertad Digital, alegando que tenía problemas con los dedos, concretamente dijo que tenía "los dedos inflamados".

No es la primera vez que desde la tribuna del público, los diputados de la oposición, esto es Ciutadans y el PP, reciben insultos y abucheos, pero sí es la primera en la que la agresividad verbal procede del espacio habilitado para la prensa y corre a cargo de un miembro de la ejecutiva del partido de Artur Mas.

Ni que decir los atentados que sufren periódicamente sus sedes con pintadas, algún pequeño incendio y amenazas constantes por parte de los miembros más radicales del soberanismo que entienden que este partido es su verdadero adversario y han puesto el foco en la magnífica proyección de Ciudadanos ante las posturas ambiguas del PP y PSOE sobre su proyecto de España

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