El órdago del General Presidente

El presidente del Principado de Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, ha decidido convocar por sorpresa elecciones anticipadas al ver rechazado su proyecto de Presupuestos para 2012. Menos de un año después de las elecciones autonómicas de mayo de 2011, el líder de Foro Asturias se ha visto abocado a la convocatoria electoral ante la imposibilidad de pactar con PP o con PSOE las cuentas de la Comunidad.

Cascos ha preferido que los ciudadanos vuelvan a votar antes que tener que gestionar este año con los presupuestos prorrogados de 2011, unas cuentas que fueron elaboradas por el Gobierno regional de entonces, formado por PSOE e IU.

El enfrentamiento entre Foro y PP ha sido el detonante  de esta convocatoria que viene desde el momento de la negociación para la formación nuevo Gobierno. Pese a las reuniones mantenidas, el acuerdo resultó imposible y Álvarez-Cascos se vio obligado encabezar un Ejecutivo en minoría con la esperanza de que los populares apoyasen al menos un presupuesto que permitiera a su partido llevar a cabo su programa de gobierno. Pero tampoco en el día a día se llegó al menor punto de acuerdo. Cuando Cascos intentó ajustar las cuentas anulando la partida de más de once millones destinada por el anterior, los partidos de la oposición llegaron apoyar en la Junta General del Principado una ley que bloqueaba la decisión del Ejecutivo.

La relación de Cascos con su ex partido ha ido de mal en peor y ha imposibilitado cualquier punto de encuentro. Primero, el PP eligió como número uno de su lista por Asturias a Isabel Pérez Espinosa que en mi modesta opinión no era la persona adecuada a contrarrestar la enorme personalidad de Cascos, la cual en su momento votó en contra del mismo presupuesto de PSOE que ahora pretenden prorrogar. Cascos ha atribuido directamente la necesidad de convocar elecciones a “la alianza contra natura entre PP y PSOE que no tenía otro objetivo que impedir gobernar”,

El último gesto de Mariano Rajoy ha sido aún más perturbador: nombró como delegado del Gobierno en Asturias al mayor enemigo político de Cascos y el hombre que impidió que el ex ministro y ex vicepresidente fuera el candidato del PP: El ex alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, el impulsor del "statu quo" paralizante de los últimos tiempos. Antes de las elecciones Cascos rompió lo que ya era evidente desde hace años, el reparto de prebendas entre la casta política del PP y del PSOE del Principado que impedía su desarrollo. Que con una situación tan horrorosa como la que vive España, Mariano se dedique a cultivar sus rencores y haga pinza contra Cascos con el partido de ZP, de Rubalcaba y de Carmen Chacón es una vergüenza.

Después de tres días consecutivos explicando que el rechazo de la Junta General a sus primeros presupuestos hacía imposible poner en marcha los proyectos con los que el Gobierno pretendía reactivar la economía asturiana, Cascos compareció ayer por la tarde en la sede de presidencia para anunciar que el próximo 25 de marzo los asturianos votarán de nuevo para elegir a su presidente. Han valido los principios de un personaje que cuando estaba en el PP le llamaban “General Secretario” al que no le importa arriesgarse a perder estas elecciones, mientras el resultado su resultado probablemente sea lo mejor para Asturias.