Silvia Tortosa - Segunda y última carta a los Reyes Magos de la Moncloa

SEGUNDA Y ÚLTIMA CARTA A LOS REYES MAGOS DE LA MONCLOA

Queridos reyes magos de la Moncloa.

Soy de nuevo Silvia, la niña de sesenta y cuatro años que les escribió hace unos días, y con esta carta ya me despido porque a partir del día seis ya no serán Reyes Magos sino políticos con un problemón de narices que resolver.

Verán: Estoy un poco esperanzada y un poco triste. Un poco esperanzada porque veo que tienen intención de cambiar cosas de ese código penal español que, en algunos aspectos, parece del neolítico. Y un poco triste porque todos – bueno, todos no, sólo los ciudadanos de a pie - vamos a pagar con recortes e impuestos las brutalidades cometidas por quienes debían velar por nuestros intereses y que se van a ir “de rositas” y con los bolsillos bien forrados a costa nuestra. Pero de esto último ya les hablé en mi carta anterior y no quiero hacerme pesada.

Por una parte estoy contenta porque parece que eso de que los delincuentes acumulen delitos tan tranquila e impunemente se va a acabar. Muchas gracias Sr. Rey Rajoy. Sin embargo no puedo dejar de preguntarme con estupor cómo es posible que haya hecho falta un cambio de gobierno para rectificar una situación que, por ejemplo, ha permitido que durante nueve años el asesino en libertad de Sandra Palo, haya ido de robo en robo, literalmente “entrando por una puerta y saliendo por la otra”. Que fuerte ¿No? Y puestos a mejorar el código penal, me voy a permitir la libertad de preguntar a sus majestades algunas cosas que no entiendo bien, en especial de la justícia . Debe ser que soy un poco ignorante o un mucho inocente…

Está claro que los impuestos y recortes anunciados van a hundir completamente a la clase media española. A los que son pobres no les van a sacar nada porque ya se lo sacaron todo los que estaban antes, y los muy millonarios tienen en sus manos todo tipo de trampas, evasiones y ocultaciones para seguir siendo muy millonarios pase lo que pase y gobierne quien gobierne. Pero de esos, de banqueros y grandes fortunas privadas, ya hablaremos otro día.

Así que, volviendo a los cargos públicos y al código penal yo me pregunto si antes de sangrar hasta la muerte a esta clase media que es el sostén del país, a esta pequeña y mediana empresa que es la verdadera creadora de empleo, a estos autónomos que se la juegan en caída libre y sin paracaídas todos los días, ¿no se podrían cambiar también algunas leyes para que se responsabilice a los cargos públicos que han jugado – y perdido - a la ruleta con nuestro dinero?. De momento no hablo de encerrarles, no. Encima de que han arruinado a media España tendríamos que pagar su estancia en la cárcel de nuestro bolsillo, que no sale barata por cierto. Bien pensado eso no sería práctico. Lo práctico sería obligarles a que devuelvan todo lo que han despilfarrado o recibido bajo mano. Todo. Hasta el último céntimo. Sin compasión. Porque ellos no la han tenido con nosotros. Y si no pagan, entonces sí, al trullo.

¿No creen ustedes que así podríamos ahorrarnos unos cuantos impuestos y salvar a esta sufrida clase media para que puedan, al menos, sobrevivir? Porque si la clase media se va a hacer puñetas, queridos Reyes Magos de la Moncloa, España irá detrás.

Gracias por atenderme y hasta el próximo año.

Silvia