Cuando Baltasar Garzón fue a hacer las Américas

En los próximos días se sentará por tercera vez en el banquillo del Tribunal Supremo al Juez ahora separado de sus funciones, Baltasar Garzón con las acusaciones de prevaricación, cohecho impropio y estafa por la solicitud de patrocinio al Banco Santander y a otras empresas como la petrolera Cepsa, Endesa, Catalunya Caixa, BBVA y Telefónica para que le sufragaran unos cursos el la Universidad de Nueva York por un total de mas de un millón doscientos mil dólares en los que participó mientras disfrutaba de una licencia de estudios que le concedió el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)

El procedimiento utilizado por el juez estrella fue remitir cartas a los responsables de estas grandes empresas españolas para que le manden dinero para los cursos, los de su hija en la universidad y los de una colaboradora que se llevó desde la Audiencia a Nueva York mientras también seguían cobrando sus salarios a la vez desde España.

En todos los casos era dirigir una carta personal a los máximos responsables de estas empresas con el modelo de la que dirigió a Emilio Botín pidiéndole una aportación para llevar a cabo los cursos que impartió e la Universidad de Nueva York. El juez Garzón habría cobrado del banco de Santander por exculpar a sus directivos en el caso de la sociedad SCI Gestión. Las cartas dirigidas a las demás entidades eran parecidas a la que se ha publicado en la prensa con papel de la Audiencia y el encabezado de “Querido Emilio”

El magistrado del TS Manuel Marchena ha apreciado indicios de que el juez Garzón pudo aprovecharse de su cargo para obtener beneficios. En los próximos días, el juez se sentará por tercera vez en el banquillo.

Se ha dado la circunstancia que en el momento que decidió dejar su Juzgado había querellas interpuestas o denuncias que afectaban a todas estas empresas que posteriormente y a su vuelta su resolvieron con archivo de las actuaciones.

Encima no tuvo la decencia de renunciar a su sueldo ni a una secretaria, a la que pagamos con nuestro dinero para sus asuntos particulares. En casos como éste no hay discusión posible: recibió el dinero y se tienen las cartas que envió el sujeto pidiendo la pasta que luego llegó a su bolsillo a través de una universidad que hizo de intermediaria. ¿Dónde puede estar la duda?

Esta resolución constituye el paso a la fase intermedia de este procedimiento y en ella se da traslado a las diferentes partes para que formulen acusación o bien petición de sobreseimiento en el plazo de 10 días. Una vez recibidos estos informes, Marchena podría dictar la apertura de juicio oral y sentar en el banquillo por tercera vez en pocas semanas al titular del Juzgado Central de Instrucción número 5.

Otro caso clarísimo de prevaricación: Garzón, no se inhibió en un juicio contra Botín, ni los demás "El Gran Prevaricador" por lo que ante tamañas pruebas tiene que ser condenado, si no ocurre, los prevaricadores serian los jueces. Por mucho que los Llamazares, Bardem y compañía ladren a la puerta del Supremo como suele ser habitual, los hechos en este caso hablan por si solos.