Reforma general
Soraya Sáenz de Santamaría ha tardado un mes en anunciar el guion reformista del nuevo gobierno, pero la espera ha valido la pena. La batería de medidas que anunció ayer Soraya Sáenz de Santamaría supone el final de un pernicioso ciclo histórico, iniciado en 1985 con la politización de la Justicia por parte de Felipe González. Regeneración en lo político y austeridad y transparencia en lo económico son las líneas maestras en las que se resume el ambicioso plan.
En el apartado de la austeridad económica, el Gobierno quita, en parte, el mal sabor de boca dejado por el impuestazo. Con los anuncios de ayer, el PP ofrece otras opciones, apostando de forma contundente por una austeridad y una transparencia que hacían falta de forma imperiosa.
En el primer apartado destaca la reforma para que la elección de miembros del CGPJ vuelva a depender de los jueces tal como estaba antes de Felipe González. El tema es francamente importante pero creo yo le falta añadirle que mas que decisión sobre renovación deberían decidir sobre la necesidad del Tribunal Constitucional. El ministro de Justicia Ruiz Gallardón ha confirmado las reformas en la Ley del aborto y Ley del Menor ampliamente demandadas por la sociedad.
También piensan renovar el Tribunal de Cuentas una serie de entidades públicas de control y especialmente de RTVE que después del cambio de gobierno parece haberse radicalizado aún más en el tratamiento de la información.
Desde las subvenciones a partidos políticos y sindicatos a las deficitarias televisiones públicas, los intérpretes de catalán-español, viajes a Guinea, coches oficiales... Sea mucha o poca la cuantía total de estos gastos, no puede admitirse que, mientras se están pidiendo sacrificios a todos los españoles, las autonomías sigan malgastando a manos llenas.
La vicepresidenta llegó con los deberes bien aprendidos y necesitó menos de una hora para poner encima de la mesa un amplísimo programa de acción que incluye varias normas, que serán llevadas en el primer trimestre a las Cortes, así como un capítulo especial dedicado a poner coto al despilfarro, como la reducción de la estructura de la Administración: el Gobierno ya ha ahorrado 4,4 millones de euros, sólo en gastos de personal, al reducir un 20% sus altos cargos. Otro campo abonado para los recortes es el de las autonomías y sus entramados de empresas y entes públicos, cuyos presupuestos están repletos de partidas superfluas o redundantes que, por austeridad y por pura salud democrática, deberían suprimirse de un plumazo.
La situación es intolerable, pero el Gobierno ya se ha puesto manos a la obra: Sáenz de Santamaría considera insostenible que haya más de 4.000 empresas públicas, lo que deja “margen para una alta reducción”. En este sentido, anunció a la Cámara tres medidas inmediatas: recorte de organismos, fijación de criterios de homologación en las retribuciones de los directivos y reducción efectiva de los consejos de dirección. “Si tenemos que hacer un esfuerzo, los cargos públicos, los primeros”, es el mensaje. Rajoy ya dio ejemplo en su viaje a Rabat, y su equipo no será menos, como tampoco los partidos políticos, que ya tienen en sus sedes un proyecto de ley para la reducción del 20% de su presupuesto, que supondrá un ahorro inicial de 30 millones de euros.
Las medidas anunciadas son un aperitivo tan necesario como oportuno, ya que coinciden con el informe del FMI, que empeora su previsión de déficit para España en 2012 y 2013 hasta el 6,8% y el 6,3%. Pero queda mucho por hacer.
Ayer se dio un decisivo primer paso al poner fin al socialismo por la vía de restituir a Montesquieu y por la de poner freno al despilfarro. Pero cualquier ajuste no dejará de ser un mero parche si España no se replantea la estructura actual del Estado de Bienestar y del Estado de las Autonomías, que son el auténtico lastre.
lancelot
ResponderEliminarsiempre nos queda la esperanza que miren "debajo de la alfombra", pero luego nadie mira, o si mira, le da un toquecito con el pie para esconderlo mirando para todos los lados para no ser visto... y ya está, asunto solucionado...y antes las destructoras a toda máquina echando humo...políticos, "la casta del bienestar y del mejor vivir"...
zagalin
ResponderEliminarme parece bien, pero no es suficiente. Hay que mandar a todos los progres a corea del norte, a disfrutar del clima y de un buen tazón de arroz, adorando al querido líder, que su pueblo pasa hambre cada día, pero él sí que está bien cebao, que parece que se acaba de tragar un pan de pueblo sin masticar...
ThiefNight
ResponderEliminarEs decir, se elimina el escándalo de los menores pero seguiremos asesinando seres humanos de tapadillo, sobre todo por lo privado para que se ingrese más. Se imponen tasas a la justicia para que solo tengan derecho a la justicia quienes tengan dinero, tal como están haciendo con la educación, la sanidad y tantas otras cosas en la linea constitucional de dar prioridad absoluta al dinero. Y además se implantará la cadena perpetua para casos especiales de escándalo social, "popularizando" así la justicia y desvirtuándola de su sentido original. En definitiva entiendo que la linea de este gobierno es hacer que solo los guapos, sanos y adinerados tengan derecho a la vida, tal como pensaba aquel señor de bigote corto que mandaba en Alemania allá por los años 30 y 40. No en vano era un régimen nacional-socialista, a los siniestros socialistas ya los hemos visto y ahora vemos a los diestros nacionales, y sigue la guerra contra el ser humano...
Clark_Ke
ResponderEliminarMe está empezando a gustar lo que está haciendo el ministro de justicia, y los progres ladrando, señal de que se va por buen camino.
gracian
ResponderEliminarSi ya disfruto cuando mis vaticinios sobre el gobierno no se cumplen, mi placer es indescriptible cuándo Gallardón los deja a la altura del betún.
COPELAND
ResponderEliminarPor mi parte un 10 para Gallardón. Un acierto su nombramiento. No se puede pedir más.
El copago en justicia es necesario con el actual sistema. Litigar en la jurisdicción social, JuanM191 es gratis para el trabajador pero no para la empresa que en caso de perder (o sea, siempre) palma también los salarios de tramitación. Por mucha pasta que tenga tu empresa no le interesará perderla en pleitos inútiles. Sobre todo si el copago de ella es, por ejemplo, 100 veces mayor que el tuyo.
En cuanto a lo del aborto, querida Liz, aunque parezca mentira, hay una enorme diferencia entre la ley socialista del 85 y la de ahora. En la anterior, el aborto seguía siendo un delito y había unas causas de inimputabilidad penal a la madre y los técnicos que lo perpetrasen: Riesgo grave para la vida o salud física o psíquica de la madre, embarazo producto de un delito sexual y graves malformaciones en el feto.
Aquí podemos debatir sobre aspectos éticos y morales lo que se quiera pero jurídicamente parece una solución muy razonable SIEMPRE QUE EXISTA UN CONTROL REAL Y EFECTIVO DE QUE SE DAN ESAS CIRCUNSTANCIAS. Es decir, la ley anterior no era un coladero, fueron las autoridades, incluidos los fiscales y los jueces, quienes permitieron que se convirtiera en un coladero.
La ley de la sujeta miembra va mucho más allá del cuarto supuesto "causas socioeconómicas" que pedían los progres. Establece que en un plazo determinado se puede abortar, es un derecho de la mujer, que puede ejercitar siendo mayor de 16 años sin necesidad de consentimiento ni aun información de los padres de la menor, que sí necesitaría para ejercer su derecho "constitucional" a operarse las tetas o cambiarse de sexo, por ejemplo.
Según ha dicho Gallardón, se trata de volver al esquema anterior y lo que habrá que exigir es un cumplimiento riguroso de la ley.
Por mi parte, para que no queden dudas, pienso que el problema radica en que nadie, ni siquiera la Iglesia Católica defiende que el feto, al menos debería tener la consideración no ya de humano, sino de persona y por tanto, sujeto de derechos que han de ser respetados. Recuérdese que la imbécil de la miembra dijo que era el feto era un ser vivo pero no humano.