Aguas sucias valencianas

Una de tantas empresas públicas formadas al calor del dinero fácil de los últimos años que ya no volverán es EMARSA (Empresa de aguas Residenciales S.A) que en la Comunidad valenciana ha funcionado con las tasas municipales y los recargos que pagamos a través de las facturas de suministro de agua. Es un ejemplo del disloque de los miles de empresas públicas que Mariano Rajoy pretende embridar. Esta empresa aparte de enchufar en ella a los paniaguados de los partidos políticos, sus directivos nombrados a dedo por la clase política se han dedicado durante años al pillaje en la administración de esta empresa.

El exgerente de Emarsa, Esteban Cuesta que ingresó por su salario 251.000 euros año contrató por indicación del expresidente Enrique Crespo a varias personas que solo acudían a la empresa para cobrar. Sus directivos cargaron a Emarsa abultadas cifras de dinero con el fin de comprarse para ellos y sus familiares, joyas de firma, bolsos de marca, relojes exclusivos, ropa de alta moda, alquiler de vehículos de gran cilindrada… Se obsequiaron con viajes gratis total a muchas de las ciudades mas caras del mundo con sus familias y sin regatear un solo gasto en ese ejercicio de alto turismo reservado a los multimillonarios. En el año 2009 ya en plena crisis se cargaron a la cuenta de Emarsa 300.000 euros en almuerzos y cenas.

Las empresas contratadas por Emarsa facturaron tal cantidad de lodos de los que generaba la planta de tal manera que los camiones salían de Valencia para Requena a 68 kilometros tardaban un promedio de 15 minutos en cargar, trasladar la mercancía, descargar y regresar. Todo un record.

La Generalitat Valenciana ante administración tan rigurosa y austera solo se vio obligado a triplicar los fondos destinados a enjugar las pérdidas de la empresa que en tres años pasaron de 6,4 millones a 18,4 millones. ¿Para cuando el PP decidirá sacar a la luz el libro blanco que diga la verdad sobre la 4.000 empresas públicas inventadas por las cuatro administraciones del Estado?