Más negro que el carbón

Es el futuro de los  mineros de las cuencas de Asturias, León, o Palencia que están de nuevo en huelga esta vez por la reducción de un 63% de las subvenciones a la minería del carbón. Ahora no luchan por los salarios o las condiciones de trabajo, sino para mantener sus privilegios.

Las reivindicaciones mineras tuvieron su auge en los años 60 y 70 continuó gracias al impulso  del sindicalismo y fue cuando tuvieron lugar muchas huelgas. En los años 80 comenzó la reconversión industrial en la minería y en la siderurgia, al igual que sucedió en Inglaterra, con el cierre masivo de pozos mineros y largas huelgas. Los mineros asturianos han sido protagonistas de diversas huelgas sonadas contra la explotación y en defensa de los derechos de los mineros desde hace 200 años.

Los hemos podido ver intentando paralizar la región cortando carreteras y trasladando sus protestas a Madrid, pero ahora el carbón ya no es la materia imprescindible para la energía del país y con la crisis instalada en el país hace necesario reducir las subvenciones lo que se pretende sea del 63% para este año de una industria que hace años ni es necesaria ni rentable para nuestro país.

La extracción subterránea del carbón en Asturias es cada vez más costosa, y además hay una fuerte competitividad con otros países que producen el mineral a más bajo coste en minas a cielo abierto. En los años 80 comenzó la reconversión industrial en la minería y en la siderurgia, al igual que sucedió en Inglaterra, con el cierre masivo de pozos mineros y largas huelgas. Para entonces, la extracción subterránea de carbón en Asturias ya no era rentable.

Las vidas en las comarcas mineras ha sido muy dura pero esto ya no les vale. Dicen que si se cierran las minas les obligan a irse de su tierra, no hay otras opciones y tienen razón, decenas de años viendo la decadencia de estas minas, los sucesivos gobiernos de este país han sido incapaces de promover otras formas de vida que no pasen por la extracción del carbón y comarcas enteras viven instalados en la subvención directa a los mineros prejubilados o indirecta a minas que siguen abiertas que deberían haberse cerrado hace años. Alrededor revoloteando unas fuerzas sindicales que no paran de arengar a los jóvenes para que vayan a una guerra prometiéndoles prejubilaciones a los cuarenta y tantos años que tienen perdida de antemano. Porque bien mirado de mina se puede vivir muy bien y a cierta altura sin tener que trabajar.

La mayoría de los habitantes de estas comarcas quieren llegar a prejubilarse a la edad de 40 y pico de años con unas buenas pensiones que pueden oscilar entre los 2.000 y 3.000 euros mensuales. "Lo que ocurre es que de cada prejubilado vive una familia y ahora con la crisis hasta dos, que tiene a todos sus miembros en el paro. Conozco a varios. Además el minero cuando tiene dinero lo gasta y se nota. Si vas a un pozu y miras los cochazos allí aparcados, alucinas. Hay chavales de 20 años en paro con unos 'carros' impresionantes, porque se los regalan padres o abuelos".

La falta de planes para reconvertir la minería del carbón y el seguir tirando sin hacer nada a base de subvenciones y mítines sindicales puño en alto de UGT en Rodiezmo y las promesas de  Rodriguez Zapatero que nunca se han llegado a cumplir y que ahora se ha convertido problema social difícil de solucionar.

Aseguran que tienen fuerzas para seguir luchando y aguantar lo que sea "no nos queda otra. Si se cierra ¿qué vamos a hacer, marchar, pero si todos nos vamos, quién queda en esta tierra?", ellos solo piden que su futuro no sea tan negro como el carbón.