La prima majareta
Cada
día nos preguntamos por qué nuestra prima de riesgo sigue en los niveles más
altos, por qué la colocación de la deuda pública española se hace a tipos de
interés tan elevados, por qué el discurso político y las sucesivas decisiones
que se están tomando vía sacrificio de la población no hace mella en los
operadores de los mercados... Se dirá, con razón, que los mercados financieros
se mueven mal en el desconocimiento, en la falta de información, acentuados.
No
existe una explicación racional para justificar el estupor de los organismos
financieros de la UE ante el deterioro alarmante de la zona Euro, sin que sus
responsables sean capaces de actuar con los instrumentos que la legislación
europea pone a su servicio en estos casos.
Sólo
a nivel de rumores se infiere hoy el destino, al menos parcial, de los recursos
que la Unión Europea está dispuesta a situar para el saneamiento del sistema
financiero español. No disponer de información precisa acerca de quienes,
cuando y en qué cuantía serán los destinatarios de esta ayuda, genera dudas
fundadas en nuestro sistema en su conjunto; la peor situación para un sistema
basado en la confianza.
Pero…
¿Qué decir del gobierno europeo? ¿Existe realmente un gobierno de la Unión
Europea? A juzgar por sus fracasos, sus errores y su indolencia, mejor sería
que no existiese. Lo que parece cierto es que, en lo que hay, no existe
criterio ni coordinación; los alegatos de unos quedan desmentidos por otros;
las luchas de intereses combaten en las decisiones de sus órganos.
Un
país como España no puede llevar adelante su programa de recuperación económica
con los mercados de deuda soberana técnicamente cerrados y la sombra del
rescate internacional planeando constantemente sobre el horizonte. No se trata
de sacar ventaja de una situación límite, sino de que las instituciones
continentales actúen con los instrumentos legítimos a su servicio, de forma que
la tarea de los países comprometidos con el futuro de la Unión pueda llevarse a
cabo con la necesaria estabilidad.
La
canciller alemana, ante las numerosas reclamaciones de sus socios menos
privilegiados tiene que decidirse. Si quiere salvar al Euro, y por extensión a
la UE como realidad política con la que seguir avanzando en una Europa fuerte y
unida, habrá de transigir siquiera temporalmente en la ortodoxia impuesta al
BCE. Tengo la impresión que en Méjico se están realizando las jugadas más
trascendentales para nuestro futuro.
María Elena Oliván Comas
ResponderEliminary SÍÍÍ.....
1MA
ResponderEliminarLas grandes empresas españolas no han necesitado rescate alguno ni grandes ajustes, al contrario que otras europeas o norteamericanas.
Ahora mismo ganan dinero, las exportaciones van bien y el turismo se mantiene.
Aparte del disparate de las CCAA, donde el Gobierno no ha hecho absolutamente nada ni lo piensa hacer, el problema de España es que no tiene un Banco Central que respalde su política económica.
El BCE está al servicio de Alemania. Alemania ha hundido varias economías europeas y España podría ser la próxima.
Con un Banco Central apoyando las políticas nacionales, España saldría rápidamente de la crisis.
Pero con una burocracia que ha puesto el litro de gasolina por las nubes, nos cobra por viajar en avión, nos va a poner peajes en las autovías, etc, va a ser muy difícil que esto se recupere.
No, el gobierno europeo no es una solución, ya hay Gobierno europeo, cuyo primer ministro se llama Merkel, y es un desastre.
Qu1jote
ResponderEliminarAlemania y el BCE lo tienen muy claro y no aflojaran hasta que este gobierno no se tome en serio las reformas que tiene que hacer.
Se sigue gastando más de lo que se ingresa, España se sigue endeudando, siguen duplicadas y triplicadas gestiones publicas, no se ha presentado ninguna hoja de ruta, el mismo gobierno con su ineptitud ha planteado dudas sobre el sistema financiero después de dos reforma.
Lanzo dos preguntas.
¿Le parecería bien que el gobierno inyectara más dinero en una entidad quebrada manteniendo los mismos gestores que han llevado esa entidad a la ruina?
Esa entidad es España, entonces ¿Por qué van a inyectar, prestar o comprar deuda el BCE o Alemania a España?
subumbra
ResponderEliminarLa sensación que tengo como residente en Barcelona es la de que las distintas administracciones siguen viviendo muy por encima de nuestras posibilidades. Los tan traidos y llevados recortes son irrelevantes o son mentira. El derroche es la norma, el despilfarro es estructural y el 3% la llave del paraiso. Si yo fuera aleman tampoco querría pagar la fiesta. Y si se hunde el barco que se hunda. Ellos saldrán adelante pero empiezo a temer seriamente que nosotros jamás lo haremos.
Elvira Sanchez Capel
ResponderEliminarNo empecemos con los vegetales !!!! No fue suficiente con los pepinos? Una palabra suya basta para sus fines mas ruines.