Isabel Celaá miente y se inventa una estadística para negar el adoctrinamiento

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La ministra de Educación, Isabel Celaá, esgrimió ayer en el Congreso unos datos para minimizar las dimensiones de la manipulación ideológica de manuales escolares que las editoriales se apresuraron a desmentir. La portavoz del Gobierno dijo textualmente en el Pleno del Congreso: «De los 60.000 libros de texto que hay en España, apenas un 0,2% tiene un adoctrinamiento reconocido. Así lo ha afirmado el gremio de editores».

«Nos sorprende que nos mencione a nosotros como fuente para aludir a esos datos», expresó a EL MUNDO José Moyano, presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros de Texto (Anele). Aseguró que ni Anele, que representa a casi la totalidad de las empresas que editan los manuales, ni la Federación de Gremios de Editores de España, que engloba a todo el sector, han realizado estudio o informe alguno sobre adoctrinamiento.

Celaá respondía al diputado de Ciudadanos Toni Cantó, quien acusó al Ejecutivo de permitir el adoctrinamiento y de asumir que en varias autonomías no se pueda estudiar en la lengua materna de los alumnos. Dijo que Pedro Sánchez «ha renunciado» a mejorar la educación al «cedérsela a sus socios independentistas» allí donde gobierna el PSOE o por haber «renunciado a ejercer sus competencias».

En las editoriales creen que quizá Celaá «haya podido confundirse y haya mezclado datos de libros editados con las denuncias» presentadas por asociaciones como Sociedad Civil Catalana o incluso con el informe de la Alta Inspección del Estado que tanto el PP como el PSOE ocultaron. Este estudio, que la portavoz del Gobierno primero negó tener y después dijo que no tenía «rigor científico» cuando fue desvelado por EL MUNDO, se hizo con una muestra de 125 libros (precisamente un 0,2%), aunque no en todos se apreció la existencia de contenidos adoctrinadores.

«Es imposible que lo que dice la ministra salga de nuestros informes. Hacemos estudios sobre comercio interior y exterior, índices de lectura o libros registrados, pero nunca informamos de los contenidos de los libros porque no es nuestra competencia», expresó.