El libro de Pedro Plagio

El cachondeo armado e los medios de comunicación  por el lanzamiento calculado del libro autobiográfico de autobombo titulado "Manual de Resistencia" firmado por Pedro Sánchez y y escrito por  Irene Lozano, nos muestra su visión de la España que quiere Sánchez que mas bien parece diseñada a gusto de sus peores enemigos 

El libro, escrito en primera persona, desgrana sus reflexiones y decisiones para conseguir situar al PSOE de nuevo como una fuerza decisiva, empática con la ciudadanía y con posibilidades de recuperar las riendas del poder.

Seguramente en una de las pocas páginas escritas por él relata de que su primera decisión ejecutiva como presidente del Gobierno fue cambiar el colchón del dormitorio de la Moncloa. Por supuesto, de acuerdo con Begoña, siempre presente en todas las grandes decisiones de Estado que Sánchez ha adoptado a lo largo de estos intensos ocho meses.

Sánchez presenta su programa con total sinceridad para que nadie se lleve a engaño y vote al PSOE creyendo que es un partido sensato o con cierto sentido nacional.pretende renovar su pacto con separatistas, proetarras y bolivarianos. Lo mejor de cada casa, instalado nuevamente en "la casa común de la izquierda", aquel viejo eslogan con que González trató –con todo éxito– de reducir a los comunistas levantiscos a un papel testimonial. Pedro Sánchez no miente a los españoles. 

Sánchez rompe con las normas de discreción cuando se trata de referirse a la Corona al desvelar el contenido de los encuentros que mantuvo con Felipe VI antes de su investidura fallida, y llega a afirmar: «Nos reconocimos mutuamente como las personas que íbamos a sacar al país del riesgo de bloqueo».

En esas páginas, revela sus conversaciones con el Monarca. Explica como Felipe VI le contó la «noticia» de que Pablo Iglesias iba a «proponerle formar Gobierno». «Por extraño que parezca», dice Sánchez en el libro, «fue el Rey quien me desgranó la propuesta de Iglesias, que quería formar un Gobierno de coalición conmigo».

«Mi historia es, en realidad, la del triunfo de la democracia dentro del PSOE», dice Sánchez. En su opinión, el partido estaba «anquilosado» y «desorientado». Fue así como vio que «para cambiar España» debía «cambiar el partido»

Gracias a su uso absolutamente novedoso del autobombo y la mentira, en un mundo sin memoria Pedro Sánchez sería el candidato perfecto; en el nuestro, donde cada vez hay más gente capaz de recordar y de hacernos recordar a los demás –gracias a las redes sociales y a otras herramientas de comunicación, la hemeroteca ya no es sólo patrimonio de los periodistas–, sólo es un personaje cada día más grotesco y que antes o después se caerá con todo el equipo… y no tendrá colchón que amortigüe el trastazo.