Laura al parecer no desapareció de forma voluntaria




Se ha reanudado hoy domingo sin ningún resultado la búsqueda de la joven zamorana, desaparecida desde el pasado miércoles

La búsqueda de Laura Luelmo, la profesora zamorana de 26 años desaparecida en El Campillo (Huelva), se ha reanudado este domingo con un radio de acción ampliado, y aún con "la esperanza de encontrarla viva". Así lo ha confirmado el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, Ezequiel Romero, en una atención a medios al inicio de la reanudación de la búsqueda, que este pasado sábado quedó suspendida por falta de luz.

El coronel ha explicado que no se descarta "ninguna hipótesis", si bien ha puntualizado que la de una posible marcha voluntaria de esta joven "nunca la hemos tenido en la cabeza", de forma que se piensa que "haya tenido algún accidente o haya alguna segunda persona implicada" en su desaparición.

Esta segunda hipótesis podría aumentar Al conocerse que se instaló en una casita humilde de alquiler en el número 13 de la calle Córdoba de El Campillo. No lo habría hecho si hubiese sabido que en la en la casa vieja de enfrente, en el número 1, vivía un hombre maduro que acababa de salir de la cárcel. Laura, a la que siguen hoy buscando desesperadamente, está desaparecida desde este miércoles por la tarde. L.M., su vecino, también se ha esfumado. 

Se trata de L.M. condenado a 15 años de cárcel por asesinar a puñaladas a una mujer en el pueblo onubense de Cortegana en el año 2000 y luego había seguido en prisión por atacar con un cuchillo en un aparente intento de violación a una vecina de El Campillo en 2008 durante un permiso penitenciario. Se da la circunstancia de que la casa de alquiler donde se había instalado la profesora desaparecida la habían construido hace unos años los padres de L.M., su nuevo vecino sospechoso principal.

La construyeron en un pequeño solar y luego la vendieron a otra mujer, que ha sido la que le ha alquilado la casita a Laura. En la calle, donde viven unas cinco familias, un vecino cuenta a EL ESPAÑOL que Laura era la primera inquilina, porque la vivienda llevaba años vacía. L.M. llegó solo a la casa de enfrente, la de sus padres, hace menos de un mes, casi coincidiendo con la llegada de la profesora a la casita de al lado.

Dicen que L.M. tiene un coche Alfa Romeo negro que aparcaba estos días junto a la casa y que, al igual que él, tampoco está. Lo vieron varias veces antes de la desaparición de la joven, con perilla y pelo más corto que en 2008, cuando cometió aquí el otro ataque. Entonces tenía "mala pinta", con barba y pelo largo, pero ahora presentaba un aspecto más discreto, lo que ayudó a que muchos ya no lo relacionaran con la agresión a la vecina en 2008 y menos con el asesinato de Cortegana del 2000.

L.M., el sopechoso de la desaparición de la maestra Laura.

Comentarios

  1. Pepe Bayas B

    Que horror. Lo importante de saber quienes son tus vecinos.

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