27S - ¿Susto o muerte?
Entramos casi al final de campaña para la Generalitat de Cataluña con unas encuestas que, en general, dejan a Junts pel Sí (Junts pel x%) cerca de la mayoría absoluta, siempre que se junten con los sandalios de la CUP con el fin de declarar la independencia.
En Cataluña
hace años se ha olvidado del trabajo, la familia, la lealtad, los principios y
el sentido común para dejar la solución a esta entelequia cuyo resultado ya
está cantado; la mitad a favor y la otra mitad en contra. No va a ser posible. Esto
llevara a seguir hablando durante cuatro años más de asunto, con campañas
publicitarias bajo la financiación del Estado, dejando aparcados los problemas
laborales educativos y sanitarios de los ciudadanos. Vamos a cambiar personas
para que el sistema permanezca.
Hasta ahora
el discurso secesionista se ha basado en que la independencia no tenía costes.
Nos dirigíamos a un mundo feliz. Seguiríamos en la UE, no habría riesgo de
corralito, las pensiones serían más altas, no habría deslocalizaciones de
empresas, los niños mas altos, las mujeres mas mujeres, el Barça jugaría la
Liga, seguiríamos siendo españoles, en la Meridiana había dos millones de
personas...
Porque ahora
que los secesionistas ya desprecian a los empresarios, a la banca, a la UE...
habrá que recordarles que los refugiados todavía quieren venir a la UE y que no
hay alternativa mejor para el "bienestar del pueblo" que el Estado de
derecho, la economía de mercado y la pertenencia a la UE. Salvo para los que
pretenden atrincherarse en el poder para preservar y ampliar su poder y su impunidad.
Esta política
de mentiras ha estallado. Ante la evidencia, la reacción del independentismo no
ha sido pedir perdón por sus mentiras sino cambiar el registro y apelar a
"la dignidad del pueblo" al estilo del referéndum griego, de
populismo castrista o de Maduro.
En los
últimos días las declaraciones de líderes internacionales, de la banca o del
presidente del Barça dudando de que el club juegue la Liga española, suponen un
cambio sustancial en el debate. Hoy por la 8 Margallo intentará convencer a su
amigo Junqueras de las ventajas de permanecer en España, previendo que el
próximo administrador (y beneficiario) de los fondos del FLA
Es evidente
que el votante no independentista no se siente cómodo revelando su voto por
teléfono. Hay miedo. La supuesta existencia de listas negras de catalanes no
adeptos al régimen y el acoso de quien se resiste son la causa. Además, los
independentistas llevan años hipermovilizados y los no secesionistas han
empezado a movilizarse mucho más tarde.
Casos como Balaguer
o las rectificaciones de Gonzalez e Iglesias son muestras del éxito de la
presión nacionalista cuando algo no les gusta. La lista de Junts pel Sí no es
de fiar. Ha mentido a sabiendas en sus declaraciones públicas y sigue mintiendo
a una parte de sus votantes con el doble discurso de Mas.
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