Aznar....Acierto en el diagnostico y falta de concreción en su desarrollo
Había expectación para la intervención de José María Aznar en el Club
Siglo XXI, como ocurre cada vez que el presidente de honor del Partido Popular
opina sobre política nacional, especialmente después del desplante de la cúpula
popular tras la entrevista que hace dos semanas concedió a Antena 3, en la que
desgranó una serie de reproches muy serios a la acción de Gobierno de Rajoy.
De su intervención se intuye un pacto tácito en el sentido
de que Aznar tiene razón pero no desea tomar ninguna otra alternativa, ante
quien manda es Rajoy y el discurso de ayer fue la ocasión para sistematizar un
amplio programa político del que el PP debería tomar muy buena nota, aunque me
temo quedará solo para los titulares de los periódicos y llegar a las
vacaciones con cierta tranquilidad.
El discurso de Aznar partió de un análisis certero de los
grandes problemas que nos aquejan como Nación, a partir del cual detalló un
preciso catálogo de reformas imprescindibles para superar la crisis
actual, que, en contra de lo que afirman el Gobierno y el PP, no es solamente
económica.
La primera referencia importante de la disertación de Aznar
tuvo como objeto la defensa de la división de poderes, aspecto esencial de
todo Estado de Derecho. Los enjuagues de Gobierno y oposición para manejar los
resortes del Poder Judicial no pueden ser asumidos como un rasgo inevitable de
nuestra democracia sino que, como sostuvo Aznar, son el principal motivo para
una reforma en profundidad de la Justicia que garantice su independencia.
También el sistema
educativo, objeto actualmente de una reforma de carácter principalmente
técnico, estuvo presente en la conferencia del expresidente, que insistió en la
necesidad de "arrumbar prejuicios" y evitar "la
pervivencia de paradigmas fracasados".
Aznar ha aseverado que “es preciso renovar nuestro
pacto social para adaptarlo a tres circunstancias que son realidad lo
queramos o no: la realidad de una unión monetaria de la que
necesitamos seguir formando parte; la de una economía global en la
que España y Europa tienen que competir con éxito, y la de una demografía y una
esperanza de vida que obligan a cambiar políticas y modelos para hacer
sostenible el Estado de bienestar y garantizar la cohesión social”. “Por
todo esto necesitamos un reformismo de alta intensidad”.
Pero tal vez la crítica más en sazón de todo el discurso de
Aznar fue la que dedicó a las amenazas a la soberanía de la Nación y
la necesaria reforma del modelo territorial, claramente desmadrado, sin
que las instituciones nacionales sean capaces de devolver a las autonomías
nacionalistas al orden constitucional. Ahí faltó una alusión clara a la deriva
actual de Cataluña, quizá por no tener que justificar su responsabilidad en su
etapa de gobierno.
El presidente de honor del PP destacó dos cuestiones básicas
que el Gobierno debería tener claras. En primer lugar, que la Nación española y su soberanía no pueden ser objeto de
discusión, en contra de lo que estamos viendo desde que la Generalidad de
Cataluña inició su proceso secesionista. En segundo término, la necesidad
imperiosa de "incrementar la racionalidad organizativa y económica del modelo
territorial, tanto en lo que se refiere al Estado Autonómico como a los entes
locales", pues las
ineficiencias y duplicidades están suponiendo un lastre demasiado gravoso como
para que podamos iniciar la senda de la recuperación económica. En contra
de lo que sugieren con insistencia las intervenciones del Montoro, "no podemos resignarnos a ser la
sociedad que nuestras Administraciones nos imponen", sino que
éstas "tienen que servir a la sociedad que queremos".
El conjunto de las medidas defendidas por José María Aznar constituyen un plan de reforma constitucional, por
más que el expresidente del Gobierno decidiera no hacer mención expresa a una
modificación de la Carta Magna. No obstante, el profundo calado de las reformas
que el país necesita exige que sean llevadas a efecto, bien a través de una
modificación de la Constitución, bien explotando a fondo los mecanismos
previstos en ella para revertir los graves excesos que la clase política ha
protagonizado en las últimas décadas.
Frente a la resignación de un presidente del Gobierno
partidario de la inacción ante los graves problemas de orden político, José
María Aznar hizo ayer una llamada al coraje verdaderamente reformista,
poniendo el acento en las cuestiones más sustanciales, por polémicas que puedan
resultar. Es la diferencia entre asumir el liderazgo político sin tener la responsabilidad o tener que gobernar y rehuir sistemáticamente la
realidad para evitar la confrontación.
Michel Regresa
ResponderEliminarEste si se dejara de giliplleces..si quiere volver a la """politica""" que vuelva¡¡ tantas charlas y tantas puntaditas...Esto no es una guarderia¡¡¡
Eric Lopez Contini
ResponderEliminarFalta de concreción? Parecía estar oyendo a Marianico. Ya se de donde le viene la casta al galgo.
blasdelezo100
ResponderEliminaruna de las razones por las que me arrepentí de votar a aznar y al pp fue por que en la primera legislatura, en la que no tenía mayoría absoluta, cedió ante cíu para que le apoyaran, cediendoles el 30% del irpf, les cedió lo mas importante, la financiacion, en contra de las demás autonomías, eso habría que recordarselo a los que no se acuerdan o no lo saben.
federao
ResponderEliminarmenos mareos. la renovación de la política y, por ende, del país, pasa por conseguir listas abiertas y separación de poderes. el resto, lo que vivimos, no es democracia. sin violencia pero con determinación, intentemos cambiar esto, www.yonovoto.es hasta conseguir hacerlo en democracia. xxoo fede
Eladio Fernández
ResponderEliminarUltimamente declaran todos para lavar su imagen. Si hubiera habido declaración de intenciones, que no la hay tampoco ahora, se hubieran declarado muchíiisimo antes. Cuando Zapatero. Eso sí hubiera sido creíble. Menos mal que no lo hicieron, porque visto lo visto, sería aun peor. Franco, vuelve.
Corvus Corax
ResponderEliminarcuando empezo a cortarse el bigote : 1º) parecia Superlopez 2º) mas tarde parecia Charlot 3º) ahora parece un Conejo.
Justicia Para Nuestros Hijos
ResponderEliminar...QUE LO LLEVEN A LA HAYA A EXPLICAR EL GENOCIDIO DEL IRAK...MÁS ÚTIL...(y que lo encierren)...
Maria Gloria Arnillas Marin
ResponderEliminarpor lo pronto ya le ha dado un toque al sucesor que dejó a dedo
Maite De Bustos Sigüenza
ResponderEliminarLes ha puesto las pilas a todos..
Marian Garde Bellido
ResponderEliminardigo mi Jose Mari lo que vale