Trajes de corte socialista

Sigue avanzando el juicio contra Francisco Camps y solo hay que ver el tratamiento del proceso que le da El País para darse cuenta que las cosas no van como ellos desearían. Lo de los trajes ya no va en sus titulares como estuvo día si día también, durante dos años especialmente ahora que van saliendo detalles y que los acusadores se están quedando sin argumentos frente a los que aporta la defensa del ex presidente valenciano.

Al margen de los errores políticos cometidos por el ex presidente valenciano al reaccionar tarde y mal ante la lluvia de acusaciones, es evidente que se ha estado enfrentando a un acoso político que empaña su derecho a la presunción de inocencia cuya sentencia ya se obtuvo con la dimisión del político que ha humillado políticamente al PSPV en las todas las confrontaciones electorales.

Ayer mismo, la primera en la frente de la acusación. Isabel Jordán la testigo protegida que trabajaba en una de las firmas del grupo Correa e involucró a Camps en primera instancia, aseguró que no podía asegurar que se la hubieran regalado los trajes ¿Entonces? ¿Dónde está el caso Camps? Isabel Jordán asegura ahora que se nombraba al ex presidente por envidia, por haber llegado alto en política. “Estaba enfadada y sufría presiones, porque me quería marchar de la “empresa”.

Alvaro Pérez “El Bigotes” también declaró que desde su empresa Orange Market no se había regalado ningún traje a Camps en todo caso fue un préstamo para una sesión de fotos que luego el político devolvió.
Hoy va a comparecer el sastre José Tomás que después de recorrerse los platós de televisión dando versiones totalmente contrarias sobre el presunto pago de los trajes. Ha dado por lo menos tres versiones distintas del asunto antes de llegar a este juicio desmesurado por lo que se está juzgando.

Si cualquier ciudadano merece un juicio justo e imparcial, ¿por qué el ex político valenciano tiene que ser juzgado por un magistrado que trabajó para el Gobierno autonómico del socialista Joan Lerma –como era Joan Climent–? ¿Por qué ejercen la acusación popular cuatro diputados socialistas, incluyendo a Ángel Luna, ex portavoz del PSOE en el Parlamento regional? ¿Por qué dos discípulas del ex ministro Bermejo, precisamente Bermejo, que accedieron al Tribunal Superior de Justicia de Madrid cuando él estaba al frente de la Fiscalía, son ahora las fiscales que le tienen bajo la lupa? ¿No es demasiada casualidad, en un proceso de semejante relevancia política y mediática?

Se nota demasiado que están intentando por todos los medios liar la madeja en algo que cada vez se asemeja a la desvergonzada cacería a un político. Si la cosa sigue así de rigurosa y firme en el resto de la cadena de acusaciones contra el político valenciano, se comprobará que no estamos ante un proceso judicial sino más bien ante una caza de brujas, bastante chapucera cuyas bases se fraguaron en aquella famosa cacería en la provincia de Jaén que concurrieron el Juez Garzón, el exministro Bermejo, el comisario González y una de las fiscales como actores principales.