Yo no soy tonto

Yo no soy tonto

Cada vez estoy más preocupado con lo que nos pueda deparar el futuro inmediato de este país. Algo marcha muy mal en España y no me refiero a la economía ni al paro, algo que es evidente, sino a nuestra dignidad y al respeto a las instituciones y a la justicia. Un 2% del país vasco aún está de resaca después de la celebrar esta iniquidad por su inesperada victoria. El resto estamos desolados y avergonzados.

Después de más de 30 horas de hacerse público la oprobiosa sentencia del Tribunal Constitucional a las órdenes del PSOE sobre la participación de Birdu en las elecciones vascas, aún estoy esperando una reacción contundente de algún miembro de la clase política de este país. Y no me refiero exclusivamente a Mariano Rajoy que lo único que se le ha ocurrido una tibia respuesta diciendo que hemos vuelto diez años atrás en la lucha contra el terrorismo, pero sin tomar la decisión de romper con esta pandilla de traidores.

Este el único país que llevamos sufriendo un terrorismo que ha causado mucho dolor y muerte en las familias y con esta decisión del TC se ha colocado a los terroristas en las plantillas de las instituciones. Porque ¿Qué más pueden hacer los socialistas por acabar con la credibilidad de las instituciones del Estado? Es para echarse a temblar.

Esto empezó a torcerse el 11 de marzo de 2004 cuando ocurrió el trágico atentado terrorista de los trenes y que dio paso imprevisto a un felón llamado Zapatero que entró a gobernar con el encargo de desmantelar todo aquellos valores que nos llevaron a ser la octava potencia mundial.

Ahora mismo nada queda en pie en este país. A partir de aquel momento se ha materializado un cambio que nos ha llevado a nuestra triste situación en que los españoles hemos perdido poco a poco la libertad, la dignidad  y muchos su trabajo y su fortuna. Un plan que sigue adelante y en su perversidad que debo decir que estaba perfectamente concebido  Que a nadie le quepa ninguna duda.