Zapatero de “Rodríguez” en la Moncloa

José Luis Rodríguez Zapatero en vista de la situación de los mercados ha decidido suspender sus vacaciones y quedarse en la Moncloa esta semana, dado el estado de pánico de la economía europea, Jean-Claude Trichet, el presidente del BCE, con su discurso de ayer provocó una nueva caída de las bolsas. Y esto parece solo el principio. Ha estado llamando a la Sarkozy y Berlusconi y hemos pasado el viernes sin que desde la Presidencia haya salido ninguna decisión.

Apenas unos minutos después de que Trichet saliera a la palestra para anunciar que el Banco Central Europeo (BCE) acababa de comprar deuda lusa e irlandesa, las bolsas europeas han comenzado a desplomarse. Puede que haya sido la decepción de los mercados ante la negativa del BCE de adquirir bonos españoles e italianos o bien la incertidumbre generada por la reanudación de su programa de monetización de deuda. Pero lo cierto es que este anuncio a destiempo de una política monetaria más que discutible ha desatado el pánico en unos mercados cuya confianza ya estaba muy tocada por todos los acontecimientos de la última semana.

El BCE nos ha dado una tregua pero sólo comprará más deuda si hay reformas "contundentes" como pide la UE. si ZP no hace nada, corre gran riesgo de tener que pedir un rescate o ayuda al FMI antes del 20N. Y eso es lo único que le quita el sueño. Sus conversaciones con Sarkozy y Berlusconi no revelan ninguna reforma inmediata.

La indecisión e indefinición de nuestros políticos resultan exasperantes para unos mercados que ya han perdido gran parte de su esperanza. Ni reformas, ni planes de ajuste serios. De momento, la Eurozona sólo parece convencida de las bondades de parchear todos los agujeros financieros y económicos que vayan emergiendo. Algo parecido a lo que ha hecho con España: permitir que Zapatero gobernara durante cuatro años sin aprobar ni una sola reforma de calado y sin presionar a las autonomías para que se apretaran el cinturón.

El tiene que abordar con URGENCIA las medidas que ha prometido reiteradamente a la UE y que no ha cumplido. Por lo que debe de preguntarse si él es capaz de hacerlo y tiene solo dos opciones: o suspender las vacaciones parlamentarias de todos los diputados para llegar a la aprobación de todas estas medidas antes que termine agosto, o bien disolver el Parlamento y  anticipar las elecciones para lo más  cercano de octubre y dejar que sea su sucesor quien se entregue urgentemente a la tarea, porque un día perdido en estas circunstancias es crucial. Aunque se cargue los proyectos de la campaña de Rubalcaba. Aquí no caben maniobras de tipo electoralista.  Tambien puede también quedarse quieto sin hacer nada como ha hecho hasta ahora, pero ya conocemos el final. Solo tomando una decisión, en el sentido que sea, en las próximas 48 horas se podria evitar. Zapatero nos dirá si  dispone del patriotismo que tanto ha exigido a los demás.