Una marcha "Antipática"

Se veía venir, lo que ocurrió ayer en Madrid era más que previsible. La irresponsabilidad de la delegada del Gobierno en Madrid, Dolores Carrión, dejó vía libre a los convocantes de la marcha “anti-Papa” o marcha “antipática” para desplazarse a sus anchas por el centro de Madrid, en concreto, por la Puerta del Sol, donde lo más probable era que se produjera algún altercado, debido a la cantidad de jóvenes de la JMJ que iban a estar por la plaza en ese momento. Y así fue.

La caterva de asociaciones denominados entre otros  de Ateos y Librepensadores (AMAL), Europa Laica, Redes Cristianas y el 15-M y dirigidos por Izquierda Unida que están empeñados en retrotraernos a la quemas de las iglesias y la persecución a los católicos de los años 30, convirtieron estaa manifestación laicista en una sarta de parodias, burlas y provocación hacia la Iglesia, el Papa y la Jornada Mundial de la Juventud que hasta el momento se habia desarrollado con gran participación y total animación por parte de los jóvenes participantes.  

Nada más comenzar la marcha, apareció un hombre disfrazado del Pontífice montado en una burla del «papamóvil» rodeado de chicas vestidas de monjas. Los gritos «cuidado con los niños, que viene el Papa» y «de mis impuestos al Papa cero» se escucharon durante todo el recorrido y auguraban lo que iba a suceder cuando llegaron a Sol.

Allí los laicistas se toparon con los jóvenes católicos, que les respondieron rezando y con cánticos a favor del Papa. Ante esta pacífica oposición, los manifestantes respondieron increpando a los peregrinos con insultos como «neonazis». Al mismo tiempo que intentaban rodear a los católicos, los homosexuales se besaban, hinchaban preservativos y bailaban de forma lasciva ante ellos.

Unas provocaciones que obligaron a la Policía a desalojar a los jóvenes de la JMJ y a cargar contra los laicistas, cada vez más violentos. La noche terminó con siete detenidos por atentados contra la autoridad y dos agentes heridos. Las cargas policiales con las que se desalojó la plaza se han saldado con seis detenidos y once heridos leves, entre ellos dos policías nacionales. La cosa podía haber terminado mucho peor si no hubieran intervenido los agentes de la autoridad, que fueron dejados sin que en ningún momento tuvieran instrucciones claras de la delegada del Gobierno ni del Ministerio del Interior.

Todo esto viene desde el momento que toda esta pandilla de los llamados “laicos” que no son más que llamados loshabituales alborotadores de la extrema izquierda que siempre han actuado en connivencia con el anterior ministro de Interior y actual candidato Alfredo Pérez Rubalcaba que piensa llevar el agua de estas provocaciones a su molino y su delegada del Gobierno, Dolores Carrión que a estas horas si tuviera un poquito de vergüenza ya debería de haber dimitido.