El enterrador

Este mes de agosto hemos visto a Afredo Pérez Rubalcaba travestido en candidato a presidente del Gobierno cercano a los problemas de la gente. El eterno Rasputín que tiene todo el poder que todo y de todos en este país, anda organizando unos llamados Diálogos con Rubalcaba en los que se elige cuidadosamente entre centenares de aspirantes a un pequeño grupo de ciudadanos etiquetados como educadores, jóvenes, mujeres o lo que proceda, según la convocatoria.

Rubalcaba lleva en puestos clave de la política nacional más de dos décadas y que la situación desastrosa que comenta compungido tiene como causa muchas decisiones y medidas en las que ha participado directamente primero junto a Felipe y recientemente enganchado a ZP. A continuación, los afortunados se reúnen con el personaje en la sede socialista de Ferraz o en cualquier otro recinto debidamente controlado y simulan una conversación espontánea con el Señor de la Oscuridad.

Como es natural, todo es una pura comedia tanto para el anfitrión como para los invitados y no tiene otro objeto que mostrar al nuevo líder del PSOE como un tipo cercano y dialogante y aparecer en la televisión amiga y pergeñar algunos titulares para el día siguiente. Aunque como lo veo, puede conseguir el efecto contrario ya que cada día es menor el número de oyentes que consigue reunir para darles el mensaje apropiado que les gustaría oír.

El Mesías ha querido hablar con la plebe directamente, sin intermediarios ni limitaciones, sobre la familia y el trabajo, de cómo les afecta la crisis o de qué manera se puede conciliar más, en una demostración de su atractiva faceta de pastor ecuménico.  Eso sí, toda la fiesta se ha desarrollado sin asistencia de los medios, para que los asistentes pudieran expresarse con más libertad.A la siorée han accedido previa selección (ojo, aquí imagino que tampoco ha importado la vinculación al PSOE) 62 padres de familia, con hijos menores de 15 años, entre los que, según dicen, había de todo, como en botica.

Sin embargo, este ejercicio teatral encierra ciertos riesgos. Véase si no el último Diálogo en el que el Enterrador en Cal Viva estuvo rodeado de padres y madres con los que departió del futuro de sus vástagos. En un momento de la distendida charla, el Grabador Omnisciente les soltó a los atónitos progenitores presentes que sus amados retoños iban a vivir peor que ellos y les confesó que conoce a gente que le dice a su prole: “¡Pobres hijos míos, qué os espera!”. El pasado miércoles estuvo expuesto a sufrir un sonoro abucheo de la congregación de padres estabulada en Ferraz o incluso a algo peor si alguno de ellos hubiera conservado un resto de decencia.

Vista la experiencia le sugiero al candidato Perez que programara sus próximas reuniones con  autónomos, pequeños empresarios, farmacéuticos, o parados de larga duración escogidos al azar y ver qué pasa. Podría obtener la cabecera de los telediarios y los titulares de la prensa del día, dentro de la sección de sucesos.