¿Regeneración?

La ya larga crisis económica y los cambios producidos simultáneamente en gran cantidad de países desarrollados indican que los estados no tienen  los medios adecuados para garantizar la seguridad  de sus administrados y responder a los ataques financieros o terroristas que se están produciendo o los nuevos que se puedan producir. Todos nos hemos dado cuenta que los gobiernos por elefantiásicos que sean, apenas cubren las mínimas necesidades de seguridad de la población ya que los propios gobernantes  se han encargado de poner los recursos existentes a su servicio para defender sus propios intereses, dejando a la  población al pairo de lo que vaya a ocurrir.
Lo que parecía que empezaba siendo solo una crisis económica más, hace ya cuatro años, que nadie olvide ese dato, se ha ido transformando a medida que ha pasado el tiempo en una crisis social sin precedentes, de cuyo alcance estamos empezando a vislumbrar los primeros síntomas. El tiempo que hemos vivido se acaba y viene un tiempo nuevo, pero hasta que ese tiempo se asiente vamos a vivir todavía mucha convulsión y vamos a ser testigos de situaciones en muchos casos dramáticas que hoy por hoy somos incapaces de adivinar.
En el fondo, lo que nos transmite esta crisis es que nuestras sociedades están en manos de políticos cortoplacistas con una visión egoísta de la realidad, y esa percepción ha calado en la ciudadanía que se ha alzado contra sus instituciones y contra los sistemas que las amparan porque consideran que ya no les sirven para resolver sus problemas. Y tienen buena parte de razón porque, en definitiva, los mismos que nos han llevado hasta aquí son los que tratan de sacarnos del atolladero, y para hacerlo recurren a las mismas políticas que nos han conducido a la crisis. Y todo ello se ha traducido en pánico. Pánico en los mercados y pánico en las calles. El pánico como antesala de lo que va a venir, aunque hoy por hoy resulte muy difícil adivinarlo.
El proyecto europeo ha demostrado que es solo un utopía muy cara que se ha superpuesto encima de los estados existentes de muy distinta condición e intereses y que con una burocracia cada vez más pesada le falta mucho para llegar a demostrar su utilidad como ahora mismo y después de largos años de construcción no es capaz de dar solución a los retos que se están planteando.
Aquí en España al albur de la descentralización se han tejido una serie de administraciones periféricas que han multiplicado por 5 los recursos humanos y económicos empleados para su funcionamiento creando 17 nuevos centros de poder que sin ser complementarias a las existentes, en la mayoría de los casos se han limitado a copiar las estructuras que ya existían desde la administración central y no amplían el espectro de servicios y posibilidades para la población. Simplemente han servido para dar mucho más poder a los caciques locales que dedican sus esfuerzos a gigantescos proyectos que no pueden pagar o a inútiles escaramuzas identitarias.
Ahora mismo tenemos cinco administraciones superponiéndose encima de nuestras cabezas que son carísimas (Comunidad Europea, Estado Central, Autonómico, Diputaciones y Ayuntamientos) con miles de políticos y funcionarios de toda condición, la mayoría dedicados casi exclusivamente a defender SU puesto de trabajo, SU salario y SUS prebendas nos hemos dado cuenta que ni siquiera nuestra seguridad, ni las fronteras, ni nuestra economía está cubierta ante los nuevos desafíos que se han presentado y que no hay voluntad de cambio desde todas las instancias por lo que no hacen más que ponerle parches a algo que ya no funciona, ni es necesario.
Será urgente replantearse la necesidad de cada una de las facetas con la que estos ficticios estadios de poder pretenden garantizarnos el bienestar y que hace tiempo se han revelado insuficientes o inadecuados, ya que no cumplen con su finalidad para lo que inicialmente fueron creados y ahora ya son simplemente la rémora que nos puede impedir tomar el nuevo impulso necesario para poder afrontar el futuro.

Comentarios

  1. Alberto Olivera Muxí

    Aparte de los mencionados chupasangres no te olvides de consells embajadas los banqueros los sindicatos, las subvenciones a partidos empresas de los partidos omnions comisines para no se que inventos etc.etc etc que pagamos tambien

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  2. Xavi Carbo Balasch

    el pasotismo social y el inventar cuando no se sabe mas, demuestran la falta de interés de la sociedad a la hora de afrontar problemas tan serios como la economía, tan compleja en sus formas como fácil de entender en su aspecto.

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  3. Javier Piñol Díez

    ahí está la madre del cordero...

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  4. jomandoo

    El gobierno socialista en pleno debería ir a la cárcel, por lo menos hasta que España salga de la crisis en la que nos ha metido. Y todas sus propiedades y empresas embargadas.

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