La encrucijada

 

Nadie se podía imaginar que el futuro de nuestro país iba a depender de lo que declare Luis Bárcenas dentro de pocas horas ante la Audiencia Nacional. Parece que esta vez aportará pruebas de que lo hasta ahora descubierto no es una decisión individual de alguien que habtía decidido enriquecerse ilegalmente y pondría al descubierto la existencia un sistema de financiación ilegal del PP que servía no solo para repartir sobresueldos a miembros de la cúpula y que Bárcenas acumulara un extenso capital en Suiza que pudiera compartir con alguien más. A pesar de la aparición ayer de los mensajes de apoyo a Bárcenas hasta al menos el pasado mes de marzo, Rajoy y todo su equipo siguen negando que hayan existido tales contactos.

Todo ello en un país normal de nuestro alrededor debería llevarnos a la dimisión de Rajoy, la disolución de la cámara y la convocatoria de elecciones anticipadas, pero la dramática situación de nuestro país en plenas reformas y la especialmente la inexistencia de alternativas serias de la oposición cuyas cuatro principales fuerzas políticas que están inmersas en acusaciones de corrupción aún mas graves, si cabe, a punto de destaparse.  

Por todo ello, ayer el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya ha anunciado la ruptura "de todas las relaciones con el PP" y ha exigido "la dimisión inmediata" del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante la "insostenible situación" política que vive España tras las últimas revelaciones en relación con el caso Bárcenas. También anuncia una moción de censura que casi con toda seguridad no puede ganar.

Rubalcaba ha decidido dar ese paso, que marcará un hito en la presente legislatura, sin esperar a que se produzcan eventuales revelaciones de mayor calado, lo que parece obedecer más al deseo de desviar el foco sobre el lío monumental que el PSOE tiene con su franquicia catalana que a una actuación consecuente con su responsabilidad política al servicio de todos los españoles.

A partir del momento de la declaración de Bárcenas tenemos por delante más de dos años donde puede ocurrir cualquier cosa y siendo la más grave de todas, que no llegue a ocurrir nada y tengamos que seguir soportando a un gobierno ya continuamente chantajeado desde varios frentes, y con una guerra ya abierta dentro del partido, sin ninguna gana de proseguir con las imprescindibles reformas económicas y laborales,  obligados todos ellos a seguir mintiendo para defenderse. Hoy Rajoy va a tener la última oportunidad para que lograr que esto no llegue a ocurrir.