Pensiones vitalicias

El Gobierno de España ha empezado a tomar medidas contra las pensiones vitalicias que en época de despilfarro se han auto-otorgado para los expresidentes, exministros y exparlamentarios de uno y otro color que han dejado su cargo y constituyen un gasto importante que cada vez pesa mas dentro de unos presupuestos públicos donde ya no se asegura la sanidad ni la educación de los ciudadanos.

Ahora desde el estado central se quiere limitar el pago de estas pensiones cuando estos exparlamentarios  que ya son multitud que estén trabajando y cobrando otros sueldos sean estos públicos o privados. Tenemos los casos de los dos ex González y Aznar ahora cobrando sueldos del estado ahora cobrando  sueldos millonarios de consejos de empresas energéticas, o de Zapatero o Fernandez de la Vega enchufados en el Consejo de Estado al mismo tiempo cobrando  sueldos también . Cada vez estas partidas dedicadas a estos privilegiados pesan mas en las menguadas arcas públicas.

Pero la maraña de legislaciones autonómicas encaminadas a proteger el futuro de quienes hayan dejado la política activa, no dejan de crecer en las distintas autonomias y sus dirigentes siguen dictando normas encaminadas a blindar su futuro.

El Parlamento vasco aprobó el pasado 30 de mayo una serie de cambios en la Ley de Gobierno para suprimir algunos privilegios a ex altos cargos. Pero, a pesar de la profunda crisis económica y del evidente descontento social por los sueldos de la clase política, mantuvo impoluto el régimen que afecta al jefe del Ejecutivo de la comunidad autónoma. El lehendakari, Patxi López, tendrá una pensión vitalicia aunque no sea reelegido en las próximas elecciones autonómicas vascas tal como se prevé. Así, tras sólo tres años y medio en el poder, el socialista cobrará un sueldo de por vida de 97.519 euros anuales que cobra actualmente.

Estas pensiones vitalicias serán para los Lendakaris y Consejeros del Gobierno Vasco desde ¡1936!, y no sólo para ellos, sino para sus viudos/as, hijos/as y padres y madres.

Pero, ¿esta gente no se da cuenta de que los ciudadanos están a punto de explotar? Pero, ¿cómo se atreven? Dos mas como ésta, y luego preguntarán que cómo es posible que la gente prefiera la revolución a la regeneración. Ahora quiero ver yo a algunos adalides de la regeneración democrática renunciar públicamente a esta infame prebenda, dando ejemplo. Porque las palabras se las lleva el aire.