La obsesión de Ofelia Acevedo
Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano de Liberación
(MCL), de 60 años, y Harold Cepero, de 31, también miembro de ese grupo
disidente cubano fallecieron el pasado domingo 22 en las cercanías de la ciudad
de Bayamo, a unos 800 kilómetros de La Habana, en el auto en el que viajaban
junto al español Angel Carromero que conducía el vehículo y el sueco Jens Aron
Modig.
Las primeras declaraciones de testigos del accidente de del
opositor cubano Oswaldo Payá, manifestaron que un coche estaba circulando en
paralelo con el suyo consiguió sacarlo de la carretera, mientras la hija del
fallecido había recibido minutos antes una llamada de su padre diciéndole que
estaban siendo seguidos por otro vehículo. Los dos jóvenes ilesos permanecen
retenidos hace ya una semana en Cuba: el español en dependencias policiales de
Bayamo y el sueco en La Habana custodiado por autoridades migratorias.
El Gobierno de Cuba considera ahora que el exceso de velocidad
en una vía en reparación señalizada al efecto, la falta de atención al control
del vehículo por parte del conductor y un frenazo abrupto causaron el
accidente.
Ofelia Acevedo manifiesta "Me he enterado por la
televisión de esa versión de los hechos. Lo correcto hubiera sido que
informaran a la familia antes y poder decirles mis dudas al respecto. Ellos
tienen toda la información y pueden preparar la visión del accidente que ellos
quieran", añadió. la viuda del opositor cubano Oswaldo Payá, no acepta el
informe oficial del Gobierno sobre las causas del accidente en el que murió su
esposo y reclama una entrevista con los dos supervivientes del suceso, el
español Ángel Carromero y el sueco Jens Aron Modig.
"No voy a aceptar la versión que el Gobierno está
dando, no la acepto de ninguna manera", declaró Acevedo después de que la
televisión estatal cubana hizo pública una nota del Ministerio del Interior
sobre el siniestro.
"Mientras que no tenga acceso a conversar con Ángel
(Carromero) y Aron, los últimos que vieron con vida a mi esposo, a las pruebas
periciales y tenga la asesoría de personas independientes del Gobierno cubano,
no puedo tener una idea de lo que en realidad sucedió ese día. Tengo que
entrevistarme con esos muchachos", pero hasta el momento la policía le ha
impedido hablar con cualquiera de los
dos.
Ambos jóvenes
permanecen retenidos en Cuba: el español en dependencias policiales de Bayamo y
el sueco en La Habana custodiado por autoridades migratorias. "Me he
enterado por la televisión de esa versión de los hechos. Lo correcto hubiera
sido que informaran a la familia antes y poder decirles mis dudas al respecto.
Ellos tienen toda la información y pueden preparar la visión del accidente que
ellos quieran",
"Mientras que no tenga acceso a conversar con Ángel
(Carromero) y Aron, los últimos que vieron con vida a mi esposo, a las pruebas
periciales y tenga la asesoría de personas independientes del Gobierno cubano,
no puedo tener una idea de lo que en realidad sucedió ese día. Tengo que
entrevistarme con esos muchachos", pero hasta el momento la policía le ha impedido
hablar con cualquiera de los dos.
Viendo la foto del coche siniestrado donde se observa
totalmente destrozada la parte posterior del vehículo, es difícil imaginar un choque con un árbol tal como dicen las autoridades cubanas por lo que es probable que la
viuda de Paya tenga razón y pueda tener la convicción de que lo que el gobierno cubano
presenta como un accidente lo que es otro brutal atentado cometido por
agentes secretos del G2. El gobierno español se ha apresurado a mandar un
abogado para la defensa de Angel Carromero al que ahora lo acusan de conducir
temerariamente y cuya vida está en peligro, hasta que los dos supervivientes
estén fuera de Cuba y expliquen libremente lo que ocurrió en realidad.
el ojo de la aguja
ResponderEliminarEstos extranjeros habian manifestado eran hostigados por otro vehiculo, es triste que las personas en Suecia y Espana que tienen esta informacion no hablen, es evidente que el temor a los Castro trasciende fronteras. Lo real es que estos extranjeros estan siendo chantajeados y amenazados con condenas por "actividad enemiga" al entrar a Cuba como turistas y reunirse con los opositores (para el que no lo crea que revise el caso del Sr. Alan Gross condenado a 15 anos de carcel) y se les esta ofreciendo que cooperen con la version oficial de que fue un error humano y no habia otro auto para lograr una solucion rapida sin carcel. En este tren deben estar todos incluidos los gobiernos sueco y espanol, que sonadores si piensan que alguno de los dos saldra en libertad.
macumbero
ResponderEliminarel Españolito no va a salir de la isla , es un testigo del asesinato y cada dia lo tendra mas dificil , al final acusaran de todo y años de carcel , aquello es tremendo , he vivido 5 años alli , un Pais complicado debido a su dictador
Drolean Rezalva Manber
ResponderEliminarA como se las gastan los castro en su feudo,es verosímil su versión?
John Winnetou
ResponderEliminarCarromero lo tiene realmente complicado
Chával. se listo. Déclarate culpable del accidente. Deja que la embajada española negocie tu extradición y no cuentes nunca a nadie lo realmente sucedido
Tu libertad es más importante que la verdad.
Sara García Caballero
ResponderEliminarHe leido esta noticia esta mañana en la prensa, y me pregunto varias cosas. ¿Que estan haciendo Carromero y el sueco en cuba con los dos fallecidos? De vacaciones, no, no me lo creo, pero tampoco lo han dicho. ¿Donde iban en coche con ellos? Y otra que no me explico, Carromero es del PP, ¿Por qué manda el gobierno de España un abogado inmediatamente para este señor? Lo lógico seria que si es del PP, este partido se hiciera cargo de los gastos de su afiliado, pero no entiendo que sea el gobierno quien cumpla este requisito. A ninguno de los presos que hay repartidos por la geografia mundial, el estado le ha mandado un abogado a la velocidad del rayo, y pagado por los españoles. En algunos casos, son las embajadas en los distintos paises los que han ayudado, y no con mucha celeridad, a las personas encarceladas. Esto no me suena bien.
Drolean Rezalva ManberCerrar
ResponderEliminarAntes los apropiados eternamente de Cuba los castro preferirán expulsarlos de su pro
piedad a que hablen con la viuda,empero entonces el mundo conocerá su mentira de -
echarle la culpa al español,o sea estan ante un dilema pues les puede salir el tiro por -
la culata.
Libertad Digital
ResponderEliminarÁngel Carromero, el dirigente de la organización juvenil del PP que conducía el coche siniestrado en el que murió el opositor cubano Oswaldo Paya y un colaborador, ha confirmado la teoría del accidente fortuito en unas declaraciones autorizadas por la dictadura castrista con destino a la prensa extranjera. Como todo lo que ocurre en la isla-prisión, cabe dudar cabalmente de que las palabras de Carromero hayan sido pronunciadas sin estar sometido a la coerción que en el régimen castrista es habitual, extremo que confirmará el propio protagonista en cuanto pueda expresarse libremente una vez fuera de Cuba.
Las sospechas de que la dictadura cubana pretende ocultar algún tipo de implicación en el suceso que acabó con la muerte del líder de la oposición se acrecientan por el hecho de que tanto Carromero como el otro ocupante ileso del vehículo, el sueco Jens Aron Modig, siguen retenidos por las autoridades castristas sin que hasta el momento hayan ofrecido una explicación satisfactoria sobre los motivos de esa suspensión de sus derechos. La detención de Modig es todavía más sospechosa puesto que ni siquiera iba conduciendo el vehículo, por lo que no puede alcanzarle ningún tipo de responsabilidad civil que la dictadura cubana pudiera alegar como requisito a dirimir antes de permitir su salida de la isla.
Mientras los dos supervivientes del siniestro sigan en poder de los hermanos Castro sus manifestaciones públicas han de ser acogidas con la debida prevención, pues la falta de escrúpulos de la dictadura cubana para manipular a sus víctimas con efectos propagandísticos es un procedimiento habitual en aquella tiranía. También la retención ilegal de los ciudadanos extranjeros cuya labor pueda resultar molesta a los Castro, cuyos tribunales orgánicos han llegado a dictar fuertes sentencias de prisión como en el caso del contratista norteamericano Alan Gross, condenado a quince años de cárcel por facilitar el acceso a internet a comunidades judías cubanas a través de una subcontrata del Gobierno de los Estados Unidos.
Por todo ello no cabe juzgar las declaraciones de Ángel Carromero, realizadas en un contexto de privación de derechos en el que lo prioritario siempre es recuperar la libertad, a pesar de lo cual pueden ser coincidentes con la realidad de lo sucedido. Su veracidad, no obstante, quedará de manifiesto cuando tanto él como su compañero de nacionalidad sueca vuelvan a sus países y puedan hablar sin presiones ni chantajes. Entonces sabremos lo que realmente pasó la noche del 22 de julio en aquella carretera cubana. Mientras tanto, las sospechas sobre la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero siguen siendo igual de legítimas que el primer día.