Televisiones autonómicas
Es tiempo de crisis. Tiempo de recortes, de subida del IVA,
de eliminación de pagas extras. Es momento de sacrificios, ya lo dijo el
presidente. Mientras los ministros se citan cada viernes para intentar cuadrar
las cuentas, en la calle se clama contra el derroche. Cada vez son más las
voces que piden reducir la Administración Pública y suprimir las televisiones
autonómicas. Pero, ¿cuánto nos cuestan a los españoles?
En España hay diecisiete Comunidades y trece televisiones
autonómicas que emiten en cuarenta y tres canales y suponen un coste total de
1.200 millones. Una cantidad que en 2011 llegó a superar los 1.600 millones.La
comunidad con más canales es Cataluña, con ocho. Y son las seis cadenas de TV3
las que cuentan con mayor presupuesto, 260 millones de euros. Cifra que supone
casi un 20% del total que se destina a entes audiovisuales regionales. Le
siguen los tres canales de Telemadrid y los cinco vascos de ETB, con 169 y 137
millones, respectivamente. Además, la deuda total de las televisiones
regionales supera los 2.000 millones de euros, pese a que reciben subvenciones
por 1.900 millones anuales.
El entramado autonómico de cadenas públicas cuesta a los
contribuyentes una media de 110 euros por hogar, según un informe de Deloitte.
En 2009, último ejercicio cerrado, se contabilizaron unas pérdidas de 1.212
millones de euros. El coste se eleva en el caso de las regiones que mantienen
una política cultural para favorecer una lengua distinta del castellano, ya que
su coste se eleva cerca de un 50%. En el caso de la cadena pública de las Islas
Baleares (TVB) el gasto se dispara hasta 294 euros por hogar porque es la más
reciente, mientras que en la Comunidad de Madrid desciende por su elevado
tamaño. Castilla y León, Cantabria, Navarra y La Rioja no tienen televisiones
públicas pero sí privadas y cada una de las regiones destina un porcentaje de
sus presupuestos a subvencionar la emisión de programas con interés para cada
comunidad.
Uno de los problemas de la financiación de las televisiones
públicas es su opacidad, ya que aparte de la asignación que se hace
inicialmente a cargo de los presupuestos existen otros pagos complementarios
que los parlamentos regionales pueden acordar durante el año. Las subvenciones
tampoco suponen el fin del agujero, porque además los entes públicos pueden
cerrar el año en números rojos, lo que significa que el erario público tendrá
que asumir ese sobrecoste en los próximos ejercicios, lo que hace más difícil
la comparación. Por poner un ejemplo, la Corporació Catalana de Mitjans
Audiovisuals, que controla TV3, cerró 2010 con unas pérdidas estimadas en torno
a 56 millones de euros, un 11,6% de su presupuesto.
La cuenta más gravosa es la que muestra hasta qué punto las
cadenas públicas dependen de los políticos: por cada euro que ingresaron en
2009, sólo 14 céntimos provenían de su actividad empresarial, en gran medida la
venta de espacios publicitarios. Esta ratio empeora año tras año, ya que los
ingresos de explotación se redujeron un 24% respecto a 2008 y se prevé que
sigan haciéndolo en los próximos años, con un mercado cada vez más atomizado.
Esto provoca que el gasto por espectador se haya disparado en los últimos años.
Por ejemplo, el coste de mantener la emisión de ETB activa durante un año
asciende a 3.589 euros por cada espectador, algo inasumible en cualquier
televisión que no esté subvencionada. Los próximos meses podríamos asistir al
desmantelamiento o venta de estas televisiones
Antonio Barriga
ResponderEliminarYa llevamos años de retraso para haber tomado medida sobre estos gastos tan poco necesarios
Miren Zutoia
ResponderEliminarY a esto hay que sumar todas las locales,provinciales,regionales,una muestra y seguro que se me olvidan bastantes- txingudi,goierri,erlo,donosti,donostia,guipuzcoa,bilbo,bizcaia,etb sad,
Jose Manuel Adarve
ResponderEliminarviva la fiesta
Pedro Máñez Villanueva
ResponderEliminarAun podrían ser más onerosas, si como televisiones públicas y subvencionadas no pudieran emitir publicidad a imagen y semenjanza de TVE. Esta situación tenía que haber sido normalizada en su momento y no permitirles que mermen el pastel publicitario a las empresas privadas de televisión.
A ver si es verdad y las cierran todas, o, en su defecto, que pasen a manos privadas y allá cada empresa con su capital, como debe ser.
ResponderEliminarNada de dinero público.
Tomas Piñol
ResponderEliminarY porqué no cierran RTVE o la privatizan ya que tiene una deuda acumulada de unos 8000 millones de euros.
Jose Villar Campuzano
ResponderEliminarPozos sin fondo, se mantengan con publicidad o se cierren, ni un euro más
María Elena Oliván Comas
ResponderEliminarhay que salir toda España a la calle.........si no esto suma y sigue..........
Miguel Fernández
ResponderEliminarAcabo de comprobar que la Televisón de Galicia dobla al gallego las series hispanoamericanas (y cobrado el doblaje, claro está). Ese es el percal, y aquí gobierna el PP.