El regreso de los cooperantes
La noticia del regreso a España de 12 cooperantes de los
campamentos saharauis de Tinduf (Argelia) apremiados desde el ministerio de
Exteriores por las noticias de que se estaba preparando un nuevo secuestro, que
como ha ocurrido en anteriores ocasiones pueda servir finalmente a
organizaciones como Al Qaeda con el fin de lograr financiación o para forzar la libertad
de de terroristas encarcelados. Para liberar, en agosto de 2010, a los tres
rehenes catalanes cautivos de la rama magrebí de Al Qaeda, fue necesario
obtener la liberación de uno de los cómplices de aquel secuestro, encarcelado
en Nuakchot.
Hace pocos días han regresado Ainhoa Fernández y Enric
Gonyalons, los dos cooperantes secuestrados hace nueve meses por un grupo
islamista en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia). Para
llegar a ese final feliz, en el que se incluye la liberación de la cooperante
italiana Rosella Urru, que este jueves llegó a Roma, ha sido necesario el
compromiso de terceros países para excarcelar a tres islamistas radicales.
Ahora existe el deseo un grupo de 20 cooperantes de
distintas ONG (3 de ellos recientemente repatriados) que trabajan en la zona una
vez terminadas sus vacaciones de verano y a pesar de la advertencia de nuestro
gobierno, de viajar de nuevo a Tinduf para de retomar su actividad humanitaria
pero también con el fin de plantar cara al Ejecutivo y “demostrar que los
campamentos son seguros y que el Gobierno ha lanzado una alarma injustificada”,
como ha asegurado José Taboada, presidente de la Coordinadora Estatal de
Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara). Los 20 cooperantes viajarán a los campamentos
el próximo 7 de agosto, y las organizaciones han invitado a “todos los
diputados” del Congreso lo que me hace pensar que con este gesto solo existen motivaciones
políticas.
Hace ya alrededor de medio siglo que los países del Norte
realizan cooperación para el desarrollo de los más pobres del Sur. Un primer
balance tras todo este tiempo de intervención, que no es poco, muestra que el
Tercer Mundo no ha variado sustancialmente su estado de pobreza crónica; al
contrario, en la última década ha empeorado.
La duda que asalta inmediatamente es: ¿por qué, si de hecho existe una comprometida y solidaria actitud de muchos cooperantes, la situación de pobreza y marginación de quienes reciben ese flujo de ayuda no cambia? Las respuestas hay que buscarlas en un entrecruzamiento de fenómenos. Por lo pronto, y creo que esto es determinante, la cooperación no tiene como objetivo final cambiar nada estructuralmente. Es una ayuda para apagar fuegos, para evitar recalentamientos político-sociales que podrían tornarse inmanejables. Es, permítase la metáfora, un bálsamo, un colchón de amortiguamiento.
La duda que asalta inmediatamente es: ¿por qué, si de hecho existe una comprometida y solidaria actitud de muchos cooperantes, la situación de pobreza y marginación de quienes reciben ese flujo de ayuda no cambia? Las respuestas hay que buscarlas en un entrecruzamiento de fenómenos. Por lo pronto, y creo que esto es determinante, la cooperación no tiene como objetivo final cambiar nada estructuralmente. Es una ayuda para apagar fuegos, para evitar recalentamientos político-sociales que podrían tornarse inmanejables. Es, permítase la metáfora, un bálsamo, un colchón de amortiguamiento.
Este interés por arriesgar la propia vida de los cooperantes lleva a
preguntarme si los programas de cooperación en vez de ser un medio de asistencia
a los grupos marginales de la población y a sabiendas de que solo el 10% de las
abultadas cifras, si predominan los intereses ocultos de gobiernos o las propias organizaciones que envueltos en la
solidaridad, que no hacen mas que perpetuar una dramática situación de miles de
personas manteniendolos en la indigencia en estos campamentos a pesar de la
esforzada labor de los miembros entregados a la cooperación, que han convertido lo
que debería ser un medio para sacar a estos pueblos de la pobreza, en un tremendo negocio para algunos.
merak
ResponderEliminarEl que se quede,que se busque y pague su rescate si llega a ser secuestrado. Advertidos están y son mayores para tomar decisiones responsables.
azor
ResponderEliminarpues siendo totalmente partidario de los saharauies pienso que ya está bien de pagar millones por personas que se van precisamente a donde tienen problemas, hasta ahora los campamentos era seguros, pero ya se ha visto que ahora no El que quiera quedarse que se quede bajo su completa responsabilidad, como hacen a veces las monjitas, y se les secuestran es su problema no el de España, no está España para florituras, España está en ruinas y no podemos pagar millones a terroristas. La ONU tiene mucho que hacer en este caso y la FAO también y les están dejando morir en lo peor del desierto, la responsabilidad es de los sinvergüenzas de la FAO y de la ONU
Mar Azul
ResponderEliminarTal vez,o al menos asi lo pienso.Por que eso de la "CARIDAD" siempre ha sido un gran negocio