Maduro -. Ahora "los bachaqueros"

Un hombre transporta una nevera entre colombianos que regresan a su país por la frontera de Tachira, Venezuela (Reuters).

El Gobierno Venezolano en su paranoia ha encontrado a otro enemigo externo a quien culpar de la miseria que asola su país,no es otro que el país vecino Colombia a quien acusa de proteger a los “bachaqueros” que se dedican a comprar producto a precios regulados -arroz, harina de maíz, jabón, etc.-, para su reventa en el mercado ilegal tanto para el consumo interno en Venezuela como en Colombia. Según el Ejecutivo, los "bachaqueros" son los culpables de la escasez que azuza al país desde hace dos años y que se ha intensificado en los últimos meses.que habitan en la zona fronteriza. 


Los bachaqueros ya no son necesariamente contrabandistas que llevan productos de un país a otro, sino también personas que compran en un supermercado y revenden en el mercado negro, sea a domicilio o en mercados informales en la calle. Muchos venezolanos ven a los bachaqueros como un mal necesario y les compran para evitarse la fila.no significa que todos los que revenden sean bachaqueros a gran escala: algunas personas solo revenden lo que les sobra de la compra, otros se dedican a vender fuera del país y algunos cuentan con una amplia red de contactos que les permite comprar grandes cantidades de productos que guardan y venden cuando hay una oportunidad.

El pasado viernes el presidente Nicolás Maduro decretó el estado de excepción para cinco municipios del Táchira, estado andino fronterizo con Colombia, durante 60 días. los culpa de de la escasez. La medida se tomó después de que la semana pasada una patrulla de la Guardia Nacional Bolivariana fuera atacada por paramilitares, según fuentes del Gobierno. "Vamos a un reordenamiento de la vida comercial, económica, de la seguridad ciudadanos, un restablecimiento y reorganización, completa y a fondo de las comunidades de la zona fronteriza",

El Gobierno de Maduro asegura que son los colombianos que viven en Venezuela los responsables del "bachaqueo" y, por ende, de la escasez en el país. Asi como la violencia organizada. Desde la declaración del Estado de excepción, son más de mil los colombianos que han sido deportados y sus viviendas ocupadas por el ejército que están huyendo con los enseres que puedan acarrear, desde la zona del Táchira hacia Cúcuta, ciudad en el departamento Norte de Santander.
Opositora venezolana
Venezuela es un país de opiniones divididas Y mientras una parte aplaude la medida, la otra mira con recelo. Gustavo Briceño, profesor universitario en Derechos Humanos y Derecho Constitucional de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), cree que se está usando el Estado de excepción para usurpar poderes y desviarlos, “el presidente Maduro quiere limitar derechos de los ciudadanos con otros fines, como limitar el manifestar ideas políticas”. Si bien el derecho al voto está garantizado bajo esta situación, Briceño apunta que la no libertad de tránsito así como la limitación del derecho de reunión puede afectar a las próximas elecciones. “Si un partido de oposición quiere hacer un mitin o reunirse, puede que se alegue el Estado de excepción para que no lo puedan hacer”.

Cataloga la medida como una máscara para una situación preocupante para el Gobierno. “La encuestas en zonas fronterizas no les están beneficiando, el pueblo allí está contra el PSUV (partido del Gobierno) y el Gobierno. Y ahora limitan la propaganda, la expresión política y la libertad de expresión y pensamiento”.

El discurso se repetirá en cada uno de los portavoces del Gobierno o afines. Además, se señala como principal responsable al expresidente colombiano Álvaro Uribe. Para redondear la ecuación, la conexión termina en la derecha venezolana, representada por la Mesa de la Unidad Democrática.

La última encuesta del Instituto Venezolano de Análisis de Datos (Ivad) realizada entre el 8 y el 16 de agosto de este año muestra que un 64,9% de la población no tiene ninguna confianza en que el presidente y el Gobierno puedan resolver los problemas que afronta el país. En referencia a la llamada guerra económica, 69,4% cree que es falsa y una distracción para no enfrentar los problemas. Sobre la escasez y los problemas para adquirir productos de consumo básico, 62,1% de los entrevistados creen que el Gobierno y Nicolás Maduro son los responsables del desabastecimiento. Solo el 7,1% se lo atribuye al "bachaqueo". En la evaluación personal de Maduro, sólo el 22.7% cree que su gestión es entre regularmente buena y excelente.

No son pocas las encuestas que dan ventaja a la oposición de realizarse hoy las elecciones a la Asamblea Nacional. El decreto del Estado de excepción podría verse como una demostración de fuerza, el inicio de la campaña electoral. Colette Capriles, analista político, reconoce que la relación con Colombia siempre fue ambigua, de tira y afloja, y más en la frontera, “con vida propia, muy dinámica, con mucho intercambio comercial, pero con fuertes desbalances económicos que se han acentuado en los últimos años”. Para hacerse a la idea del diferencial cambiario, un peso colombiano se compra por 5,10 bolivares.

“No es la primera vez que se toman medidas erradas especiales con Colombia, es un tema comodín. Reaparece cuando hay necesidad de construir un enemigo que es a la vez externo e interno”. Añade la analista que esto forma parte de una campaña electoral muy defensiva donde el Gobierno sale “con una desventaja imposible de recuperar por medios naturales”.
Nicolás Maduro
La estrategia sería “construir a la oposición como un enemigo de la seguridad nacional y de la felicidad social, un enemigo que está entre nosotros pero que tiene apoyos externos, concretos, como son el paramilitarismo, una cultura de la violencia y de la muerte que ya nos invadió, que es el culpable de toda la tragedia de la inseguridad, y se asocia al contrabando de extracción y a la decadencia moral del país”.

Capriles dice que esto es parte de la construcción del mapa de conspiración contra el chavismo, “no es que el Gobierno sea responsable de la crisis y el desastre económico, sino que el Gobierno lo hace dentro de lo mejor que puede con lo que le dejan sus enemigos. Es una guerra patriótica, un modo de instalar al Gobierno en la acción de la gestión pública y dar visibilidad”. Una estrategia, según la analista, que no ayuda a ganar votos, pero sí busca impedir que se vote por el contrario, “atacando la debilidad de la oposición, que la incapacidad para resolver temas de inseguridad o atacando su supuesta inmoralidad y criminalidad. Es una campaña del miedo”.

Comentarios

  1. Diego Cardoso Rodriguez

    ASI NOS QUIERE LLEVAR EL COLETA SUS MARIACHIS Y PALMEROS

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  2. Santiago Nuevo Fernandez

    el caso es culpar a otros de los desastres que Maduro provoca

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  3. Andres Garrido Torreblanca

    COLETAS VETE TU CON TU COLEGA MADURO, QUE ESTO ES LO QUE QUIEREN LOS DE PODEMOS

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