Marzá, un conseller para la inmersión educativa del catalán en la Comunidad Valenciana
Vicent Marzá, de 32 años, es, con diferencia, el conseller
más joven del gobierno alenciano presidido por Ximo Puig que despues de tomar el poder hace solo 42 dias ya se ha tomado un mes de vacaciones. Pese a su
juventud y la radicalidad de sus planteamientos, tendrá la responsabilidad de
gestionar 4.000 millones de euros de presupuesto – sólo se invierte más en
Sanidad- en un contexto político y mediático de gran responsabilidad. Y es es
que que el nuevo conceller pretende realizar en la Comunidad Valenciana el
proceso de inmersión seguido por la escuelas de Cataluña.
En Compromís hay dirigentes políticos que se quejan cuando
se les califica de catalanistas y aseguran que esa coalición da cabida a muchas
sensibilidades. Bien es verdad que el consell nacional de Compromís ha eludido
adoptar una posición sobre el proceso independentista catalán, pero no es menos
cierto que muchos de sus militantes aún sueñan con integrar a los valencianos
en los 'països' que Convergència, y más recientemente otros partidos catalanes
como Esquerra Republicana de Catalunya, llevan vendiendo en Cataluña y en
tierras valencianas desde hace décadas.
En esta tesitura se encuentra el actual conseller de
Educación, Vicent Marzà, el hombre que borró sus tuits comprometidos cuando iba
a ser nombrado para el cargo. Eran mensajes favorables a la independencia de
Cataluña, en la línea de la entrevista que concedió el 11 de septiembre del año
pasado, la última Diada catalana, a una emisora de radio de la comunidad
vecina, Ràdio Terra. Allí defendió que «sin Valencia no hay independencia» y
que «sin desobediencia tampoco hay independencia».
«Aquí, desde el País Valencià, podríamos decir que tenemos
dos formas de poderlo vivir, poderlo ver (se refiere al proceso independentista
catalán, concretamente a la consulta ilegal planteada el año pasado): las
personas que estamos convencidas de que los 'països catalans' son una realidad
(.) no sólo culturalmente, sino también políticamente y deberían ser en el
futuro todavía más», aseguró el ahora conseller de Educación, Cultura y
Deportes.
«Como compañeros de nación y comunidad cultural», afirmó el
entonces educador Marzà, dijo que se encontraba muy contento de que los
catalanes pudieran celebrar su Diada «con esa potencia» con la que durante los
últimos años están festejándola, «cogiendo la tradición de toda la vida de la
izquierda independentista de tomar un día de lucha (.) en el que se reivindique
nacionalmente nuestro país».
Durante su intervención, el en aquel momento portavoz de
Compromís en la provincia de Castellón indicó que «hay gente que tiene miedo»,
en referencia a la Comunitat Valenciana, «porque cree que una vez Cataluña, el
Principado, pueda independizarse, o pueda hacer su camino en plena libertad y
deje el lazo que significa España, puedan llegar los ataques todavía más
furibundos a los catalano-parlantes y al resto de naciones oprimidas del Estado
español. Esto es verdad, esto yo creo que pasará», advirtió.
Marzà ya había anunciado algunas medidas en materia
educativa del nuevo gobierno. Garantizar la apertura de los comedores escolares
en verano para garantizar la alimentación de los niños sin recursos o retrasar
unos días el inicio de curso, previsto por el anterior gobierno, del PP, para
el 2 de septiembre. Las críticas, sin embargo, no se han centrado ahí.
A principios de esta semana el consejero de Educación del
gobierno valenciano, Vicent Marzà (Compromís), aprobaba con su firma el
concierto educativo de 44 nuevas aulas para el curso 2015-2016. Eran -según se
deduce de sus propias palabras- las últimas durante una larga temporada, ya que
el conseller anunciaba las líneas generales de la nueva política educativa
al grito de "se acabó la barra libre de conciertos" y dejaba claro
que esas subvenciones habían visto la luz sólo porque así lo había planificado
el gobierno anterior y era ya demasiado tarde para dar marcha atrás sin perjudicar
a los alumnos. De ahí en adelante, las cosas iban a cambiar, y mucho...
"Se ha terminado la barra libre para los conciertos
educativos"; el nuevo gobierno valenciano hará una "radiografía"
del panorama escolar "en la que todos los centros sostenidos con fondos públicos
deberán obedecer (a) los mismos criterios de planificación educativa". Con
esta rotunda afirmación, Marzá no sólo alcanza un nuevo hito del totalitarismo
político, sino que, además de cargarse de un plumazo uno de los derechos
recogidos en la Constitución Española -el de los padres a elegir la formación
que desean para sus hijos-, redibuja la esencia de los conciertos educativos, a
los que define como "complementarios y subsidiarios de la educación
pública". Marzà es un claro partidario, no sólo del desafío independentista catalán, sino de que Valencia se sume a él y pase a formar parte del proyecto separatista de Artur Mas.
Accio Nacionalista Valenciana, el partido que ha dado a
conocer la grabación, ha reclamado la dimisión de Vicent Marzà como conseller de
Educación o, en su caso, «su destitución inmediata por parte del presidente de
la Generalitat, Joaquím Puig, que de no hacerlo estaría asumiendo y sería
también responsable de las manifestaciones» de Marzà. Esta formación considera
que con esas declaraciones, Marzà vulnera el Estatuto valenciano y la
Constitución, entre otras cuestiones, porque pide desobediencia al
Constitucional y atenta contra la identidad, historia y cultura valenciana,
además de «servir a otra autonomía».
El PP y Ciudadanos que se han percatado del peligro que
representa una persona con esta carta de presentación, en el cargo de Conseller
de Educación, lo están atacando sin piedad desde su nombramiento, su elección
ha fisurado a Compromís y la prensa conservadora lo escruta con gran interés y
ya lo tacha de “nacionalista y pancatalanista sin complejos". Marzà tampoco ha
sido bien recibido por periódicos como ABC o Las Provincias, del grupo Vocento
e idelógicamente cercanos al PP. El diario monárquico no da ni cien días de
tregua: “Vicent Marzà pertenece a Escola Valenciana, una entidad premiada por
su defensa del catalán y subvencionada por la Generalitat de Cataluña; en la
campaña defendió el pacto con ERC”.
Domingo De La Puente
ResponderEliminarCara moro tiene el traidor este...
José Aguilar Cosano
ResponderEliminarpero que les dan a estos indeseables, para que traicionen a su pueblo.
Teresa Terron Garcia
ResponderEliminarPoca verguenza.
Ángeles Fernández Zapata
ResponderEliminarApañados vamos!! Mira como saben qué cargo ejercer.....todo son ocurrencias que afectan a la población de manera casi terrorista.
Roberto Bermejo Cuadra
ResponderEliminarPedro Sánchez sin gran esfuerzo ya ha superado al inútil de Zapatero
Jose Manuel Moltó Ridocci
ResponderEliminarLa izquierda valenciana no es que tenga la misma opinión que la izquierda catalana es que es sumisa y servil a ella, sobre todo en los cuadros dirigentes. Recuerdo a un tal Recuenco dirigente de UGT de origen manchego cantar las alabanzas de los Paises Catalanes y lo adelantados que estaban en Cataluña. No se donde andará ahora pero como premio representó no se a quien en el parlamento europeo.
Santiago Nuevo Fernandez
ResponderEliminarun hdp catalanista