Despilfarro autonómico

Los datos publicados por el ministerio de Hacienda sobre las cuentas de las comunidades Autónomas, deberían de ser suficientes para que Cristóbal Montoro presentara ahora mismo su dimisión irrevocable y se refugiara en un convento, después del paripé que montó para la aprobación del déficit a la carta en las distintas Comunidades Autónomas.
Los  datos presentados dejan ver con total claridad cual es una de las causas por las que en este momento sigamos en una situación de estancamiento económico y no exista a corto plazo la visión de un crecimiento del empleo ni del crédito. El hecho de conocer que  las comunidades autónomas gastaron 186.474 millones de euros en 2012, casi un 20% más que en 2007 (unos 30.000 millones), en pleno pico de la burbuja inmobiliaria según los datos del propio ministerio, cuando se llevan más de seis años alardeando unos y otros de recortes y restructuraciones. el Gobierno lleva meses vendiendo a la opinión pública una imagen irreal y distorsionada de la realidad, enfatizando unos esfuerzos de consolidación fiscal que, en el fondo, son inexistentes.

En 2007, el desajuste fiscal apenas superaba los 2.000 millones frente a los más de 18.000 sufrido en 2012, equivalente al 1,76% del PIB, superando así el objetivo del 1,5% marcado por Bruselas. El déficit autonómico de 2012 multiplica por ocho el registrado en 2007. A pesar de las continuas protestas auspiciadas por sindicatos y partidos de izquierdas sobre recortes, las Autonomías también están gastando mas dinero en Sanidad y Educación que en 2007 con un 7% mas.
La frialdad de estas cifras pone de manifiesto, una vez más, las insistentes falacias que giran en torno a los presupuestos autonómicos. La primera, y más importante de todas, es que el volumen de gasto público que manejan las regiones no sólo no ha bajado un ápice sino que se ha disparado durante la crisis. Hoy por hoy, las comunidades autónomas gastan más dinero público que en pleno boom económico, desmontando así la supuesta austeridad y la drástica política de recortes que tanto gusta denunciar a la izquierda. La tan cacareada reducción presupuestaria brilla por su ausencia en el ámbito de las Administraciones Públicas y, especialmente, en el autonómico. De poco ha servido todo esto. Se sigue gastando (despilfarrando, digo yo) cada vez más por parte de las administraciones, cuando empresas y trabajadores han visto reducidos drásticamente sus beneficios e ingresos.
Cristóbal Montoro, se escudó en una consolidación fiscal que, en realidad, no existe para tratar de justificar la aplicación de su polémico déficit a la carta durante 2013, por el cual se premia a las comunidades más incumplidoras, y en especial a Cataluña, en perjuicio de las más austeras y responsables, como es el caso de Madrid. No hay excusa ni razón alguna para aplicar semejante injusticia, ya que las cifras demuestran que el despilfarro sigue siendo la tónica dominante en la gestión territorial, y ciertas autonomías se aprovechan del discurso falaz de los recortes para seguir engordando su estructura a costa del dinero de todos los españoles.
Comunidades como Cataluña que siguen sin tener un presupuesto aprobado, con un prórroga que le permite efectuar gastos de forma totalmente discrecional fuera de ningún control, que por un lado han estado recortando drásticamente en servicios esenciales a sus ciudadanos y que por un décima de déficit están amenazando al Estado, mientras siguen aumentando sus subvenciones a todo qüisque que presuma de ser catalanista o haga propaganda sobre la lengua o la soberanía   mandar embajadores al extranjero mejor pagados que el Presidente del gobierno, mantener sin restructurar los canales autonómicos de TV3 y  me parece algo más que broma macabra para cualquier ciudadano sensato cada vez mas acogotado.
Y es que, lejos de protagonizar un firme ejercicio de austeridad, el gasto autonómico ha crecido de forma muy sustancial durante la crisis y todo lo que no sea actuar decididamente contra el despilfarro y amiguismo que anida en aquellas Comunidades Autónomas que no sepan o quieran, para con esta sangría, es solo un pura falacia.

Comentarios

  1. Jorge Pérez ·

    Si se preocupasen lo suficiente por tener el pleno empleo no habría necesidad de gastar tanto ni si quiera en sanidad y educación pública, porque la gente podría pagarse lo suyo. Pero nada, aquí en España la gente a lo suyo, con sólo el 30 por ciento de la gente que trabaja en la empresa privada se quiere mantener a todo el 100 por ciento de la población que, o ni trabaja, o trabaja en un empleo público. Y es que un sistema así siempre ha sido terminado siendo insostenible, porque hasta la Unión Soviética terminó cayendo.

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  2. Fernando Martinez Isla

    Ciudadanos.. Los ciudadanos son precisamente quienes pagan todos los gastos, o a los que endeudan a costa de las previstas rapiñas futuras. [ Lo del cálculo es multiplicando 1.029*1.024*1.03...=1.155, ciertamente en este caso casualmente es casi igual que sumando.]

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  3. Javier Fenollar Cortés

    Los 10.000 millones de recortes anunciados por el gobierno año son.... ¡mentira! Así es como trabaja la "ingeniería de datos" en los análisis. Ahora resulta que no se ha recortado en gasto social.. ¡sino que ha aumentado! Menos mal que los ciudadanos somos idiotas..

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  4. Reme Bernabe

    Sencillamente alarmante ..

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  5. Jose Manuel Herrero Bonet


    Las "Autonosuyas" son el cáncer cuya metástasis incontrolable lastra nuestra posible recuperación.
    No hay nada peor que amagar y no dar, solo por eso, Montoro debería estar fuera del Gobierno.

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  6. Manuel Sánchez Cánovas

    Cerrando autonom'ias y poni'endole cepo a la CAJA de las que queden o lo que quede...

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