Cobrar por callar

El Partido Popular sigue envuelto por el manto de silencio de sus ex tesoreros, no solo Bárcenas. Ahora nos enteramos que Cristóbal Páez  que fue el sustituto de Luis Bárcenas por un breve período de tiempo que fue imputado por primera vez, hasta su reingreso en la tesorería, podía haber cobrado una cantidad superior en 350.000 euros a los 111.500 que legalmente le correspondían por su despido después de jugar ese papel de custodio de la posible caja B del PP.

Esta es la cuestión más importante de este mes del llamado caso Bárcenas donde se deduce el interés del PP para que no se lleguen a conocer sus datos económicos donde se constata que habría estado disfrutando durante los últimos años de un exceso de tesorería que le habría permitido pagar las super generosas a sus ex tesoreros para que permanezcan calladitos.

A la vuelta de vacaciones y con el juez Ruz apurándolas, apenas ha cambiado nada, el Partido Popular va a tener que ver al otro lado de la barrera cómo se desarrollan los acontecimientos en la Audiencia Nacional, que ponen en jaque todo el organigrama de la formación. Esta semana, el Juzgado Central de Instrucción número 5 se dispondrá a realizar el volcado de los dos ordenadores utilizados durante la época de tesorero y gerente de Luis Bárcenas, ahora en prisión incondicional, que el PP entregó por orden judicial. Unos días más tarde, las secretarias de Bárcenas y especialmente de su antecesor en la tesorería, Álvaro Lapuerta quien podría aportar mucha información pero me presumo que va a callarse como sus antecesores, tienen cita con Ruz para declarar en calidad de testigos.

Con este asunto el PSOE se ha percatado que ha hecho sangre al adversario y ha decidido que no va a dejar esta presa hasta el final, utilizando la llamada “Telebarcenas” (La Sexta) como ariete para que en estas vacaciones no se enfríe el asunto y ha llenado su programación de agosto sacando este tema a todas horas cuando los juzgados están inactivos y suspendidas prácticamente todas las tertulias televisivas, ofreciendo hasta la nausea las repercusiones de las últimas comparecencias a primeros de mes de los secretarios generales del partido que aportaron nada a la causa.

Por otro lado, como no exista un arrepentimiento de algún empresario con ansias suicidas que decida involucrar al PP sus donaciones ilegales  con la concesión de algún contrato adjudicado, tengo la impresión que caso va a entrar en una especie de vía muerta donde puede estrellarse Rubalcaba y sus huestes que se han lanzado sin paracaídas, para no tener que explicar sus contradicciones políticas y contestar preguntas embarazosas sobre UGT-A los ERE o su sistema financiero.