La censurada vida íntima del Duque "Empalmado"

La juez del juzgado numero 46 de Barcelona, María del Remei Vergés, dictó ayer un auto en el que no sólo se prohíbe la publicación de los correos electrónicos de Ignacio Urdangarín. Se prohíbe también, ojo al dato, “hacer declaraciones, efectuar comentarios, emitir opiniones o juicios de valor sobre el contenido de dichos mensajes”.

Iñaki Urdangarin (El duque empalmado) se ha dirigido al juzgado de Barcelona anunciando que piensa presentar una demanda por vulneración de su derecho a la intimidad contra Diego Torres y siete medios de comunicación, entre los que se encuentra El Confidencial. Afecta a la difusión pública de los famosos correos electrónicos filtrados por Diego Torres, exsocio de Urdangarin y la infanta Cristina, en tanto dichos correos hagan referencia a la intimidad del duque de Palma y su familia (la infanta Cristina, en primer grado, como es público y notorio).

Ya tenemos otro personaje del circulo real pidiendo y obteniendo por via judicial que no se airee públicamente sus deslices privados. La primera en abrir brecha fue Telma Ortiz la cuñada del heredero que se sentía perseguida y acosada por la prensa.

Ya conocen ustedes el viejo aforismo debido a Plutarco aplicado a Pompeya, la esposa de Julio César, según el cual a la mujer del emperador no le basta ser honesta, además, ha de parecerlo. Ahora prima sobre todo lo demás. Lo importante es parecerlo, aunque sea con blindaje judicial.

La ejemplaridad es la servidumbre del poder. Una especie de peaje por la fama, la influencia, el liderazgo o, simplemente, la pública notoriedad. Si un famoso se mete en líos pagará por ello un precio mayor que el de un ciudadano normal. Y no digamos si el famoso, además, tiene poder político o representa a una institución. Por ejemplo la Corona, ahora bastante zarandeada por la conducta de un Rey con su amante y los elefantes que debería haber sido ejemplo al menos de discreción.

Pero Urdangarín no es el rey ni representa la monarquía, aunque para sus chanchullos ha querido dar dar esta apariencia, simplemente ha sido un aprovechado que dió un braguetazo oportuno con la persona oportuna. Ahora se vale de ello para presumiendo lo que no es, al intentar prohibir se difundan episodios de su al parecer agitada vida sexual. Porque ahora con esta inútil y estúpida prohibición empezaremos a enterarnos. Los medios que ni habían reparado en esta cuestión. ya han puesto el foco en el asunto y en el mercado ya están subiendo el precio de las "fotos comprometedoras o mensajes escatológicos" del duque que además de ser un presunto ladrón, también al parecer es un presunto golfo.