Nada personal
José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro J. Ramírez mantenían una relación cimentada en la denuncia continuada del segundo a la política del primero a través de este periódico. Esa pulcrísima separación entre la parcela pública y privada constituye uno de los ejes exóticos de la democracia; dos señores que comen juntos, pasean por Moncloa y a media tarde se separan con un apretón de manos para que uno llegue a tiempo al diario a poner a caer de un burro a otro.
(Resulta incómodo que pueda parecer que hago la pelota en público cuando la hago mucho mejor en privado, donde soy un pelota puntilloso y obsesivo capaz de tocar hace años a un superior el brazo y decir: "¡Pero qué duro está esto, por el amor de Dios! ¡Tienes que pasarme las direcciones de esas webs!").
Entre los más conspicuos detractores de mi trabajo se encuentra orgullosamente algún amigo íntimo que, al llegar a mi página, la salta con desprecio y, si estoy delante, con un bufido. Se trata de una experiencia estresante: no soporta leerme, de vez en cuando arremete con excitación sobre mi trabajo, y cuando algún tercero se suma alborozado y lleva el ataque al terreno personal, mi amigo le ofrece una suave mano de hostias. Esa frontera amarga hay que protegerla porque además de exaltar la tolerancia ayuda a comprender que contra el argumento no se resiente la civilización; que lo arriesgado para la convivencia surge cuando al periodista no se le ataca como periodista, sino como hombre. Puede que ese hombre alterado, si es de naturaleza jíbara, reaccione queriendo reducir cabezas o, en caso de ser jefaza, apelando no sólo al nazismo, sino a su pureza exterminadora.
La ley hipotecaria no se ha movido de un lado a otro según el partido que la aplique; la que se ha desplazado es la gente. Como aquel que cree sentir moverse el tren pero de repente, para su sorpresa, comprueba que los que se mueven son los árboles. Dicho de otro modo, los que han dejado antigua la ley de desahucios son los desahuciados. Ésa es la razón por la que el Gobierno se equivoca en su postura contra la ILP. No se puede gobernar igual para un país que no se reconoce en el de diez años atrás: urge modificar la Ley Hipotecaria con más prisa que la reforma que permite a un banquero condenado seguir siendo honorable y ejercer fatídicamente; el honor puede esperar un par de meses, total se puede comprar.
El fracaso es querer revocar esto apareciendo en el portal como un cobrador del frac ideológico. El escrache es algo personal y ésa es su razón de ser y por tanto su peligro. Individualizar el presunto culpable, despojarle de su cargo y presentarlo al barrio entre gritos. En una frase desafortunada Felipe González dijo que los niños no tienen que aguantarlo a la puerta de casa.
Hombre, González, ni los niños ni usted; ni las parejas estériles ni los homosexuales que no adoptan. Precisamente lo primero que le enseñan a un niño es a no señalar con el dedo; ese gesto del dedito apuntando a alguien es un signo de barbarie, no digamos si se produce dentro de un aula.
Mientras escribo esto veo que Anguita acaba de decir que el desahucio también atenta contra la vida privada de las personas de un modo aún más implacable; Anguita es bastante más original que lo que dice. Hay una ley detrás: una antigualla abusiva ya denunciada por la UE por desproteger a los ciudadanos, y sin embargo no deja de ser una ley. Si cambiamos ésa yendo a las casas de los gobernantes, cambiamos todas. ¿Qué tendría que haber hecho la familia del preso encarcelado nueve años y finalmente absuelto por un delito que no cometió? Si el escrache es legítimo y lo asiste una fina razón moral porque lo decide una asamblea de afectados, ¿qué tribunal popular fija el límite de respuesta a la ley y conforme a qué injusticia? Yendo más allá, ¿por qué sí con los desahucios y no con la reforma laboral, que ha agilizado los despidos al punto de que hay gente que no puede pagar sus casas? ¿Por qué sí con la reforma laboral y no con el resultado de las elecciones, producto de la votación popular que vendría a ser responsable última de esta agonía? Lo inquietante de una democracia es que cuando hay que buscar culpables uno a veces no se puede detener en nadie hasta que llega a su círculo privado, cuando no a sí mismo.
Llevo discutiendo todo esto varios días con defensores acérrimos y siempre terminamos en un punto de no retorno demasiado voluptuoso para mi gusto. Insisto cada vez más cansado en mis argumentos, que ya me parecen, al repasarlos, un hatillo de pobre. Delinquir se ha delinquido siempre: lo que conmueve es el respaldo. Lo sustancial no es la acción sino donde se deposita: la democracia paralela. Si moralmente está justificado el escrache debido a la violencia ejercida por el Estado, ¿qué no lo está si a juicio de alguien el Estado mata recortando en sanidad y provocando suicidios?
Apelaciones a que los cambios a mejor se producen gracias a la marginación del orden y descripciones de los avances de la humanidad poniendo como ejemplo 1789 me llevan a pensar, con una muy harapienta melancolía, que a lo mejor es verdad que seguimos en el mismo sitio dos siglos después.
Hace unas semanas en una cena de periodistas decía alguien, bajo un murmullo general de aprobación, que en cuanto corriese un poquito de sangre en España, corría toda. No parecía decirlo con horror, sino masticándola. Por un momento pensé que iba a devolver el filete a cocina para que se lo trajesen menos hecho.
Michael Jubois
Michael Jubois
Elisabeth Megido
ResponderEliminarcada año en esta fecha todos son republicanos pero ninguno de esos republicanos en potencia nos dice cuanto nos costaría una República. Hasta ahora, todas las conocidas en Europa (Francia, Alemania, Italia, etc. etc.) resultan todas ellas, bastante mas caras que la Monarquía española y, si lo que queremos es ahorrar gastos, me gustaría que todos esos republicanos de panfleto explicaran primero al pueblo lo que verdaderamente nos costaría una República y, después hablamos. Salud.
Joaquin Pastor
ResponderEliminarYo que por convicciones democraticas considero que la forma de estado republicana es la mejor, tambien pensaba que la monarquia era mas economica; hasta que, me entere que junto al sueldo de 9 millones de euros existen otras partidas que sufragan otros ministerios hasta alcanzar la cifra de 50 millones de euros.
M Angeles Garcia Carranza
ResponderEliminarSiento no tener datos para cuantificar cuanto cuesta una república y poder hacer una comparativa con lo que cuesta la monarquia. Pero la lógica me dice, que en España, tenemos los gastos de una republica ( presidente y presidencia) mas los de una monarquia. Creo que no estamos para duplicar gastos. Por otra parte si ya tenemos rey, para que queremos ministro de AAEE y embajadores mil? Creo que hay demasiada parafernalia, para que al final, vaya todo como va.
Antonia Canton Borrego
ResponderEliminarhaber porque está,tiene que hablar como si fuera la portavoz del gobierno??????,con la cara y actitud que tiene de camorristaaaaa.
Antonio Escribano Escobar
ResponderEliminarExtraordinaria elocuencia y persuasión verbal de oradores eruditos...
Susana Cuadrado
ResponderEliminarBarriobajera, ordinaria y analfabeta!
Antonia Canton Borrego
ResponderEliminarjajajajaja,me he quedao corta??????
Elena Dominguez Martinez
ResponderEliminarEsta tipeja es una INDECENTE, MANIPULADORA, CARA DURA y tiene una jeta impresionante....
Clara Lopez Bilbao
ResponderEliminar¿esta estaria mejor en un escaparate??? que lástima de representación.
Alvaro Aybar Zurita
ResponderEliminarSi estuviese en un escaparate, nadie entraría en la tienda. Es mejor que esté donde está: ahuyentando el voto socialista
Pilar Jiménez Cifuentes
ResponderEliminarQue asco me da esta tía, es repulsiva
Jose Antonio Palacios Sanchez
ResponderEliminarEsta es la doble moral de esta gentuza , si tan de IU es que se valla a Rusia a vivir . Y digo doble moral , porque han estado callados 8 eternos años de Zapatero . Expropian pisos , mientras en los pisos de la junta andaluza desahucian a la gente por no pagar. Desahucian de sus pisos y expropian los ajenos ( Demagogia barata) . No soy del PP ,pero viendo esta oposición me dan asco y encima apoyan a los corruptos de los erres , y encima cobrando de los bancos que ellos quebraron . !! Que país , si los que gobiernan son malos , la oposición son peores !!