¿Qué secreto buscan en el despacho de la juez Cillan?
A la juez Coro Cillán, titular del juzgado nº 43 de Madrid
le recayó una parte de la investigación del caso de los trenes desaparecidos de
los atentados del 11 M. La juez Cillán fue la instructora de la causa abierta
al exjefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano, por su actuación en los
atentados del 11-M. A partir de aquel momento su investigación al parecer ha
avanzado de tal manera que desde entonces han puesto en alerta a buena parte de
la judicatura y la policía.
Tarde o temprano tenía que ocurrir sobre la trama forjada
alrededor de las actuaciones de la juez Coro Cillán, titular del juzgado nº 43
de Madrid, para apartarla definitivamente de la carrera judicial. Desde ese mes
y ese año, los hechos acaecidos no dejaban lugar a la duda: correos
electrónicos que apuntaban la posibilidad de desestabilizarla; inspecciones por
sorpresa; denuncias por parte de la secretaria judicial; amenazas personales; y
presiones de la Fiscalía.
Todo un repertorio de intimidaciones y advertencias sobre
los que sobrevolaban los atentados del 11-M, cuya investigación lleva a cabo la
propia Cillán. Hasta nueva fecha, todo ha terminado por ahora con la decisión de
su suspensión cautelar adoptada por el Consejo General del Poder Judicial
(CGPJ). Según la Fiscalía, Cillán habría incurrido en varias irregularidades
para favorecer a “un conocido suyo”. El entorno de la magistrada asegura que
los atentados han sido la razón fundamental que ha precipitado su imputación.
El motivo de la suspensión el CGPJ ha decidido imputar
"formalmente" por un delito continuado de prevaricación a la titular
del Juzgado por su "conducta judicial muy irregular" en el caso de la
discoteca madrileña Moma. Uno de los propietarios del establecimiento denunció
ante el Consejo que la magistrada estaba colaborando con sus socios para conseguir
el traspaso del local, como así parece que interpreta el Poder Judicial. Según
la Fiscalía, Cillán habría incurrido en varias irregularidades para favorecer a
“un conocido suyo”.
Lo sintomático fue que la mañana del pasado jueves 4 de
abril –un día después de la decisión adoptada por el CGPJ– cuando a primera
hora la juez acudía al juzgado número 43 de Madrid se encontró con la presencia
de la secretaria del decanato de los juzgados de Madrid para que firmase el
cese acordado veinticuatro horas antes. Un cese que firmó la propia Coro Cillán
y ante el que interpondrá el recurso correspondiente.
Eso no fue todo, a
última hora de la mañana de ese mismo día, fuentes próximas a la juez confirman
que, incluso en presencia de la propia magistrada, se cambiaron las cerraduras
del juzgado general y del que hasta ese mismo momento había sido su despacho.
Orden que, como aseguran esas mismas fuentes, fue dada por el presidente del
Tribunal. Precisamente, el entorno de la juez ha asegurado a este periódico que
en realidad el asunto de la discoteca madrileña no ha sido más que la excusa
perfecta para apartarla de la carrera judicial y de las investigaciones que
llevaba a cabo sobre los atentados.
¿Qué esperan encontrar dentro del despacho de la juez para
que el CGPJ capaz de demorar sentencias durante décadas, haya obrado en esta
ocasión con tanta presteza?
Delia Saavedra Brichis
ResponderEliminarAlgo que molesta mucho ¡¡¡
Miguel Pérez De León
ResponderEliminarEs un tema que quieren dejar zanjado, a pesar de que hay muchos fundamentos de todo tipo, incluso legales, para pensar que aún no está resuelto... Con esas cosas y excusas, dan la razón a la opinión pública, no sé si se dan cuenta de ello...
Goliath Elías Alvarez Perez
ResponderEliminarEl secreto de como destilar buen whiski a partir de patatas desotrinadas en fermentación dentro de un cajón de despacho.
Eloy Sagüillo Rodríguez
ResponderEliminar¿Buscarán cartas de amor? ¡Qué jodidos!
Westmoreland Bourbon Tenesee
ResponderEliminarmaterial comprometedor del 11M.......para pulverizarlo como los vagones y todo lo de ese claro caso de cloaca gubernamental.
Juan Salvador
ResponderEliminarQue no se sepa la verdad del 11-M
Manuel Sánchez Cánovas
ResponderEliminarNomás, Sherlock....