Crónica de Ibiza
Me he acercado a la isla aprovechando este acueducto de octubre. Suelo ir por allí todos los años antes de finalice la temporada y antes de que cierren las puertas las macro discotecas que son en realidad el motor que atrae a una masa juvenil europea en busca de sol, sexo y bebida barata que les ofrece la isla y entren en el habitual sopor del invierno que está por venir.
Me dicen que económicamente éste no ha sido un mal año para ellos, la crisis no les ha afectado demasiado, la verdad es que aún hay bastante animación por las calles, pero como todos los años, el día 15 de octubre la fiesta se acabó, las comerciantes bajan las persianas pensando en hacer algún viaje de vacaciones con las ganancias de la temporada, los guiris dejan de acudir y los perroflautas abandonan poco a poco la isla en busca de otros destinos, quedándose los rezagados vagando por las calles buscando la pasta para el barco para la península. Son las dos caras de la isla.
Cuando estoy por aquí intento desconectarme del rollo político electoral del pais y me entretengo en contemplar este trasiego de fin de temporada, ahora es cuando los contrastes de la isla se hacen más patentes aunque mis amigos se empeñen en contarme para que denuncie por mi blog las trapacerías de los políticos de la zona que si el alcalde del PP de Santa Eulalia se ha duplicado el sueldo nada más entrar a gobernar… o el último de los pelotazos de Matutes y del resto de los caciques de la isla… Esto sigue igual…como siempre, me quedo a contempar el desfile del personal en una noche aún de verano. Aquí nada es lo que parece y no tengo ganas de calentarme la cabeza. Buenas noches.
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