Carta abierta de Jesús Salamanca a Kofi Atta Annan.
Distinguido Kofi Atta Annan:
Permíteme que te trate de tú porque desde el lunes, día 17 de octubre, me pareces más cercano al mundo abertzale y más alejado de lo que representa la paz. Sin duda eres un polifacético al que, incluso, éste que te escribe admiró un día. Está fuera de duda tu formación en idiomas, pues si no recuerdo mal dominas francés e inglés, entre otros, y alguno de corte africano. Al menos así lo leí en algún sitio. Espero no haberlo soñado. También buceé hace años (cuando todavía te admiraba) en tu vida personal.
Deberías haber hecho caso a Antonio Basagoiti, ese líder de la derecha española que os ha dado ‘sopas con onda’ a ti y a los otros cuatro mediadores internacionales, por vuestra asistencia a la mal llamada Conferencia de paz. ¿Conoces, Kofi, la realidad del terrorismo en España? Sospecho y me atrevo a apostar que lo desconoces en toda su intensidad. Por eso, antes de acudir al ‘circo’ de San Sebastián, debiste contactar con alguna víctima del terrorismo etarra o, al menos, con la AVT. Sin duda te hubieran informado adecuadamente.
Voy más lejos, Kofi. Tus propios asesores deberían de haber sido un poco más avispados en sus informes. Por si no lo sabes, te diré que te han metido en la ‘boca del lobo’ y has apoyado el terrorismo, eso sí, te dijeron que se trataba de facilitar la paz en Euskadi. ¿Qué paz, si no hay ninguna guerra? En adelante deberás ser consciente de que has entorpecido el fin de la banda etarra y sus numerosos satélites que actúan bajo una decena de insospechados nombres. ¡Hasta se hacen pasar por una ONG cuando les conviene! Pero tú no lo has sabido ver. Decía Molière que las cosas no valen sino lo que se las hace valer.
Me sorprende que toda una vida dedicada a Naciones Unidas – por lo menos desde 1962— te haya llevado a juntarte para la Conferencia de ETA con gente como Brian Currin, Jonathan Powell, Bertie Ahern, Pierre Joxe, Gerry Adams y a la primera ministra noruega. Estoy convencido que ninguno de ellos conoce en profundidad el terrorismo vasco y los cientos de muertos y extorsionados que son víctimas directas de ETA. No hace falta decir que hay muchos otros cientos de víctimas que siguen clamando justicia. ¿Acaso has visto alguna vez cómo se mofan de las víctimas del terrorismo en los juzgados, cada vez que se juzga a un asesino o miembros de la banda?
Sé que desde 1962 desempeñaste muchos cargos relacionados con misiones de paz. Esta vez te hablaron de paz y ‘perdiste la culera’ sin pararte a ver de qué iba y, claro, así te ha cubierto el pelo; has brindado tu digna y admirada imagen a una causa vulgar, teñida de sangre y rodeada de extorsión. No se puede repicar y asistir a la procesión a la vez. Te aseguro que, desde que Currin empezó a ‘sobar la marrana’ en GARA, sabía que acabarían liando a algún incauto. Y ahora parece ser que el incauto eres tú. Me duele y mucho. Sencillamente porque te creía más inteligente. Has empezado a destruir tu imagen aunque no lo veas así. “Los fuertes se destruyen entre sí y los débiles continúan viviendo”, decía Bernard Shaw. Pues eso.
Distinguido Kofi Atta Annan: sorprende que veas una cuestión social en lo que solo es una reunión promovida por terroristas de ETA y personajes interesados en medrar y en cobrar de las arcas etarras; unas arcas que se nutrían normalmente de la extorsión. Bien es verdad que hoy también se nutren de los presupuestos municipales. ¡Ahí es nada! El terrorismo no es una cuestión social como lo era en la ONU la educación de las mujeres y la lucha contra el SIDA, por poner algún ejemplo.
¿Por qué crees, Kofi, que muchas organizaciones españolas no participaron en la Conferencia? Sencillamente porque se iba claramente hacia una distorsión brutal de la realidad en una cuestión tan sensible como el terrorismo de procedencia vasca. Y ahí tienes la prueba: las conclusiones del documento son erróneas; se defiende la inexistencia de vencedores y vencidos; hay una equivocación tremenda en cuanto al planteamiento; los representantes internacionales demuestran una preocupante falta de información y, como apunta Antonio Basagoiti: “un profundo desconocimiento de lo que es ETA”.
Ya sé que recibiste el Premio Nobel de la Paz en el año 2001, compartido con la ONU, pero deberías saber que el más honrado y digno hace cien cosas bien y una mal y casi siempre nos acordamos de la que hace mal. Algo así como la des-virtud de que uno atropelle a un perro y le llamen mataperros. No me cuadra, Kofi, tu libro escrito para niños sobre la ONU con tu contribución al entorpecimiento del fin de ETA.
Para finalizar, Kofi, deberías saber que la democracia española tiene unos marcos de convivencia muy concretos, con unos tribunales de Justicia para poner fin al asesinato, la extorsión, la amenaza y la injusticia. ETA es un grupo terrorista que ha dejado centenares de víctimas por el camino; la banda forma parte de la lista de organizaciones terroristas internacionales; no funciona por planteamientos democráticos y sí dictatoriales; persigue la independencia al margen de la voluntad ciudadana; el objetivo de ETA es someter a una democracia, cueste lo que cueste y a costa de quien sea.
Seguramente el tiempo te hará recapacitar, Kofi; también a tus amigos que han acudido a San Sebastián con el paraguas de mediadores internacionales, cuando simplemente han sido compañeros de viaje y espectadores del ‘circo’ abertzale. Sí, de un mal viaje y de un peor ‘circo’ porque nos aleja del fin del terrorismo vasco con tentáculos en toda España y en el sur de Francia. Cada uno es dueño de sus obras y de sus silencios pero también las obras hablan.
Jesús Salamanca Alonso
Alberto Olivera Muxí
ResponderEliminarSon unos vividores Vienen hablan cuatro palabras dictados por el que paga y se van a otro pis para hacer lo mismo. Les importa un cara...o las victimas del terrorimo y el pais visitado Ellos a cobrar
El Duende
ResponderEliminarSe ha publicado en varios medios de comunicación que por su presencia ha cobrado 2 millones de euros. No está mal en cuanto a honorarios.
ose Lopez Alsina
ResponderEliminarHabría que mandársela a su correo postal para que se diera cuenta del juego en el que se ha metido y que tenga la decencia de dedicar lo que le dieron por ello a una organización que trabaje de verdad por la paz y bienestar en el mundo.